En Paysandú se presentó un proyecto para la creación del Primer Parque de Secuestro de Carbono en Uruguay
En Paysandú, con respaldo de la intendencia, la empresa ARTi presentó un proyecto para la creación del Primer Parque de Secuestro de Carbono en Uruguay.Un proyecto emprendido por una empresa fundada en Estados Unidos por un ingeniero agrónomo uruguayo, que cuenta con el respaldo de la Intendencia de Paysandú, considera la creación del Primer Parque de Secuestro de Carbono en Uruguay, a través del proceso de generación de biochar, una tecnología que aún no existe en el país.
Secuestro de carbono y producción de biocarbón
En la sede de Sofka (donde funcionó la célebre Paylana), en Paysandú, hubo un desayuno de trabajo para presentar un proyecto que, se indicó a El Observador por parte de los anfitriones, pondrá a Uruguay entre los países con prácticas de vanguardia en el secuestro de carbono y producción de biocarbón.
La mencionada empresa es ARTi, creada por el agrónomo Bernardo del Campo, quien patentó una tecnología para reducir y gestionar desechos orgánicos (agrícolas, forestales e industriales), mejorar los suelos y contribuir a desacelerar el cambio climático.
La presentación del proyecto, donde se invitó a los interesados a vincularse al mismo, se realizó con el apoyo de la intendencia, con la participación del director general de Desarrollo Estratégico y Sostenible, Eduardo van Hoff.
Con la presencia de autoridades ministeriales, empresas, instituciones académicas y de investigación, se explicó sobre las propiedades del biochar (biocarbón), la eficacia medioambiental de la tecnología y las razones por las cuales Paysandú es un destino estratégico para este desarrollo.
Enmienda de suelos y secuestro de CO2
La tecnología transforma un pasivo ambiental en un activo al convertir residuos orgánicos en biocarbón (biochar) mediante la pirólisis.
El biochar tiene diversos usos, destacándose como enmienda de suelos y por su capacidad para secuestrar CO2 de manera eficiente y permanente.
Inicialmente se proyecta la instalación de un primer reactor de pirólisis, pero se prevé la instalación de más unidades de producción de biochar en los años siguientes, ya que es modular y escalable.
Bernardo del Campo, CEO de ARTi, expresó que cada unidad de pirólisis tendrá la capacidad de procesar 6.000 toneladas de residuos anualmente, generar 1.500 toneladas de biocarbón y de secuestrar 3.000 toneladas de CO2 equivalente.
“Esto significa que un solo reactor de pirólisis de ARTi tiene la capacidad de secuestrar anualmente lo mismo que secuestran 3.000 árboles en toda su vida”, añadió del Campo.
Van Hoff expresó que el proyecto “está alineado al objetivo de trabajar por un Paysandú carbono neutral” y que la intendencia busca ser un “catalizador de este proceso de intercambio entre diversos actores para pensar en ese Paysandú más limpio”.
La ponencia y organización estuvo a cargo del equipo local de la empresa, compuesto por Mónica del Campo, Magdalena Ordoqui y el apoyo de la ingeniera agrónoma Belén Vega. De manera virtual, participaron desde Estados Unidos y Ecuador Bernardo del Campo, Mercedes del Campo, Renato Valverde, Diego Guevara y José Varela.
María Mónica del Campo, directora Estratégica de ARTi, dijo que “Uruguay tiene todo para ser un polo de generación de parques de carbono: abundancia de biomasa, suelos de producción agrícola y forestal para el uso del biochar, ventajas logísticas, alineación del país con la sustentabilidad, instrumentos que promueven la innovación y el desarrollo de tecnologías limpias, y una capacidad de articulación clave para generar proyectos de esta índole”.
Durante el desayuno de trabajo se invitó a participar a diversos actores interesados en el proyecto que articulará al sector público y privado. “Queremos que Uruguay tenga este Parque de Secuestro de Carbono, esto lo ubicará entre los países con prácticas de vanguardia en el secuestro de carbono y producción de biochar”, concluyó Bernardo del Campo.
La empresa fundada en Estados Unidos
ARTi es una empresa dedicada a implementar soluciones innovadoras y sostenibles. Fue fundada en Estados Unidos en 2013 por Bernardo del Campo, un ingeniero agrónomo uruguayo que cursó estudios de doctorado en Iowa University. Desde entonces, ha investigado, realizado consultoría y creado tecnologías verdes. Entre ellas, ha desarrollado y patentado reactores de pirólisis para la producción de biocarbón, carbón activado y carbono “verde”, a partir de desechos orgánicos.
Esta tecnología, como se adelantó, convierte un pasivo ambiental en un activo ambiental.
A través del proceso de pirólisis, somete a altas temperaturas y oxígeno limitado a diversas biomasas (residuos de origen orgánico). El resultado es el biochar o biocarbón: un carbón premium que no se descompone, por su capacidad única para bloquear permanentemente el carbono en una forma estable y sólida, ayudando así en la captura de CO2 de la atmósfera. Por ello, es una de las principales herramientas consideradas a nivel mundial para desacelerar el cambio climático.
El biochar tiene diversas aplicaciones, el mayor uso es en la agricultura. Este carbono orgánico, resultado de la pirólisis de biomasa, posee una estructura extremadamente porosa, por lo cual los suelos mejoran la capacidad de retención de agua y retención de nutrientes, se logra una mayor aireación y menor compactación, lo cual estimula e incrementa la actividad microbiana y favorece el crecimiento radicular.
Asimismo, ayuda a regular el pH de los suelos ácidos. Por estas razones, el biochar es una enmienda eficiente para la restauración y regeneración de los suelos.
ARTi está radicada en Estados Unidos, tiene una planta de manufactura en Ecuador, y tiene una oficina de operación en Uruguay.