Ambientalistas critican al proyecto de Arazatí por falta de estudios
También se cuestiona la justificación financiera.
El proyecto de instalación de una toma de agua alternativa en Arazatí para el sistema metropolitano ha sido fuertemente cuestionado por MOVUS, Movimiento por un Uruguay Sustentable, debido a la falta de estudios técnicos, económicos y ambientales que justifiquen su ejecución. Según el comunicado de prensa emitido por Movus, la OSE no ha proporcionado la información necesaria para sustentar la decisión de localizar la toma de agua en Arazatí.
«Se necesita contar con una segunda planta potabilizadora para el sistema metropolitano, pero OSE carece de estudios técnicos, económicos y ambientales que justifiquen la localización, el costo y la conveniencia de instalar una toma de agua alternativa para el sistema metropolitano en Arazatí», señala el comunicado. Esta afirmación se basa en los informes de la propia OSE, obtenidos por MOVUS a través de pedidos de acceso a la información pública.
Fuentes alternativas
El miembro de Movus, Raúl Viñas afirmó consultado por Diario La R que “el único estudio que pudieron presentar de alternativa es el que les dio el propio consorcio (Aguas de Montevideo) para que aceptaran hacerlo en Arazatí, osea que no se estudiaron otros lugares del Río de la Plata ni otras posibles fuentes de agua”. La ausencia de estudios sobre fuentes alternativas al Río Santa Lucía para el abastecimiento de agua a la zona metropolitana es uno de los puntos más críticos expresados en el comunicado de Movus. «OSE no pudo presentar ningún estudio que pueda justificar la elección, hecha por el consorcio proponente, de la zona de Arazatí, para ubicar la toma de agua del sistema», destaca el comunicado de prensa. Esta falta de justificación técnica, según los ambientalistas, genera serias dudas sobre la idoneidad del proyecto y su viabilidad a largo plazo. Entre las idas alternativas de Uruguay Sustentable está la de explorar otras fuentes como la del lago del Rincón del Bonete que según explica Viñas “tiene agua que es 130 veces más en volúmen que lo que tiene la represa de Paso Severino que cuenta con agua suficiente para el abastecimiento de más de 100 días para Montevideo”.
Además de la carencia de estudios técnicos, el aspecto económico del proyecto también ha sido cuestionado. MOVUS subraya que la OSE no ha presentado ningún informe económico-financiero que justifique la reserva de 810 millones de dólares para el pago del proyecto, aprobada mediante la resolución del directorio 1042/2023. «No existe justificación económica ni financiera para el pago de más de 800 millones de dólares por una obra cuyo costo, de acuerdo a lo informado por el proponente, no supera los 250 millones», enfatiza el comunicado. La disparidad entre el monto reservado y el costo estimado del proyecto plantea inquietudes sobre la gestión financiera de la OSE y la transparencia en la toma de decisiones. Esta situación ha llevado a MOVUS a celebrar la reciente sentencia en primera instancia que ordena no innovar en el tema de la «Iniciativa Privada» para la instalación de la toma de agua y la planta potabilizadora en Arazatí. «En la sentencia se expresan sólidos argumentos respecto a la ilegalidad e inconstitucionalidad del proyecto», afirma MOVUS, agregando que «a eso se suma la inconveniencia ambiental del sitio elegido por el consorcio proponente, ahora adjudicatario de la obra. Sobre eso el dictamen de la academia es unánime». La preocupación por el impacto ambiental y la falta de consenso académico sobre la viabilidad del proyecto se suman a los argumentos en contra de su ejecución.
«El Directorio de OSE ha actuado en contrario de los mejores intereses de OSE, del Uruguay y de los uruguayos», concluye el comunicado.