Celulosa sí, celulosa no

Se desmantela la Fábrica de Celulosas de Huelva. El ERE afectará a 294 trabajadores directos y a varios miles indirectos. Análisis de algunos elementos del debate que no salen en los medios

Estamos asistiendo estos días de otoño a noticias relacionadas con el desmantelamiento de la Fábrica de Celulosas de San Juan del Puerto (Huelva). El ERE anunciado afecta a 294 trabajadores directos y a varios miles de puestos de trabajo indirectos. Vaya desde aquí nuestra preocupación por el daño laboral que va a afectar a varios cientos de familias andaluzas. Sin embargo quisiéramos introducir algunos elementos en el debate que no salen en los medios de comunicación.

La Fábrica de Celulosas se instaló en las cercanías de Huelva allá por el año 1963 (el decreto lo aprobó el Consejo de Ministros el 1-9-1955).

Comienza entonces una fiebre repobladora de especies invasoras y alóctonas como el eucalipto (Eucaliptus globulus principalmente, procedente de Australia) para abastecer de materia prima a la recién estrenada fábrica. En realidad, el proceso de repoblación forestal ya había comenzado en 1941 por la Brigada de Huelva-Sevilla, dirigida por el ingeniero Gaspar de la Lama, caracterizado por su falangismo militante y su fundamentalismo religioso. Se viven unas décadas muy duras tanto para la población rural encargada de llevar adelante las repoblaciones como para los propios ayuntamientos de la provincia de Huelva, que vieron como se les usurpaba gran parte de sus territorios municipales gestionados desde cientos de años atrás en muchos casos mediante Ordenanzas de gran valor medioambiental.

En la provincia de Huelva, entre los años 1941 y 1975 el Patrimonio Forestal del Estado (PFE) repobló más de 110.000 ha en 37 de los 79 ayuntamientos de la provincia, provocando unas actitudes de rechazo que aparecen recogida en numerosos textos que cualquier investigador puede consultar. En 1975 cerca de 12.000 ha de baldíos de Niebla se encontraban bajo control del triste y felizmente ya desaparecido ICONA y unas 4.500 ha en Valverde del Camino. Muchos agricultores se negaban a la expulsión de sus tierras, aunque el aumento del ritmo de repoblación, sobre todo a partir de 1965, aceleró el proceso de expulsión.

Las angustias y la pena de cientos de trabajadores rurales onubenses ( y algunos también de otras provincias como Sevilla) los obligó a un proceso de emigración rural que alcanzó en algunos momentos unas proporciones alarmantes.

Hoy en día, nuestra sociedad no recuerda, o no quiere recordar, algunos de estos acontecimientos sociales (con una base ecológica, de utilización de recursos del territorio) que además han provocado unos cambios de paisaje y una alteración de los ecosistemas naturales de Huelva que requieren al menos una profunda reflexión. Una parte importante del movimiento ecologista andaluz dedicó un gran esfuerzo durante años en parar este proceso, enfrentándose a una política forestal inadecuada, que no valoraba los recursos propios y que no daba valor a nuestras dehesas, matorrales y pastizales. ¿Cuánto se ha perdido en estos 50 o 60 años transcurridos? ¿Alguien repondrá las miles de Has. de encinares y alcornocales destruidos con total impunidad? ¿Ha puesto en marcha la Consejería de Medio Ambiente un auténtico Plan Forestal para Andalucía?
¿Celulosa sí o celulosa no?

EL PLURAL  -  Andalucia - ESPAÑA - 11 octubre 2014