Este lunes llegan dos escáneres al Puerto de Montevideo; se utilizarán para inspeccionar los contenedores
El gobierno compró tres escáneres para ampliar la capacidad de inspección a los contenedores que llegan y salen del puerto; se hará una ceremonia donde participarán autoridades del Poder Ejecutivo.
Hace un mes, llegaban a sus etapas finales la construcción en el puerto de Montevideo de las bases de los escáneres que el gobierno adquirió para controlar contenedores con destino al exterior, en particular hacia Europa.
Consultado por El País, el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Juan Curbelo, anunció que mañana (martes) arribarán a Montevideo dos de los tres escáneres adquiridos por el gobierno de Luis Lacalle Pou. “Se hará una recepción. Concurrirán autoridades de los ministerios de Economía y Transporte, entre otras altas jerarquías”, explicó Curbelo.
En junio de 2023, el gobierno adjudicó la licitación para la compra de los tres escáneres para el puerto de Montevideo a la firma estadounidense S2 Global Inc., con el objetivo de ampliar la capacidad de inspección de los contenedores que llegan y salen de la principal terminal marítima de Uruguay.
Con el objetivo establecido, comenzaron el 12 de setiembre de 2023, las tareas previas de instalación de los aparatos, a cargo de un equipo multidisciplinario. La Dirección Nacional de Aduanas definió los lugares donde se colocarán los escáneres: dos, en el acceso Norte y el restante, un equipo transportable, en el acceso Maciel. El nuevo equipamiento permitirá ampliar la capacidad de acción en materia inspectiva, ya que, con el uso de tecnología de última generación, se podrá revisar entre 75% y 80% del volumen total de teus (unidades equivalentes a 20 pies, en que se miden los contenedores) que maneja el puerto.
Por año, transitan por la terminal portuaria más de un millón de contenedores, de los cuales el 80% está en tránsito. Todos los tipos de operaciones serán controladas por los escáneres como tránsito, reembarco y trasbordo. La empresa adjudicataria del gobierno proporcionará durante diez años los equipos, el mantenimiento, la operativa, el software y el entrenamiento a los trabajadores. El costo de la adquisición es de US$ 40 millones.
La compra de esos escáneres generó polémica. El Tribunal de Cuentas (TCR), con mayoría frenteamplista, observó el gasto. El Ministerio de Economía ratificó la erogación. También causaron controversias las continuas roturas del único escáner que funcionaba en el puerto.
En 2019, en el puerto de Hamburgo se detectó un cargamento de diez toneladas de cocaína que salió desde Paraguay. La cocaína pasó por Montevideo y llegó hasta Hamburgo, no solo pasó con luz verde por el Puerto de Montevideo, sino que además había sido escaneado en Paraguay y ese país no envió alertas a Uruguay.
El aparato que se accidentó en 2007
En 2007, un escáner de origen chino era muy esperado en el puerto de Montevideo. Sin embargo, cuando era transportaba dentro del recinto, el equipo se cayó y se rompió el brazo del escáner que pasa por encima de los contenedores. Investigadores y peritos no descartaban la posibilidad de un sabotaje. El entonces director de Aduanas, Luis Salvo, se mostró muy desconfiado con el episodio. Dijo que el hecho podrá ser “un accidente o una casualidad”, pero “es grave”. Indicó que desde hace años, se esperaba tener esta tecnología, y cuando se llega al objetivo “surge esta casualidad”. Ello afectará las importaciones, la transparencia, la seriedad y los controles, expresó. Salvo dijo que la Dirección de Aduanas “redoblará esfuerzos” y realizará más controles, algo que “hay gente que no le va a gustar”. Por su parte, el entonces presidente de la ANP, Fernando Puntigliano, dijo que el organismo no recibió formalmente el escáner y descontó que la empresa arrendadora enviará otro. “La administración no puede recibir uno dañado, esperamos que sea en un plazo breve”, dijo. El escáner se encontraba en el depósito de una empresa portuaria. En la órbita oficial, la Prefectura Nacional Naval inició una investigación formal del hecho y se dispusieron diversos peritajes. No se descartó la hipótesis de un sabotaje. Finalmente, la Justicia Penal dictaminó que no había pruebas sobre un eventual hecho delictivo que hubiera provocado los destrozos sufridos por el aparato.