batlleJORGE BATLLE 1927-2016
El gobierno de Jorge Batlle, una gestión que nadie olvida

Portador de un apellido que ya había marcado los cimientos de Uruguay, el gobierno de Jorge Batlle también pasará a la historia. Con un estilo peculiar que signaría su mandato, será recordado por lo que le tocó enfrentar, como la fiebre aftosa y la crisis de 2002, y por cómo se plantó ante esas plagas. Pero también pasará a los libros por el "estado del alma" que intentó crear entre los uruguayos al instalar la Comisión para la Paz para investigar el destino de los desaparecidos y por otros episodios como la ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba.


D. FERREIRA / D. FRIEDMANN
1. Aftosa
El 22 de octubre de 2000 un productor de Paraje Chiflero, en el departamento de Artigas, se preocupó por la muerte de una cerda y la mayoría de su cría. Horas después un veterinario daba lo que sería el principio de la peor noticia: los síntomas eran compatibles con la fiebre aftosa, que ya afectaba a los países limítrofes. Batlle optó por la transparencia y comunicó la situación. La reacción de su gobierno fue inmediata para aislar el foco: rifle sanitario, desinfección e inmovilización. Era "un desastre nacional", como titulaba El País el 27 de octubre.

Sin embargo, el 23 de abril de 2001 otro nuevo foco, esta vez en Palmitas, hizo que Batlle decidiera interrumpir una visita oficial a Estados Unidos y regresara para encargarse de ese asunto "tremendamente serio". Pese a los esfuerzos, la enfermedad se extendió y Uruguay perdió la calificación de país libre de aftosa sin vacunación. La recuperación fue lenta y costosa. En mayo de 2003 el país lograría el estatus de libre de aftosa con vacunación y ese mismo mes Batlle, empresarios y productores festejaban el reingreso de la carne a Estados Unidos.

2. Comisión para la paz
No hacía un mes que había asumido cuando Jorge Batlle dio la noticia: la nieta del poeta Juan Gelman, cuya madre María Claudia había sido secuestrada en Argentina y traída a Uruguay en 1976, había sido, al fin, ubicada. "Este es un día muy importante", afirmó.

Pocos meses después, el presidente decidió que había llegado la hora darle forma a ese "estado del alma" que había anunciado al asumir que pretendía lograr e investigar a fondo la situación de los desaparecidos. El 9 de agosto creó la Comisión para la Paz, con el objetivo de "consolidar la pacificación nacional y sellar para siempre la paz entre los uruguayos", grupo al que le dio las más amplias facultades para recibir documentos y testimonios que pudieran esclarecer lo que había sucedido. Dos años y medio más tarde el presidente aceptaba su informe final, con los datos "precisos" del destino de 26 uruguayos desaparecidos.

"El Uruguay ha mostrado una vez más la categoría que como sociedad lo distingue. Ha sufrido; ha recibido sin ninguna duda a lo largo de los últimos 40 años muchas cosas que hicieron muy difícil sobrevivir en paz entre nosotros. Las ha sabido superar. Con la voluntad del pueblo, con la participación de hombres tan extraordinarios como los integrantes de la Comisión para la Paz y con la decisión férrea de todos y de cada uno de sentir que sólo hoy, más que nunca, en la paz podremos construir un gran país", decía al aceptar las conclusiones.

3. Relaciones con Cuba
El enfrentamiento dialéctico entre el presidente de Cuba, Fidel Castro, y Uruguay, Jorge Batlle, determinó en la ruptura de las relaciones bilaterales el 23 abril de 2002. El disparador de la medida adoptada por el gobierno uruguayo, fueron una serie de declaraciones de Castro en las que tildó a Batlle de "trasnochado y abyecto Judas" y de promover una política "ruin y miserable". El líder cubano reaccionó así a la aprobación de una propuesta del gobierno uruguayo ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU de invitar a las autoridades de la isla a "realizar avances en derechos civiles y políticos". La moción fue aprobada el 20 de abril por 23 votos a 21, con nueve abstenciones.

"El clima de agravios no es hacia mi persona sino hacia el país" y eso lleva a "distanciamiento inexorable", sostuvo Batlle al anunciar el quiebre de relaciones diplomáticas. La decisión determinó la declaración de "persona non grata" del por entonces embajador cubano José Joaquín Álvarez. "La ruptura se mantendrá hasta que se advierta que el pueblo cubano tenga paz y libertad", apuntó el exmandatario. Y así fue por el resto de su gobierno. Con la asunción de Tabaré Vázquez como presidente el 1° de marzo de 2005 se instruyó al canciller Reinaldo Gargano a restablecer el vínculo con la isla.

4. Bloomberg
"Los argentinos son una manga de ladrones del primero al último". Las palabras del presidente Jorge Batlle, difundidas por la cadena Bloomberg el 3 de junio de 2002, dieron vuelta al mundo. En esa entrevista, que Batlle siempre dijo que se trataba de dichos en una "conversación particular" con el periodista, también se refería al presidente Eduardo Duhalde como un mandatario que "no tiene fuerza política" ni "respaldo".

Batlle causó una tormenta diplomática que terminó con llamada a consulta al embajador uruguayo, un pedido telefónico de disculpas de suyo a Duhalde y un viaje al día siguiente a Argentina para disculparse personalmente con el pueblo. "Me sacaron de las casillas y provocaron mi enojo", dijo a modo de justificación de sus dichos. "Salía de un estrés y de una presión de cuatro meses donde Uruguay estuvo al borde de una situación casi insalvable. No me cuesta pedirle disculpas al pueblo argentino y a usted", le dijo a Duhalde, quien dio por terminado el episodio.

5. Préstamo puente de EE.UU.
"We are fantastic". El presidente Batlle remató con la que sería una de las frases más recordadas de su gobierno, la conferencia de prensa del 6 de agosto de 2002 cuando recibió al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul ONeill. La visita significaba un espaldarazo del presidente George W. Bush al gobierno de Batlle, con quien había construido una amistosa relación desde que coincidieron en la III Cumbre de las Américas, un año antes en Canadá.

La intervención de la administración Bush fue vital para viabilizar un préstamo puente de US$ 1.500 millones al Uruguay, por entonces sumergido en una profunda crisis generada por la corrida bancaria, la recesión económica, el déficit fiscal y la debacle financiera en Argentina. El crédito se efectivizó el lunes 5 de agosto; Uruguay reintegró el monto cuatro días después luego que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial asignaran una partida equivalente para concretar el rescate financiero.

6. Botnia
En octubre de 2003, el gobierno de Batlle autorizó la instalación de la primera planta productora de pasta de celulosa en el país, con la llegada de la empresa Ence a Fray Bentos. Las negociaciones con esa firma española y la finlandesa Botnia habían comenzado meses antes y entre ambos proyectos aseguraban una inversión inicial cercana a los US$ 2.000 millones.

En marzo de 2004 el gobierno uruguayo se comprometió ante el de Argentina a controlar la instalación y funcionamiento de la planta de Ence, sellando además un acuerdo para la creación de un sistema de monitoreo del emprendimiento. En diciembre de 2006, la empresa española anunció que trasladaría el proyecto a Punta Pereira (Colonia).

En febrero de 2005 el presidente Batlle autorizó la construcción de la planta de Botnia en Fray Bentos. La decisión trajo molestia en Argentina y en grupos ambientalistas.

En abril, ya con Tabaré Vázquez al frente del gobierno, comenzaron las obras.

Sin embargo, el paso de los meses y la falta de acuerdo sobre los controles y el impacto medioambiental del emprendimiento entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, desencadenaron un áspero y extenso enfrentamiento político y diplomático entre los vecinos del Río de la Plata, con el corte de puentes y la demanda ante la Corte Internacional de La Haya.

Una obra que inicio y un corte de cinta que supo agradecer
Como un simbolismo, Batlle fue el encargado -a pedido del presidente Tabaré Vázquez- de cortar la cinta para dar por inaugurado formalmente el nuevo Aeropuerto de Carrasco, el 9 de octubre de 2009. El gesto saludó el rol que jugó el expresidente colorado para el inicio del ambicioso proyecto: una moderna terminal aérea, desde el punto de vista arquitectónico y operativo, que reemplazara al viejo aeropuerto de Carrasco. La obra, instalada sobre la Ruta 101, ocupa una superficie total de 45.000 metros cuadrados y costó US$ 165 millones.

La concesión, subastada durante el mandato de Batlle, fue obtenida por el consorcio Puerta del Sur,

liderado por el Grupo Eurnekián (Argentina). La empresa fue la que ganó la subasta con una oferta de US$ 34 millones.

Tras la inauguración, Batlle resaltó el gesto de Vázquez. “Yo reconozco la actitud del Presidente y le agradezco, porque es un reconocimiento de un hecho real. No es un invento. Y además de parte de quien preside un partido político que se opuso a todas estas cosas; tanto Botnia, el puerto como el aeropuerto”.

Diario EL PAIS -  Montevideo -  URUGUAY -  25 octubre 2016