Los dos fenómenos que alertaron a los vecinos de Malvín: campamentos en la arena y el derrame del colector
La Prefectura desalojó a personas que armaron carpas entre la rambla y el agua; un extremo de la playa Malvín ayer no estaba habilitada porque lluvias provocaron inudación del colector.Dos fenómenos molestaron a los residentes de Malvín: carpas improvisadas levantadas entre la rambla y el orilla y una enorme mancha que hizo cambiar el color del agua frente a la playa a la altura del colector.
Al llegar a la rambla y la avenida Hipólito Irigoyen, se podía apreciar que toldos de color azul habían sido colocados entre varios árboles enanos que pululan en la zona de arena y el agua. En el lateral de una de las carpas, los toldos fueron apretados con maderas de pallets. Afuera de la carpa, sobre la arena, se encontraba un bolso de mujer con varios pares de zapatos y un plato descartable con arroz sin terminar.
La altura de la improvisada carpa rondaba el metro y medio. Muchas cuerdas la unían a los troncos de los árboles, lo cual le permitía aguantar los vientos costeros.
La carpa estaba deshabitada. Un comerciante de Malvín relató que los dueños de la carpa era una pareja que no generaba problemas. "Él tiene un puesto frente a un supermercado. Se lleva bien con todo el mundo. Ella limpia los parabrisas de los autos en el semáforo. Se hizo querer tanto que cuando no está en la rambla, la gente para y grita su nombre para que se acerque. Le dan comida y dinero", contó el comerciante a El País.
Sostuvo que antes vivía con ellos un muchacho que sí generaba problemas con los automovilistas en el semáforo. "Pero la pareja misma se encargó de echarlo", agregó.
Del otro lado de un caminero de madera que une la playa con la rambla y a unos 100 metros del lugar, está ubicada la segunda carpa. Está hecha con telas de nylon transparente. Allí también vive una pareja.
Otro vecino dijo que el hombre tiene trabajo y la mujer queda todo el día en la zona. "No generan problemas de ningún tipo. Hay personas que les traen comidas", dijo.
En la zona hay restos de nylon y telas de otras carpas que fueron retiradas por unidades de la Prefectura tiempo atrás.
A las 14:00 horas de ayer, efectivos de Prefectura desalojaron a los habitantes de la carpa de nylon, según señalaron los vecinos a El País.
Dos horas más tarde, el hombre que vivía en la carpa de toldo azul, abandonó su puesto frente al supermercado y se dirigió a carpa. Se había enterado que de un momento a otro lo podían desalojar. Comenzó a juntar sus cosas y a quitar las cuerdas que unían las lonas con las ramas de los árboles.
"Uruguay no es para los uruguayos. Uruguay es para los turistas", dijo enojado.
Un jerarca estatal afirmó a El País que la Prefectura debe retirar a las personas que pretendan vivir en las playas porque se trata de un lugar público y así lo establece la legislación.
Sostuvo que a menudo se observan personas acampando en las playas o en las orillas de los ríos donde hay ramblas. "Algunos de ellos son mochileros que se ganan la vida haciendo acrobacias o vendiendo artesanías. Pero se les dice que no pueden armar sus carpas allí y se van a otro lugar sin problemas", explicó la fuente.
Reconoció que en las zonas de playas no hay carteles que indiquen que no se puede acampar. "También hay un problema social de personas que necesitan un lugar para vivir. Personas acampando en las playas se ven en los veranos y en todas partes del mundo", advirtió el jerarca.
El colector
El martes 3, el diputado suplente y arquitecto, Aldo Lamorte, publicó un video en su cuenta de Facebook con el título: "Se rompió el colector de Malvín". Luego preguntó: "¿Algo en las bombas o el retener de sólidos?"
En el video publicado por Lamorte, se veía una enorme mancha compuesta por un líquido oscuro que salía del colector y se desparramaba en dirección a la Isla de las Gaviotas y hacia la costa oeste de Montevideo.
Según supo El País, el colector no se rompió sino que se inundó por las recientes lluvias y eso hizo que se desbordara. Agregó que a menudo se llegan a ver hasta sillones saliendo flotando por la playa. "Es sorprendente lo que llega a tirar la gente", dijo una persona que conoce el funcionamiento del colector.
Agregó que cuando ese fenómeno ocurre, el extremo de la playa Malvín más cercana al colector queda inutilizable por la cantidad de desperdicios en la orilla.
Ayer, en esa parte de la playa, había bandera roja.