Uruguay brinda garantías con objetivos “ecosistémicos” en el sector forestal
Como uno de los oradores de la jornada de presentación del Parque Industrial Algorta, que tuvo lugar recientemente en esa localidad del departamento de Río Negro, planteó un panorama general de la red forestal en el país, y del atractivo que existe en invertir en el sector; y en diálogo con EL TELEGRAFO, Carlos Faroppa, director Nacional Forestal, destacó esa iniciativa que reafirma las iniciativas del rubro, habló de la bioeconomía, y de los principales clientes de Uruguay.
“En una zona donde hay madera disponible, se va a empezar a procesar madera que podrán vender para otros usos, pero en principio es para construcción. Y si el objetivo es construcción, acá tienen pinos y madera de muchos años. Entonces perfectamente puede ser el Wood Framing, o las estructuras que se proponen. También se habla de Steel Framing”, dijo en relación al tipo de casas que se fabricarán en ese futuro polo logístico. La instaladora del parque será la constructora argentina Eternal.
El proyecto en Algorta, que espera iniciar su construcción en seis meses –ya existe un gran galpón que pertenecía a un aserradero–, tendrá una inversión de unos 20 millones de dólares, sobre un terreno de 15 hectáreas, y prevé generar 300 puestos de trabajo y construir mil casas por año. Más allá del aserradero, que volverá a la vida, hay otras siete empresas que se instalarán en el predio, todas vinculadas al sector de la construcción.
Faroppa comentó que Uruguay debe fortalecer, como lo viene haciendo, la industria de madera maciza. “Por su impacto. Primero, es un tema de independencia de otros tipos de productos que puedes exportar al poderlos producir acá y que sirven para la construcción, mueblería, y otras industrias que van encadenándose.
Y cuando además hacés esos productos, siempre te quedan subproductos como el aserrín, virutas, chips. Y eso lo metés dentro de una bioeconomía”, explicó el jerarca.
“No solo es tener un bosque nativo para que te sustente, o que construyas con madera, que también da una fijación de carbono a largo plazo y eso brinda sustentabilidad, sino que además tienes los bioproductos que hacen biocombustibles, o biolíquidos, u otro tipo de productos que empiezan a aparecer hoy”, ahondó.
Faroppa aseveró que, en el contexto forestal de Uruguay, el impacto de las tres plantas de celulosa “está bien”, y lo que favorece sus plantaciones, como a otros emprendimientos, es la “madera de ciclo largo”, como establece la ley forestal, promulgada a fines de 1987, y que también apunta a proteger el bosque nativo. “El uso es este tipo de industria que complementa a las plantas de celulosa. Los proyectos que están apareciendo hoy se encuentran en Treinta y Tres, y Melo. Y acá tenemos el eje de la ruta 90 con Paysandú”, afirmó.
Esa dinámica, destacó el titular de la Dirección General Forestal –dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca–, lleva a generar un “polo de conocimiento”, como por ejemplo sucede en Fray Bentos con el LATU, la UTEC y la UTU. A su vez, “en el eje Rivera-Tacuarembó está la UdelaR y la UTU, y en Tacuarembó también se encuentra la UTEC. Se empieza a generar toda una sinergia importante”, dijo.
En relación a los principales clientes del rubro a nivel mundial, Faroppa mencionó a Europa y Asia. “Este año pasado fue más importante Europa que China”, aseguró. “Estamos caros, pero siempre vamos a productos de nicho, aun así, el mercado por ejemplo de los productos laminados en el caso de las empresas que están en Tacuarembó y que estarán en Melo, el primer destinatario es Estados Unidos y después México. En México tenemos un tratado de libre comercio”, agregó. Y, claro está, el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, que está muy trancado, “nos beneficiaría” en algunos productos.
Faroppa indicó que Uruguay, por su dimensión y producción, no puede competir por “riquezas ni por minerales”, pero sí puede brindar garantías en cumplir con los objetivos “ecosistémicos” y con los reglamentos en relación a los bosques nativos. “Si alguien corta el monte, lo agarramos y le ponemos una multa importante. Esto es un valor” y que una organización como la UE debería tener en claro, asentó.
“Lo que tengo que tener es ese marco teórico de calidad, que es institucionalidad pura”, agregó. “Creo que es lo que los inversores ven de fuera, somos muy chiquitos pero cumplidores”.
Por tanto, el jerarca augura que el proyecto del Parque Industrial Algorta “continúe” y se transforme en realidad, circunscripto “dentro de los demás proyectos” forestales que se despliegan en todo Uruguay. Como en Paysandú, ejemplificado en las oficinas de UPM y Montes del Plata instaladas en la ciudad, y en otras iniciativas en el departamento. “El desarrollo de Paysandú está asegurado”, remató Faroppa.