El "cambio acelerado" en negocios y finanzas a nivel mundial que Uruguay busca "capitalizar" al ser "ejemplo"
En una disertación en la sede de CAF-banco de desarrollo de América Latina, el director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas, Herman Kamil, habló al respecto."Hay un cambio acelerado en el mundo de los negocios, las finanzas y el comercio a nivel global debido a la creciente conciencia sobre la sostenibilidad ambiental”.
Al aprovechar su estatus, Uruguay ha innovado en materia financiera. Lo dijo el director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Herman Kamil, en un acto en la sede en Montevideo de CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, en el que también participaron el ministro de Ambiente Robert Bouvier y el representante de CAF en Uruguay Miguel Ostos.
En su intervención el director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF afirmó que los desafíos de abordar el cambio climático y conservación de la naturaleza van más allá del bienestar común y la sostenibilidad del planeta para las próximas generaciones.
“La tendencia a la descarbonización, la producción agroganadera sostenible y la conservación de los recursos naturales, tienen un rol cada vez más preponderante en las relaciones económicas, financieras y diplomáticas entre países y entre empresas: en la forma que accedemos a los mercados de bienes, el costo de financiamiento, cómo valorizamos nuestra producción, y cómo atraemos inversión extranjera”, agregó.
Para Kamil esto representa una oportunidad para Uruguay. “Enfrentar el cambio climático, tanto en su mitigación como en adaptación, no sólo consiste en gestionar los riesgos, sino en aprovechar las oportunidades", enfatizó el jerarca.
"Uruguay es un ejemplo de responsabilidad ambiental en un mundo y en un tiempo en el que esto es central. Buscamos capitalizarlo para intentar mejorar las condiciones de acceso al crédito soberano, y a la vez proyectar y posicionar al país frente a otras iniciativas estratégicas, como tener mayor acceso a mercados de bienes ante consumidores y reguladores cada vez más exigentes y la atracción de inversión extranjera directa”, explicó.
Kamil enfatizó que “dado los avances de Uruguay en sostenibilidad ambiental forjados a lo largo de distintas administraciones y con esta visión estratégica, el gobierno construyó sobre dos políticas de Estado: las de gestión de deuda y acción climática".
Para ello "desarrolló nuevos instrumentos de financiamiento que incorporan incentivos económicos positivos para la conservación de bienes públicos globales (tales como la mitigación del cambio climático y la preservación del capital natural)", agregó.
"En particular, hemos alineado la estrategia de fondeo del gobierno, en los mercados de bonos y préstamos multilaterales, con la consecución de los compromisos de sostenibilidad ambiental asumidos por Uruguay ante el Acuerdo de París”, indicó el funcionario.
En ese sentido, Uruguay hizo la primera emisión en el mundo de un bono global verde (deuda) que contempla la innovación que si el país sobre cumple dos metas ambientales, la tasa de interés que paga al inversor disminuye. También incluye (algo que ya es más habitual) el hecho de que si el país incumple esas metas, la tasa de interés a pagar al inversor aumenta.
El Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático (BIIC), Uruguay asumió el compromiso de reducir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero por unidades de Producto Interno Bruto (PIB) real y de mantener el área de bosque nativo.
En 2022, la emisión original obtuvo US$ 1.500 millones, mientras que en su reapertura en 2023 obtuvo US$ 700 millones más.
Además, el Banco Mundial (BM) aprobó el año pasado un préstamo de US$ 350 millones para Uruguay, cuyas condiciones de financiamiento están vinculadas con el cumplimiento de metas ambientales.
En este caso, el crédito podría tener una reducción de hasta US$ 12,5 millones en los intereses que paga Uruguay, si logra una disminución verificable en la intensidad de las emisiones de gas metano del sector ganadero.
KAMIL
La coordinación es clave
Para el director de la Unidad de Gestión de Deuda el trabajo de coordinación y colaboración entre el MEF y los Ministerios sectoriales (Ministerio de Ambiente, Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y Ministerio de Industria, Energía y Minería) es clave.
Esto, tanto en el diseño de estos instrumentos financieros, así como en el reporte y verificación de los indicadores, y también en las políticas públicas e incentivos al sector privado para alcanzar las metas ambientales.
“Para desarrollar este tipo de productos financieros se necesita una coordinación fuerte entre el MEF y las carteras sectoriales, así como una arquitectura estadística rigurosa", explicó Kamil.
"La institucionalidad interministerial y la solidez técnica existente en el Sistema de Respuesta Nacional al Cambio Climático, fue la base sobre la que se desarrollaron mecanismos de coordinación y gobernanza para el reporte y monitoreo anual de los indicadores de los instrumentos de financiamiento sostenible”, concluyó.