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El anillo de las 1.000 torres: ¿en qué está la millonaria obra de UTE entre Tacuarembó y Salto?

Se trata de una obra clave para el sistema de interconexión nacional y que además será utilizada para evacuar la energía que produce la planta de UPM en Pueblo Centenario.Se asemeja a una nueva carretera que irá unida a otras ya existentes, en este caso para el tránsito de energía eléctrica. Son casi 1.000 torres de alta tensión que deben montarse a lo largo de 365 kilómetros en medio del campo.

Desde fines de 2022 la estatal China Machinery Engineering Corporation (CMEC) tiene a cargo la obra del cierre del anillo de transmisión del norte, que implica la construcción de una línea de 500 kilovoltios (kV) entre Tacuarembó y Salto.

Es una inversión millonaria de UTE, clave para el sistema de interconexión nacional y que se prevé quede funcionando en el primer trimestre de 2025. También será utilizada por la nueva planta de celulosa de UPM en Pueblo Centenario para evacuar su producción de energía.

Así viene la obra del anillo de UTE
La presidenta de UTE, Silvia Emaldi, dijo a El Observador que la obra “viene avanzando bien” y tiene actualmente a unas 500 personas trabajando.

El tramo más largo es el que se extiende entre Salto Grande y Chamberlain –próximo a Paso de los Toros–, donde deben colocarse 625 torres para luego poder montar las líneas eléctricas. Allí se llevan instaladas 250 torres.

El segundo tramo se extiende desde Tacuarembó y baja hasta Chamberlain, donde está previsto levantar 325 torres. A la fecha se llevan armadas 45 torres de alta tensión.

Los dos tramos se conectarán a través de una estación de 500 kV que se construye en Chamberlain. Asimismo, en una subestación se conectarán líneas que permitirán el enlace con la nueva planta de UPM, la que además de producir celulosa, generará energía renovable e inyectará parte de lo generado al Sistema Eléctrico Nacional a partir del 2025.

Esa parte del proyecto requiere la instalación de transformadores y reactores. Para colocar esos equipos de gran porte se necesitan hacer 513 fundaciones. A la fecha se habían realizado 215 excavaciones y se habían hormigonado 72 estructuras.

“La mayoría de los materiales ya están en el sitio y ya llegaron al puerto los transformadores y reactores. En estos días van a ser trasladados a Chamberlain para que a medida que avance la obra civil de las estaciones poder ir montándolos. Es una obra de dimensiones muy importantes”, dijo Emaldi.

De acuerdo con el cronograma de obras, se está priorizando el montaje de las torres en el trayecto Salto-Chamberlain, que quedaría pronto en noviembre de este año. “Teniendo pronto ese tramo que es fundamental ya podemos evacuar bien la energía. En paralelo seguirán las obras para el resto de las instalaciones”, afirmó Emaldi.

Adicionalmente se incluyen dos líneas menores de 150 kV que conectarán la estación Chamberlain con las líneas existentes entre Rincón del Bonete y Cuchilla Peralta.

Además, se está realizando una ampliación de la estación de Melo, y ya se culminó una ampliación de estaciones que debía realizarse en Salto Grande y que será inaugurada este mes.

La presidenta de UTE también señaló que por determinación del Ministerio de Ambiente se han tenido que realizar adecuaciones en tramos del trazado original que eran cercanos a montes nativos.

“La obra viene a buen ritmo y creemos que va a estar todo disponible para poder cumplir el contrato que tenemos con UPM. Se viene aumentando el ritmo de trabajo. Probablemente se incorpore más personal en los próximos meses para dar el impulso final a la obra. Hay un seguimiento muy cercano de todo el equipo técnico de UTE, gerencial y del Directorio”, afirmó Emaldi.

Inversión millonaria
El proyecto se desarrolla a través de un fideicomiso financiero constituido por UTE, con República Afisa como entidad fiduciaria, y tiene un costo total de unos U$S 205 millones.

Originalmente el cronograma inicial contemplaba casi tres años de trabajos hasta comienzo de 2025, pero por distintos motivos se tuvo que ajustar el inicio en unos cuatro meses.

Por ejemplo, se demoró más de lo previsto el proceso de inscripción y autorización del fideicomiso, cuya emisión se realizó finalmente en mayo de 2022. También hubo retrasos por parte de la empresa CMEC en los fletes que transportaron maquinaria y los primeros materiales que venían desde China. En ese país hubo ciudades que permanecieron cerradas y con severas restricciones de movilidad debido al covid-19.

Una “carretera eléctrica”
La obra de cierre del anillo norte complementa a la línea de transmisión que ya existe entre Melo y Tacuarembó.
Una red de trasmisión puede ser radial o anillada. En una red radial, la energía eléctrica tiene un solo camino para llegar a destino. En un anillo hay al menos dos caminos por los cuales transita la energía, por lo cual si hay una falla en una vía, queda la otra y el usuario no sufre interrupción.
Uruguay contaba en 2010 con cuatro sistemas de redes eléctricas radiales desplegadas en la zona norte y este. Eso hacía que cuando se interrumpía la red en cualquiera de esas largas líneas que alimentaban esas zonas, grandes áreas quedaban sin energía eléctrica. Eso era incompatible con el desarrollo de la generación renovable y con la instalación de nuevas industrias de gran porte.

A mediados de la década pasada se construyó la línea San Carlos- Melo en 500 kV, que dotó de mayor seguridad a esa región. Y en 2019 se inauguró el primer tramo del añillo entre Melo y Tacuarembó en 500 kV.
Ahora con el cierre del anillo hasta Salto, se podrá alimentar la red nacional por un lado u otro, además de tener conexión con Brasil y Argentina. Si bien originalmente el cierre del anillo norte era en línea recta, su diseño se modificó para poder conectar con la nueva planta de UPM.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 09 Marzo 2024