Eldorado, firma que compraría Arauco, tendría altas deudas desde sus inicios
Uno de los aspectos que más destacan analistas mientras toma forma el eventual acuerdo entre la forestal Arauco -empresa controlada por el grupo Angelini- y su par brasileña, J&F Investimentos, para la compra de Eldorado, es la gran deuda que tiene esta última compañía. Los pasivos ascenderían a US$2.716 millones.
Una fuente cercana a la empresa indicó que el problema de Eldorado es que fue un proyecto hecho con poco capital propio. “La familia Batista tenía las tierras y el acceso a un financiamiento barato en el Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES). Realizaron el típico arbitraje de intereses: obtuvieron el dinero más barato de lo que el mercado cobraría, pusieron sus tierras e hicieron un negocio con el objetivo de vendérselo a alguien”, señaló.
Un ejecutivo financiero que conoce el sector, por su parte, afirmó que “nunca había visto una empresa que naciera con tantas deudas. No existe financiamiento para proyectos de largo plazo, que tienen casi un 100% de deuda, y eso es lo hicieron en la práctica”.
Los pasivos de Eldorado se remontan hacia el primer trimestre de 2014, cuando J&F Investimentos -empresa ligada a los hermanos Batista- inyectó cerca de US$151,5 millones a la forestal, con el fin de amortizar deudas ese año, pero esto no fue suficiente. Estas ascendían a US$424,2 millones en ese momento y después crecieron fuertemente.
En ese entonces, Joesley Batista -empresario brasileño que grabó a Michel Temer ordenando el pago de coimas- trató de convencer a los fondos de pensiones estatales, entre los cuales figuraban socios minoritarios de la forestal brasileña (Petros y Funcef), para que inyectaran más capital a la empresa, pero estos se negaron. La deuda líquida de la compañía Eldorado superaba en 14 veces su flujo de caja en ese entonces.
De los US$2.030 millones que la empresa debía a fines de ese año, el BNDES fue acreedor de US$939 millones y el banco de ahorros, mientras a Caixa Econômica Federal (CEF) de Brasil le debían US$303 millones.