Las energías renovables en Uruguay podrían alcanzar récord de 99% en 2024
Es un gran activo que tiene el país, y que solo una docena de países en todo el mundo pueden mostrar.En el tiempo transcurrido del año hasta redactar esta columna (27 de noviembre), el peso de las energías renovables promedia 99% de la energía inyectada en el Sistema Interconectado Nacional (SIN). Es muy interesante tener en cuenta que el componente renovable respecto a la demanda del país asciende a 117%, debido a casi 2000 GWh exportados, principalmente a Argentina (90%).
Se espera que en la primera semana de diciembre la tendencia se mantenga positiva. El embalse de la central hidroeléctrica de Salto Grande se encuentracercano a su valor máximo, y la previsión de despacho de la primera semana del mes de ADMEno proyecta térmica fósil ni importaciones. Incluso si cambiase de allí en adelante la tendencia, el efecto se vería licuado por el alto componente renovable de lo ya transcurrido. Según nuestras estimaciones, el componente renovable en diciembre debería caer a 92% de la energía inyectada (que sería el menor peso mensual del año) para que 2024 no cierre en 99% en promedio.
No obstante, vale la pena tener en cuenta que el fenómeno La Niña puede afectar la hidraulicidad del país, y se esperan temperaturas por encima de lo normal en el trimestre noviembre-diciembre-enero 2024-2025, junto con precipitaciones entre normal y levemente debajo de lo normal, dependiendo la región. Habrá que esperar unas semanas entonces para ver si efectivamente las renovables alcanzarán valor récord este año, y tener en cuenta que el inicio del año puede mostrar otra tendencia.
Uruguay ha históricamente apostado a la generación renovable
No es en realidad un fenómeno nuevo que el componente renovable de la matriz eléctrica uruguaya sea elevado. En 2001, por ejemplo, el 98.5% de la electricidad disponible en el país (generación más importación) fue hidroeléctrica, y, por tanto, renovable. Si se mide en términos de la demanda del país, el peso renovable fue 114% ese año, dadas las considerables exportaciones a Argentina.
Es que Uruguay comenzó su camino en estas fuentes hace poco menos de un siglo. En la década del ´40 del siglo pasado, comenzó el desarrollo de las tres represas hidroeléctricas del Río Negro (Gabriel Terra, Baygorria y Palmar), que culmina en la década del ´80. A su vez, en la década del ´70 comienza la construcción de la represa binacional Salto Grande, sobre el río Uruguay, que culmina en la década siguiente. Como muestra de la importancia que históricamente ha tenido esta fuente de generación, se destaca el billete emitido por el Banco Central de Uruguay (BCU) en 1975 con una imagen de la represa Gabriel Terra, la primera de gran porte construida en el país.
Si bien la incorporación de energía renovable comercial continuó a fines del 2007 con la entrada en servicio de la central de biomasa de UPM, y en 2008 con la entrada en servicio del parque eólico Caracoles propiedad de UTE, fue a partir de 2014 que se dio la introducción masiva de fuentes de energía renovables no convencionales: eólica, solar y biomasa.
Lo que sí es nuevo, es que, a partir de 2014, fue posible mantener el componente elevado de renovables independientemente del aporte hídrico. En el periodo previo a la mencionada introducción masiva (2000-2013), el peso de las renovables fluctuó entre 51,6% y 98,5%, promediando 73.1%; recordando que hubo sequía en 2008-2009, y 2012. Desde entonces (periodo 2014-2023), el componente renovable ha fluctuado entre 80,9% y 98,2%, promediando 91,9%; recordando que el periodo 2020-2023 fue particularmente seco.
Un activo a valorar y mantener
Si bien el elevado componente renovable no es nuevo, ni raro en lo local, no se debe perder de vista que sí es raro en lo global. Solo 10 países del mundo han logrado 100% de generación eléctrica renovable en 2022 (Albania, Bután, Nepal, Paraguay, Islandia, Congo, Costa Rica, Etiopia, Lesoto, y Noruega), mientras que 2 países alcanzaron 99% (República centroafricana y Uganda).
Este es un activo con el que cuenta el país, pudiendo sus industrias declarar que, al consumir de la red, la electricidad es prácticamente en su totalidad renovables. De hecho, como hemos comentado en otras ocasiones, pueden certificar que esto es así, y conseguir acceder a mercados con mejores precios. En otros países del mundo, este tipo de certificados son comercializados. En Australia, por ejemplo, se compran a un precio de hasta 45 USD/MWh en el mercado spot[8].
Eventualmente, en contexto de la transición energética, los países del mundo también lograrán elevado componente renovable en su matriz de generación eléctrica. Resulta conveniente aprovechar en el corto plazo de este activo poco común, y apuntar a lograr mantener esta ventaja comparativa, expandiéndolo a la matriz energética en general.
- Felipe Bastarrica es Director Ejecutivo del Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable (UCU)