troncos de más de un metroRedescubren restos de bosque petrificado que describió Darwin hace más de 180 años

Pese a los años, todavía se conservan partes de troncos de más de un metro de diámetro y hasta tres de largo. Corresponden a antepasados de la araucaria y del gingko.
“Permanecimos dos días recolectando conchas fósiles y maderas petrificadas. Estas últimas estaban presentes en una cantidad extraordinaria y fue allí que encontré un tronco cilíndrico de quince pies (cinco metros) de circunferencia”.

 

Así describió Charles Darwin en su diario de viaje, su paso por el interior de Copiapó en 1835. Por mucho tiempo se creyó que había exagerado su descripción, y ni Domeyko ni Philippi, ni tampoco la mayoría de los geólogos que visitaron posteriormente la zona volvieron a preocuparse de los portentos descritos por el naturalista británico.

Debieron pasar alrededor de 180 años para que el sitio fuera redescubierto, según lo revela una investigación liderada por la paleobotánica de la Facultad de Agronomía de la U. de Chile, Teresa Torres.

Todo partió en 2010, cuando Héctor Olivares, científico del laboratorio de física de la U. de Atacama y andinista, la contactó para que analizara unos troncos fósiles que había visto al interior del valle.

“El predio es grande, son cerros y cerros los que hay que caminar, pero nosotros nos remitimos a la parte donde había troncos de mayor tamaño y que están más a la vista, porque hay quebradas llenas de troncos más pequeños”, detalla la investigadora. Reconoce que la subida fue cansadora porque el sitio -propiedad privada- se encuentra a unos 1.600 metros sobre el valle de Copiapó.

Torres se trajo muestras para estudiarlas e intentó conseguir financiamiento para hacer una investigación mayor, pero no tuvo éxito, y finalmente se olvidó del tema porque se dedicó a sus proyectos paleobotánicos en la Antártica.

Pero en 2015, durante un congreso de geología, nuevamente se topó con el tema en forma indirecta. Posteriormente, investigando antiguas memorias de geólogos descubrió que al menos dos investigadores habían consignado que el “bosque” petrificado podía ser el mismo que Darwin había visto. Torres comparó los perfiles de terreno hechos por Darwin en la zona, con los de los otros científicos y la coincidencia fue casi perfecta.

Ahora que culminó su trabajo en terreno con los proyectos antárticos, la investigadora retomó el interés por el “bosque” de Darwin, para lo que cuenta con el apoyo del paleontólogo de la U. de Atacama, Phillipe Moisan, quien junto a Olivares visitaron nuevamente la zona el invierno pasado.

Aunque muchos de los troncos que asombraron al naturalista británico han desaparecido, todavía quedan algunos de grandes dimensiones. Los mayores superan el metro de diámetro, y de largo pueden llegar a los tres metros, asegura Torres.

En cuanto a su origen geológico, corresponden a lo que se conoce como el límite entre el triásico y el jurásico, hace unos 200 millones de años antes del presente. “No están apilados, sino que esparcidos por un área amplia como si hubiera habido un mar que los trajo para acá desde otro lugar”. No solo hay troncos, sino que la investigadora también ha hallado hojas y restos de maderas.

Luego de análisis preliminares, llegó a la conclusión de que algunos serían parientes de las actuales araucarias. Otros presentan una estructura irregular que no es asimilable con ninguna especie actual de Chile y que en cambio estarían emparentados con los ginkgos de Asia oriental.

Teresa Torres presentó su hallazgo este mes en Punta Arenas, en el marco del Primer Congreso de Paleontología de Chile, organizado por el Inach y la Asociación Chilena de Paleontología.

Para turistas
A la paleobotánica Teresa Torres le preocupa el futuro de este patrimonio. Más allá de una declaratoria de protección, cree que es un atractivo sitio para el turismo de intereses especiales, específicamente si se promueve como el bosque petrificado identificado por Darwin. “Se pueden hacer paseos a caballo para llegar al lugar”.

ECONOMIA y NEGOCIOS - El Mercurio - CHILE 18 octubre 2018