Ecologistas mantienen diferencias con el proyecto de Data Center que Google busca instalar en Uruguay
Según se prevé se generarán unas 170 toneladas de residuos anuales, muchas de ellas serán de residuos electrónicos durante la operación.La presión social ha logrado cambios significativos en el proyecto original del Data Center de Google en Uruguay.
Ahora, en lugar de utilizar sistemas de refrigeración que consumen 700 mil litros diarios de agua potable, se ha optado por un enfoque de enfriamiento mediante aire. Según las organizaciones ecologistas, este cambio marca un paso importante hacia prácticas más sostenibles y responsables con el medio ambiente.
“Se hizo una buena campaña en contra de eso, que además lo estaban proponiendo en plena sequía”, comentó a Diario La R, Raúl Viñas del Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus). A raíz de esta resistencia, la empresa presentó un nuevo proyecto en el cual se sustituye el enfriamiento por agua por un sistema de enfriamiento líquido “similar al de la calefacción de los automóviles”, explicó Viñas quien agregó que el nuevo sistema desde el punto de vista del consumo de agua “es mucho más racional y aceptable”.
Actualmente, el proyecto se encuentra en la etapa de “manifesto” previa a la audiencia pública que dará lugar o no a su aprobación final. En ese marco, desde Movus y Amnistía Internacional, se advierte que se han identificado varias “deficiencias” en la información disponible sobre el proyecto.
Por ello, estas organizaciones realizaron un llamado público para que se informe sobre estas deficiencias y para que la sociedad se involucre enviando observaciones y comentarios al Ministerio de Ambiente. “Encontramos algunos problemas que van desde problemas sociales a ambientales en los que el Ministerio evidentemente no reparó”, señaló Viñas agregando que han solicitado a las autoridades ambientales “que revisen y hagan llegar estas consultas a la empresa”.
Uno de los temas en que Movus encuentra problemas analizando el proyecto de Google es el del empleo que si bien no es un problema “estrictamente ambiental, forma parte del ambiente social”, dijo Viñas. Según la propuesta, durante el funcionamiento de la empresa se emplearán a 250 trabajadores.
Allí los activistas identifican que en el proyecto sólo se enumera la cantidad de empleos que se generarán en el “momento pico” de la construcción y reclaman que se dén a conocer datos como la “masa salarial” y las jornadas “horas-hombre” que tendrán lugar: “esa es la manera conocer cuál es el verdadero impacto”, dijo Viñas a La R.
Otro de los temas es el de la contaminación del aire, según los ecologistas “no se le consulta a la empresa sobre las emisiones de dióxido de carbono derivadas del incremento de consumo que se produce en el funcionamiento de la propia empresa y de sus generadores diesel cuando llegara a fallar la energía eléctrica”, explicó el miembro de Movus.
Sobre esto, en el estudio la empresa argumenta que no se puede medir el impacto en el aire porque el aire en el lugar ya se encuentra en “malas condiciones”. Para Viñas esta respuesta es “absolutamente inaceptable” y sostiene que la empresa debe cumplir con la normativa ambiental “sea donde sea que se instale”.
Otro punto observado por Movus es el de los residuos que se producirán. Según se prevé se generarán unas 170 toneladas de residuos anuales, muchas de ellas serán de residuos electrónicos durante la operación. Movus denuncia que “no está establecido, ni el Ministerio consulta, cuál sería la forma en la que se va a hacer la disposición final de esos residuos”. Por otra parte Amnistía Internacional, junto con Movus, exige que se asegure que en la gran cantidad de equipos y otros bienes que se importarán para el funcionamiento del Data Center se garantice que no existan violaciones a los Derechos HUmanos como el trabajo infantil, en su producción.