20piqueterosUPM nos agrede a todos

EL ARGENTINO publicó ayer la crónica del encuentro realizado en dependencias de la Comisión Administradora del Río Uruguay, cuyas autoridades recibieron a los ministros de Ambiente Sergio Bergman y Eneida de León, de Argentina y Uruguay, respectivamente.
Y de su lectura se desprenden varias cuestiones: la primera, la sorpresa de Bergman al estar junto a la mega planta, a pesar que se suponía que ya la había visto antes, cuando vino como orador de la ceremonia ecuménica previa a las marchas que organiza la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú o como candidato del PRO primero y de Cambiemos después.
No obstante, siempre es bueno que un funcionario nacional constate in situ lo que los vecinos denuncian, porque pareciera que los estudios y análisis presentados no bastan.

“Uno se para delante de eso y da miedo semejante imponencia”, descubrió el ministro, que pidió “que se invente algo para dar una señal de sensibilidad”, según se informó.
¿Cuál sería esa señal? ¿Cumplir con el dictamen de La Haya?
Esto fue esbozado por Bergman, pero la contaminación visual lo atrapó por completo
Sí. Como se lee.
Porque enseguida agregó “creo que podríamos amigablemente entendernos, porque no implica una revolución, ni un conflicto en el Digesto, ni tampoco implica ponernos o no de acuerdo con lo que pasa con el agua”.
¿Y entonces, ministro?

Porque la resistencia de Gualeguaychú y buena parte del corredor del Río Uruguay no pide por un paisaje de ensueños, sino aire limpio, agua limpia, sin todo lo que su chimenea emana y el chorro que sale de esa planta vuelca en las aguas.
La gente de estos lares, ministro, coincide con Usted en que esta celulosa, ubicada donde está, es una agresión a todos: al Estatuto del Río Uruguay, en principio. Y a nosotros, después.

Pero no le ha dado miedo, como a Usted, “semejante imponencia visual”.
El miedo es a las enfermedades, a respirar lo que cada tanto nos obligan a llevar a los pulmones, o incorporar a través de la piel.
Tampoco ha pensado nuestra gente en la posibilidad de una pantalla que tape la mega planta, sino que se pide hoy, como desde que comenzó a funcionar, que no contamine.

No sabemos, pero intuimos quiénes están en ese plural del que Usted dice “no somos los que tenemos la posición ex Botnia afuera, hay que demolerla, hay que sacarla”.
Aquí se ha pedido hasta el cansancio la propuesta que Usted ha traído de controlar y monitorear la planta, sin que se nos escuchara en ésta y en las gestiones anteriores, una de las cuales, recordamos, declaró la lucha ambiental de Gualeguaychú “causa nacional”.
Por eso se pide que se vaya a su país de origen, donde nunca el grupo responsable habría podido montar una estructura como esta que vemos en la otra orilla y que, volvemos a coincidir, da tanto miedo.

Y en esto somos firmes los de Gualeguaychú: nosotros sí queremos que esto se revierta, porque no corresponde que mendiguemos respeto cuando somos parte de un país soberano.

Finalmente, a su inquietud de por qué Botnia está ahí, decimos que es porque se lo permitieron las autoridades de uno y otro lado.
Que no escucharon a Gualeguaychú, donde se sostiene que la ilegalidad parte del primer minuto, al haber infringido un Estatuto.
Que la planta está donde está por la laxitud legal.
Que es contaminante y por eso hoy, como al principio, Gualeguaychú no le da la licencia social.

Diario EL ARGENTINO -  Gualeguaychu .  ARGENTINA -  15 diciembre 2016