Entrevista: por qué Uruguay es referente en energías renovables y cómo el sector puede mover toda la economía
En diálogo con El País, el presidente de la Asociación Uruguaya de Energía Renovable (Auder), Marcelo Mula, habló sobre el presente del sector y los desafíos que presenta de cara al futuro.
Uruguay se ha convertido en uno de los países más destacados a nivel regional y global a la hora de implementar las energías renovables en diversos planes, logrando impulsar la economía local gracias a sus grandes proyectos de infraestructura. Sin embargo, el abastecimiento de la alta demanda de energía mundial y la necesidad de una normativa que respalde este nuevo mercado se han convertido en uno de los principales desafíos para todos los actores que participan de la promoción de las renovables. El País dialogó de eso y más con Marcelo Mula, presidente de la Asociación Uruguaya de Energía Renovable (Auder), en la previa del nuevo congreso Latam Renovables, celebrado este martes en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). A continuación, la entrevista.
-¿Cuál es el presente de las energías renovables en Uruguay?
-Estamos en un momento bisagra, de inflexión, porque se están empezando a usar las energías renovables para usos que no pensábamos. Por ejemplo, poder producir, a partir de las energías renovables, electricidad para alimentar fábricas y para fabricar en Uruguay los nuevos combustibles (N. de la R.: hidrógeno verde) que van a sustituir al petróleo. Es un momento bien importante por eso mismo, porque los nuevos combustibles que se van a empezar a usar para mover aviones, para mover barcos, para mover camiones, es decir, básicamente el transporte y la industria, van a necesitar de energía renovable para poder alimentar las fábricas que van a producir esos productos.
-¿Cómo cree que se posiciona el país en el uso de este tipo de energías, tanto a nivel regional como global?
-Uruguay es líder en este tema, sinceramente no hay duda sobre eso. ¿Por qué? Porque somos el primer país en Latinoamérica que pudo descarbonizar su matriz eléctrica. Nosotros ya no dependemos de los combustibles fósiles para producir electricidad, a no ser por algún respaldo en épocas especiales, pero tenemos un 92% de energía renovable de matriz eléctrica, entonces en ese sentido somos líderes.
El tener una matriz eléctrica renovable ha hecho que se acerque una nueva demanda de energía eléctrica al Uruguay. Por ejemplo, los data centers que se están anunciando en Uruguay (el Poder Ejecutivo autorizó la ampliación de la zona franca Parque de las Ciencias para la instalación de un data center de Google) vienen no porque Uruguay es un país barato, no porque Uruguay tenga precio de energía barata, sino porque tiene energía renovable. Si estas industrias no tienen un soporte de energía renovable para poder alimentar a sus servidores, no se pueden instalar porque no consiguen financiamiento.
Por haber hecho bien las cosas y por estar en la vanguardia, somos el segundo país después de Dinamarca con penetración de energía eléctrica de fuente solar y eólica del mundo, y eso lo logramos en el año 2017. Cuando viajamos a los congresos es común que se acerquen a preguntarnos cómo hicimos para poder lograr eso, descarbonizar la energía eléctrica y estar en punta en la segunda transición energética. Somos referentes y nos miran, y de hecho por eso es que nosotros ahora estamos entre los tres primeros países del mundo en poder concretar un proyecto de hidrógeno verde grande usando los fondos del gobierno alemán en el H2Global (instrumento creado en Alemania con el objetivo de impulsar este mercado).
-En este marco, ¿cuáles cree que son los desafíos que se han presentado hasta el momento y que también pueden llegar a presentarse a la hora de impulsar el uso de este tipo de energía?
-Hay dos desafíos. Uno es crear demanda de estos productos. Todavía no existe hoy en día en el mundo una demanda que impulse la instalación de, por ejemplo, producción de metanol o de amoníaco, que son los productos que Uruguay podría llegar a fabricar en base a hidrógeno. Es una demanda que se está creando, ese es el gran desafío. Por otro lado está el desafío interno nuestro, que es adecuar una normativa que no estaba preparada para este nuevo mercado porque no existía hace unos años. Dentro de eso está todo el tema regulatorio, de promoción, de infraestructura, que es un poco lo que se ha venido trabajando en este último año. Eso es por el lado del hidrógeno, que es nuestro gran desafío como país, pero después está la electrificación de los otros servicios que tenemos hoy en el país, que es básicamente el transporte.
En Uruguay el transporte de pasajeros de ómnibus urbano, por ejemplo, ya empezó una transformación y ahora las empresas van a dar un salto muy grande. Se anunció una inversión muy grande, y de hecho en el Congreso Latam Renovables va a estar una de las principales empresas de Uruguay como es Cutcsa, contando sobre su proyecto de 200 ómnibus eléctricos y todos los desafíos que eso genera para poder hacerlos viables, ya que hay que hacer infraestructuras y centros de recarga. Tiene que haber toda una lógica y una ingeniería de cómo conectar la carga entre todos los vehículos para hacerlos viables.
-UTE también recibió más de 10 ofertas de empresas nacionales e internacionales para el desarrollo de un segundo parque solar. ¿Cómo viene ese tema y cuáles son los siguientes pasos a seguir?
-Sí, UTE sacó una licitación por un parque nuevo, propio, de 25 megavatios ubicado en San José. Hay varias ofertas de constructoras para poder llevarlo adelante, eso se está por definir. Después hay otro parque (en carpeta) bastante más grande de 75 megavatios, que también anunció UTE el año pasado (ubicado en Cerro Largo) y que tendría este año la licitación. Pero eso es mínimo, no alcanza. Estamos hablando de que Uruguay necesita incorporar 800 megas de acá al 2035 y 100 megas por año a partir del 2025. Otra cosa que estamos esperando es que se empiecen a necesitar las nuevas demandas de energía eléctrica renovable para las nuevas fábricas que están relacionadas con la producción de hidrógeno verde. Eso dispararía 10 veces lo instalado hoy y sería lo que se necesita de energía.
Cambios
-Por otro lado, ¿qué cambios se pueden visualizar de aquí a futuro con la implementación del hidrógeno verde en diversos proyectos?
-Tenemos muchas expectativas de que este año se pueda anunciar el inicio de alguna de las obras. Ya está para anunciar el inicio de obras de proyectos pilotos chicos para probar el hidrógeno. Después los proyectos más grandes están más relacionados a la demanda del producto a nivel internacional, porque básicamente son para exportación. No hay duda de que se va por ese camino, porque el mundo va para ese lado. La sustitución de los combustibles fósiles se tiene que dar, se está dando, y la alternativa que hay hoy en día es el uso de combustibles sintéticos en base a hidrógeno, que después se sintetiza con moléculas de CO2 y se hacen las cadenas de los hidrógenos. Son nuevas moléculas, similares a las de hidrocarburos, pero renovables.
También hay un proyecto que es de Combustible de Aviación Sostenible (SAF, Sustainable Aviation Fuel, por sus siglas en inglés) y lo va a presentar ALUR. Muchas veces hay una demanda impuesta con base a necesidades del cambio climático en la industria de la aviación y a partir del 2030 el 10% de los combustibles que mueven las flotas de aviones a nivel mundial tiene que ser en base a combustibles de este tipo, renovables y sustentables. Uruguay tiene un aeropuerto y tiene que poder suministrar ese 10%. El proyecto se haría en base a aceites vegetales, lo produciría ALUR y se fabricaría en la refinería de La Teja. Ese es un proyecto real en el que Uruguay está trabajando, y sería también de los primeros en esta nueva era de los combustibles sintéticos.
-¿Las renovables van a tener un papel clave en el desarrollo de la economía local?
-Sí, para mí es como la gran oportunidad y la gran necesidad. No hay grandes proyectos de infraestructura en Uruguay en un corto plazo. Si nosotros logramos que Uruguay siga avanzando, se posicione y logre completar las inversiones asociadas a los nuevos combustibles sintéticos, el dinero de inversión que se haga es un orden de magnitud mayor. Estamos hablando de proyectos de US$ 6.000 millones cuando UPM fue de US$ 4.000 millones. Aporta toda la obra de infraestructura que hay que hacer para poder sacar estos productos, puertos nuevos, adecuación. Este es un sector que va a mover en forma horizontal toda la economía. De hecho, este es el primer año que existe la Asociación Uruguaya de Hidrógeno en Uruguay, y en esa asociación están las principales cámaras empresariales de Uruguay. Por ejemplo, está la Cámara de la Construcción (CCU), la Cámara de Industrias (CIU), la Cámara Uruguaya de Logística (Calog), la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (Augpee) y la Auder. ¿Por qué? Porque estas inversiones mueven todo. Tenés que tener las empresas constructoras, las empresas logísticas, las que producen la energía. Entonces es muy importante que cada cual esté viendo los problemas, las dificultades en las que hay que trabajar y lo presente en sus eslabones. Ese es un poco el motivo de la asociación heterogénea y por qué es necesario ver en forma integral todo el proceso y así mismo tener un interlocutor válido con el gobierno y con los ministerios.
financiamiento y promoción
Rol del gobierno
-¿Cree que el apoyo brindado por el gobierno en cuanto al uso, financiamiento y promoción de las renovables ha sido positivo?
-Este gobierno sacó una hoja de ruta de las inversiones a futuro y se hicieron muchos estudios. Se está trabajando en convenios con distintas organizaciones a nivel mundial, con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con puertos que financian estudios de cómo Uruguay se puede meter en este nuevo mundo de economía del hidrógeno. Entonces, sí, en ese sentido el apoyo existió y de hecho nosotros como cámara acompañamos en varias misiones al gobierno para poder conseguir posicionar a Uruguay.
Después está todo el tema de poder hacerlo real. Se está trabajando en normativa, en regulación, en el tema de promoción para poder sacar decretos que viabilicen ciertos temas que hoy en día todavía no existen porque es un mercado nuevo.
En el panel “Energía del Futuro, Compromiso Nacional” (del evento Latam Renovables que se celebra hoy) justamente apuntamos a eso, que este es un año electoral donde puede haber un cambio de partido de gobierno, y estas inversiones que son muy a largo plazo, se analizan y se estudian y se financian a más de 20 años. Son muy importantes las señales que se dan hacia los mercados, hacia los inversores, hacia las empresas que están haciendo estos proyectos. Nosotros venimos pregonando la necesidad de poder adecuar la política a largo plazo en energía que tiene Uruguay. El país tiene un acuerdo multipartidario desde el año 2010, donde se definieron políticas a largo plazo hasta el año 2030. Entonces ahora lo que estamos pidiendo, justamente, es avanzar en un acuerdo a nivel país y de políticas del Estado en temas de energía, porque es fundamental.