Los planes de expansión del "Silicon Valley uruguayo" y los retos para jugar en las "grandes ligas"
El presidente del LATU, Ruperto Long participó del ciclo Líderes de El Observador y habló sobre cómo ve a Uruguay en términos de innovación tecnológica.Días atrás, las autoridades del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) anunciaron que la institución cambió su nombre a Parque de Innovación del LATU. Más allá del aspecto formal, su presidente, Ruperto Long explicó que con la modificación se busca "poner en el centro un concepto que es clave para el LATU: la innovación".
En ese sentido, Long —quien ya había sido presidente del LATU en el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera— señaló que la innovación "es esa pequeña chispa que trae 'la gran llama', como decía Dante Alighieri" y que tiene un "fuerte componente de conocimiento, técnica y ciencia".
Recientemente, el LATU anunció que desembarcará en dos nuevos departamentos y su presidente contó también cómo se vienen desarrollando las obras de expansión del parque industrial y tecnológico en el que se construirá un espacio multipropósito, un estudio de filmación para la industria audiovisual y donde también se ubicará la Universidad de Montevideo.
En una nueva entrega del ciclo Líderes, el presidente del LATU habló sobre los desafíos que tiene Uruguay para lograr jugar en las "grandes ligas tecnológicas" del mundo, el presente del ecosistema emprendedor y tecnológico uruguayo, la necesidad de concretar acuerdos comerciales con otros países y la importancia de que el Poder Ejecutivo destine mayores recursos a la institución. A continuación un resumen de este intercambio.
¿Cómo definiría el presente del LATU?
Es un momento de crecimiento, de desarrollo y de afirmación del rol muy importante que tiene en Uruguay en el campo de la innovación. Se están incorporando cosas nuevas todo el tiempo, nuevas avenidas para recorrer y construir el mañana. Es un momento de mucha dinámica, mucha actividad, estamos permanentemente recibiendo proyectos y propuestas, ya sea para trabajar dentro del LATU o para instalarse en nuestro parque.
Actualmente, hay unas 4.700 personas trabajando en todo el parque ¿cómo analiza la evolución que ha tenido en estos últimos años?
Imagínese que cuando tuve el honor de asumir por primera vez la presidencia del LATU, en 1990, se acababa de inaugurar este edificio, recién se estaba ocupando. Teníamos todo ese terreno por delante y la gran interrogante era: "¿qué hacemos con eso?". Mucha gente nos decía que lo vendiéramos e hiciéramos unos pesitos porque en aquel momento ya se veía que esta zona empezaba a valer mucho, pero nosotros veíamos que todo eso tenía un final. En cambio, felizmente, vimos en aquel momento que empezaban a surgir en el mundo los parques tecnológicos, los vimos en Israel, lo vimos con el parque de Tefen en Galilea y otros que estaban naciendo. Y por otro lado, vimos también el Silicon Valley en Estados Unidos que ya era otra realidad, mucho más exuberante y de otro tipo. Tomando en gran medida el ejemplo de Israel, concebimos esta idea de hacer esa mezcla también nosotros, porque tenemos laboratorios e investigadores muy buenos. Dijimos "sumémosle educación, incubación, Espacio Ciencia para despertar a los jóvenes talentos ese gusto por la ciencia y la tecnología, dijimos mezclemos todo eso y veamos qué pasa.
Hoy recuerdo ese terreno descampado y verlo ahora, con este volumen de actividad y de trabajo es algo formidable. Hemos logrado sí construir una especie de pequeño Tefen o Silicon Valley uruguayo, a escala de nuestro país, que está funcionando muy bien.
¿Hay capacidad disponible para que el parque del LATU siga creciendo?
Absolutamente. El predio sur, que es el tradicional, ese está colmado, pero estamos terminando ahora con la urbanización del predio norte, donde está Espacio Ciencia y el centro de eventos. Ahí se está construyendo ya el segundo edificio de la Universidad de Montevideo. También vamos a construir allí un espacio multipropósito que va a tener posibilidades de oficiar como un estudio de filmación de gran tamaño. La urbanización ya está prácticamente terminada, la estaremos inaugurando en algún mes más, así que sí, hay un buen espacio todavía para crecer.
¿Cuáles son hoy las principales actividades del LATU que más ayudan a promover el ecosistema emprendedor uruguayo?
Por supuesto que la actividad tradicional inicial del LATU de los laboratorios, análisis y ensayos, ese sin duda sigue siendo un elemento clave también en este siglo. Se innova cada vez más, pero después de tener un producto se tiene que vender y se quiere exportar, ahí se piden muchas cosas, entonces tener el laboratorio para poder demostrar (que el producto está certificado y es acorde a las exigencias de los mercados) es muy importante. Tener organizaciones como tenemos LSQA en sociedad con Quality Austria, una sociedad uruguaya pero al 50% con Quality Austria, es un elemento importante en términos de certificación. Al momento de exportar o vender un producto cada vez más hay que demostrar que es amigable con el medio ambiente, que fue producido en condiciones sociales aceptables, que no hubo otro tipo de explotación en el trabajo, en fin, son muchas cosas, entonces esa sigue siendo una parte importante del LATU.
La otra parte muy importante es la incubación, hasta ahora lo hemos hecho con la incubadora Ingenio, pero desde el año pasado tenemos a New Lab, una aceleradora de Nueva York que tiene un método muy original. Tenemos también el laboratorio de Microsoft en materia de inteligencia artificial que permite también acortar los plazos enormemente y contrario a lo que a veces se piensa, sirve para empresas pequeñas y medianas, no solo para las grandes. Ya está próximo a inaugurarse también el Uruguay Innovation Hub y vamos a tener otra aceleradora israelí, Our Crowd, que va a estar acá de forma permanente trabajando con nosotros.
Y finalmente, los espacios de educación. Aquí tenemos a la UTU desde hace mucho tiempo con unas instalaciones excelentes, tenemos a la UTEC que si bien su actividad la desarrolla en el interior, la parte organizativa central está acá. Tenemos a la Universidad de Montevideo y tenemos proyectos conjuntos con la Universidad ORT.
Todos esos proyectos son colaboraciones prácticas que va dando el LATU de una forma u otra para que ese sistema se enriquezca y crezca.
El LATU desembarcó recientemente en Rivera y también en Colonia, ¿estaba poco descentralizada la actividad del LATU hasta ahora?
Desde hacía ya más de 30 años, el LATU tenía una oficina de desarrollo local pero que básicamente operaba desde Montevideo, con mucho trabajo territorial y de campo, pero siempre apoyándose en Montevideo. Luego se creó la unidad Fray Bentos, que fue un gran paso en esa zona del litoral, vinculado al desarrollo de la industria de las papeleras. Pero teníamos que dar un paso que fuera a todo el país y el gran drama acá son las distancias, el país parece pequeño pero para ir a consultar al LATU si tengo que hacerme 400 kilómetros, llego y después tengo que volver porque el tema no termina en un día, bueno eso es imposible para la mayor parte de la gente. Entonces lo que teníamos que tener eran puntos de referencia donde hubiera una base pequeña, pero que sea como una especie de radar que va captando todas esas iniciativas y las comunica con nuestra base central aquí en Montevideo. Eso es lo que establecimos y está funcionando de manera excelente. Estés donde estés, ese es el lema nuestro, que estés donde esté el LATU va a estar.
El año pasado dijo que "Uruguay podía jugar en las grandes ligas mundiales a nivel de tecnología", ¿qué considera que le hace falta al país para lograrlo?
Tenemos que seguir incrementando la inversión en ese campo, no es solo la cantidad de dinero, sino cómo se gasta ese dinero. La eficiencia del gasto. Tenemos que intentar, dentro de nuestras posibilidades, incrementar el gasto y optimizarlo. Cada paso que damos va en esa línea.
Tener acá al lado una oficina de inteligencia artificial, que es la única que hay en este continente, es un abismo. Poder ir ahí a unos metros o aunque sea en la otra punta de la ciudad, en lugar de decir "tengo que ir a consultar algo a Estados Unidos". Eso es eficiencia del gasto. Entonces (se precisan) un poco más de recursos, ni que hablar, siempre es necesario, pero también utilizarlos eficientemente.
Veamos lo logrado. Uruguay hace 60 o 70 años no tenía industria láctea, hoy es cuarto exportador mundial de productos lácteos. El arroz nacía más o menos en esa época y hoy somos quinto productor exportador mundial. Somos el tercer exportador mundial de software per cápita, el cuarto exportador mundial de celulosa de fibra corta y podríamos seguir con los ejemplos. Es decir, hemos logrado muchas cosas y Uruguay ha sido un jugador importante, entonces decir que podemos ser un país que juega en las grandes ligas, lo decimos no solo como una demostración de que tenemos la celeste puesta, si no porque hay hechos que lo van avalando.
Los laboratorios del LATU hace más de 30 años que son certificados por la United Kingdom Accreditation Service (UKAS), que es el mismo nivel (que tienen) los mejores laboratorios de Europa o de Estados Unidos. Eso es jugar en las grandes ligas. Lo estamos logrando. Falta mucho, por supuesto, tenemos camino para recorrer, pero también tenemos que apoyarnos en las cosas que hemos ido logrando.
Desde la comunidad científica, uno de los principales reclamos es la necesidad de contar con más recursos. ¿Cómo evalúa el presupuesto asignado por este gobierno?
En este periodo ha crecido respecto de anteriores pero tiene que seguir creciendo. No es fácil, somos realistas, sabemos que siempre hay urgencias, necesidades sociales, de salud, educativas, que son muy importantes también. Lo que sí es verdad es que la inversión que uno hace en conocimiento, en tecnología aplicada, ese tipo de inversión es la que da luego mayor efecto multiplicador. Esa es la historia de Israel, de Finlandia, de Países Bajos, de Irlanda, cuando vemos todos esos países que son relativamente pequeños, algunos más chicos que nosotros en términos de territorio pero con poblaciones comparables ¿qué fue lo que les permitió pegar el salto? Y sí, en gran medida fue la inversión. Es verdad que los recursos siempre son finitos y escasos, tenemos que ser realistas, saber que no todo lo que uno quiera lo va a poder tener, pero aunque sea paso a paso. Ya se incrementó en estos últimos años, bueno, tratemos de incrementarla más, sigamos avanzando y sobre todo, usando cada pesito de la mejor manera posible.
En el Parlamento se está tratando actualmente la adhesión de Uruguay al Tratado de Cooperación en materia de Patentes, un aspecto clave para ingresar al Acuerdo Transpacífico, ¿qué tan importante cree que es?
Creo que es positivo y es importante. Cualquiera de los acuerdos de libre comercio que se están manejando ayudan. Ese es otro cambio grande. Cuando se firmó el Mercosur teníamos un temor bárbaro, esa es la verdad. Yo estaba acá en el LATU en esa época y había sectores enteros que tenían un enorme temor, como el del vino por ejemplo, se daban por perdidos. Hoy en día nos tenemos una fe bárbara, a los uruguayos nos parece que podemos ir a un libre comercio, que siempre es un desafío muy grande, y que nos puede ir bien. Ese es un cambio extraordinario, al revés, hoy en día estamos buscando tratar de hacer acuerdos de libre comercio y hay un mundo más proteccionista que lo está impidiendo.
En particular, sobre el Acuerdo Transpacífico, en el LATU le encargamos un estudio a Ignacio Bartesaghi y nos dio resultados muy alentadores, así que creo que ese es el camino. Mientras tanto, buscamos mucho los acuerdos intra laboratorios que es una solución, más pequeña sí, pero nos permite que los productos de nuestro país puedan ingresar a otros países con controles en destino menores, ya que se basan en gran medida en los resultados en origen que nosotros le damos para respaldarlos.
¿Cuáles cree que van a ser los principales vectores de crecimiento del LATU en un futuro cercano?
Todo lo que tiene que ver con la innovación, cada vez más estructurada, con más instrumentos, también el tema de la aceleración (de proyectos), es una gran avenida de crecimiento. Vivimos en un mundo en el cual no alcanza solo con tener un buen proyecto, hay que hacerlo rápido y hay que pasar del buen proyecto al buen negocio en el menor plazo posible.
Otro son los acuerdos, no solo los de libre comercio, sino también los de reconocimiento recíproco que abren caminos y avenidas muy importantes. También hay áreas nuevas en las cuales Uruguay tiene que incursionar, una es la del mundo audiovisual donde ya se han producido avances muy importantes, pero que hay que terminar de consolidar. Tenemos instalada aquí la agencia de ACAU (Agencia del Cine y Audiovisual), también vamos a construir el espacio multipropósito que una de sus posibilidades es que se va a poder utilizar como estudio de filmación, tendrá 12 metros de altura, que es algo que hasta ahora no había. También el mundo del deporte que hoy en día moviliza recursos cada vez mayores, con más componentes tecnológicos, desde la ropa hasta las transmisiones, los estadios. También ahí Uruguay tiene posibilidades de estar. Quiero decir que hay muchas avenidas por recorrer. Y eso es lo apasionante de esto.