puerto mdeoEl Puerto de Montevideo crece con cautela y a la espera de decisiones del gobierno uruguayo

Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia de la Argentina se produjo una nueva relación con el país oriental, que le permitió a éste aumentar el movimiento de cargas
PUNTA DEL ESTE.- Los miles de turistas que en este verano invaden el principal balneario uruguayo reparan en una gran piedra en el puerto de esta península, que recuerda el reclamo del prócer oriental José Artigas al gobierno de Buenos Aires de 1813 para asegurar la libertad de puertos.

En aquellos veinte puntos, que se conocen como las Instrucciones del año XIII -fueron los lineamientos que Artigas dio a los representantes orientales enviados a la Asamblea Constituyente de Buenos Aires- se refleja lo que ha sido siempre el reclamo de este pequeño país, que justamente nació con la fuerza estratégica de un puerto.

Del sistema de puertos uruguayos, el de Montevideo es el relevante y el que acaba de cerrar un año con crecimiento de 9% y que comienza otro ejercicio con enorme expectativa, no tanto por las proyecciones de posible aumento de actividad, sino por el desafío de un megaproyecto que puede revolucionar la estructura de ese puerto.

Todos los planes para la terminal logística de la capital uruguaya pasan ahora por una definición política y económica crucial, que es la definición sobre una tercera planta de celulosa, que en este caso no está prevista sobre el Río Uruguay, sino en el centro del país.

Hace meses que la Administración Nacional de Puertos (ANP) ha estado discutiendo sobre su nuevo Plan Maestro, y finalmente se decidió contratar una consultora externa para trabajar en esa área, pero ahora todo queda supeditado al nuevo megaproyecto de UPM, la empresa finlandesa que opera la planta de Fray Bentos, originalmente de Botnia, y que ahora conversa con el gobierno de Tabaré Vázquez sobre su segunda fábrica de pasta, la tercera del país.

La celulosa en el centro
La instalación de la primera fábrica de pasta en Fray Bentos, había generado rechazo de vecinos de Gualeguaychú, la ciudad que estaba del otro lado de la orilla del río Uruguay. El entonces presidente argentino Néstor Kirchner apoyó el planteo y toleró el corte de puentes binacionales lo que derivó en un conflicto con el primer gobierno de Tabaré Vázquez y un fallo de la Corte de La Haya.

José Pepe Mujica sucedió a Vázquez y aseguraba que él solucionaría el conflicto, lo que logró en primera instancia con su colega de entonces, Cristina Fernández. Pero tiempo después, la decisión de Mujica de autorizar a UPM (ex Botnia) para aumentar la producción anual de celulosa, tuvo represalias de Cristina.

"Nosotros nos vimos entre la espada y la pared y tuvimos que tomar la medida que tomamos con respecto a la fábrica de celulosa y ahora de casualidad pasan estas cosas", ironizó Mujica en 2013 cuando se conoció la resolución 1108/2013 de la Secretaría de Vías Navegables de Argentina, que prohibía que las exportaciones argentinas hicieran transbordos en puertos de Uruguay.

Cristina se la cobraba a Mujica y aquella medida perjudicó no sólo a los puertos orientales sino también a los exportadores argentinos y paraguayos que hacían trasbordos en Montevideo, por conveniencia económica. Pero la presidenta argentina golpeaba duro a Mujica, como para demostrar que sus gestos de buena vecindad no valían mucho. También se había dado aquella frase de Pepe que se deslizó por un micrófono que Mujica creía apagado: "esta vieja es peor que el tuerto", en una peculiar comparación que el presidente del Uruguay hizo del matrimonio peronista.

Aquel round entre Pepe y Cristina quedó en el tiempo, y antes de lo esperado, el nuevo presidente de la Argentina, Mauricio Macri, llegó a territorio oriental en el verano del año pasado, y como gesto de amistad hacia Tabaré Vázquez, entregó una copia de la resolución que eliminaba aquellas restricciones.

"Tras el levantamiento de la resolución 1108, obviamente que paulatinamente comenzamos a recuperar cargas", dijo a LA NACION Alejandro González, presidente del Centro de Navegación, la gremial de los agentes marítimos.

Los registros de la Administración Nacional de Puertos (ANP) muestran que el movimiento de contenedores había bajado 5% en 2014, cuando golpeó aquella resolución del gobierno kirchnerista, pero luego aumentó 5% en 2015 y en el 2016 hubo un crecimiento de 9%. El presidente del ente portuario, Alberto Díaz, declaró que ese resultado "es un crecimiento bueno" porque "hay que ver que la economía crece en el orden del 1%" y el movimiento portuario da una suba de esa magnitud.

Los agentes privados valoran ese aumento pero advierten que la composición del crecimiento muestra que ello ha sido resultado de movimientos de trasbordos más que de comercio genuino, en exportaciones o importaciones, lo que determina menor valor agregado y menor ganancia para todos los operadores.

Movimiento de contenedores
El informe del Centro de Navegación (Cennave) indica que el "movimiento de contenedores durante el pasado mes de diciembre alcanzó a 46.270 boxes, lo que representa un incremento de 15% respecto a igual mes de 2015" y en ese resultado se destaca que es "el primer mes en más de tres años en el que crecen tanto los movimientos de comercio exterior como tránsitos y vacíos".

Ese dato es auspiciante pero tanto las autoridades como los operadores privados, prefieren manejarse con prudencia, porque las proyecciones de comercio exterior tienen demasiados considerandos.

"En 2016 se acumularon 538.135 movimientos de boxes en el Puerto de Montevideo, lo que representa un incremento de 9% respecto de 2015", destaca el informe de Cennave.

Pero el desglose de los números aporta un dato de interés: "Al desagregar de forma preliminar la dinámica del pasado año, se verifica el comportamiento diferente entre plaza y tránsito, cayendo los movimientos por importaciones (-11,8%), aumentando levemente los movimientos por exportaciones (2,1%) y aumentando los movimientos por tránsitos (20,1%) y vacíos (11,8%)".

2016 fue un año complicado para las exportaciones uruguayas, pero el ejercicio terminó con un aparente cambio de tendencia.

Las exportaciones de bienes totalizaron US$ 8301 millones en 2016, una baja de 7,3% respecto a 2015. Luego de un sostenido crecimiento de las exportaciones -con un incremento promedio de 7% en una década-, las exportaciones uruguayas de bienes se redujeron en 2015 y 2016, pero los últimos meses mostraron primero menor ritmo de baja, luego estabilización y al final un repunte, que puede anunciar un cambio de tendencia. De concretarse, sería clave para más movimiento portuario.

El Instituto Uruguay XXI, un ente paraestatal sobre promoción de inversiones y comercio, pronostica para 2017 que las ventas al exterior retomen su senda de crecimiento.

Las importaciones de bienes -sin considerar petróleo y derivados- alcanzaron los US$ 7387 millones en 2016, una baja de 13,6% respecto de 2015. Los principales bienes importados -vehículos, insumos para los molinos eólicos y vestimenta- se retrajeron un 20%, 30%, y 10%, respectivamente. Eso también parece revertirse con cierto repunte de consumo y del nivel de actividad.

A todo esto, los planes de expansión del Puerto están sujetos a decisiones que el gobierno de Vázquez tomará este año, en Montevideo y en Finlandia, con las negociaciones con UPM para la mayor inversión privada en Uruguay, que está sujeta a que el país asegure a la compañía las condiciones de logística para traslado de la celulosa desde el centro del país hasta el sur, y en la salida al mundo a través del histórico puerto montevideano.

Diario LA NACION - Buenos Aires - ARGENTINA - 19 enero 2017