Ante falta de autorización ambiental y retraso en obras, proveedor de OSE pide nueva excepción para producir cloro con mercurio
Efice está intimada a reconvertirse antes de 2026; las obras aún no fueron autorizadas por Ambiente.Hace más de una década, durante la presidencia de José Mujica, Uruguay adhirió al Convenio de Minamata, un tratado mundial para proteger la salud humana y el ambiente de los efectos adversos del mercurio.
La decisión marcó un punto de inflexión en las políticas públicas de prevención y estuvo acompañada de otras disposiciones –como un decreto de 2019– que reguló las importaciones.
A su vez, obligó a algunas empresas que utilizan mercurio en su producción a reconvertirse, ya que fijó el 31 de diciembre de 2025 como plazo para dejar de utilizar este metal cuyos desechos son nocivos principalmente para el desarrollo de bebés y niños.
A pesar del tiempo transcurrido, Efice –la principal proveedora del cloro que usa OSE para potabilizar el agua– aún no modificó su estructura de producción y en el gobierno dudan que pueda hacerlo antes de que se venza el plazo.
Según supo El Observador, representantes de la empresa transmitieron informalmente a jerarcas de Ambiente que necesitarán una nueva prórroga ya que la nueva planta aún no tiene la Autorización Ambiental Especial (AAE), un requisito obligatorio para iniciar las obras del proyecto denominado “Omega”.
En 2016, la dirección nacional de Medio Ambiente (Dinama) le otorgó cinco años a Efice para dejar de utilizar mercurio en la producción de cloro, pero la empresa solicitó –en 2021– una prórroga que le fue concedida hasta 2025. Esta última fecha es, a su vez, el límite fijado en el Convenio de Minamata.
“Ninguna parte permitirá, tomando para ello las medidas apropiadas, el uso de mercurio ni de compuestos de mercurio en los procesos de fabricación tras la fecha de eliminación especificada para cada proceso, salvo cuando la parte se haya inscrito para una exención” dice el artículo 5 del acuerdo.
Desde el gobierno consideraron “difícil” acceder al planteo y lograr una excepción ya que para eso Uruguay debería denunciar el tratado. A su vez, se mostraron cautos respecto a los comentarios de la empresa porque hace años promete la construcción de la planta pero nunca comienza.
Búsqueda había informado que la última reunión entre la empresa y el gobierno se produjo a fines de diciembre. En ella, el presidente de Efice, Néstor Gómez Alcorta, transmitió que estaban cerca de conseguir los US$ 300 millones que necesitaban para financiar la reconversión.
Documentos revisados por El Observador muestran que la empresa presentó recién en diciembre de 2023 la última versión del proyecto. “El objetivo es la reconversión de la planta de cloro-soda mediante la actualización y construcción de varios procesos productivos”, dice el resumen entregado a las autoridades.
“Actualmente consiste en una empresa industrial dedicada a la fabricación de cloro, soda cáustica y derivados”, agrega y señala que “la conversión constituirá en un complejo industrial que incorpora la producción de soda cáustica, policloruro de aluminio, cloruro de calcio, carbonato de calcio y cloruro férrico a base de reacción de hematita con ácido clorhídrico”.
Si bien el documento menciona que la construcción durará 2 años, desde la empresa dijeron que serán menos y que ese plazo fue mencionado por “el período crítico de la guerra en Ucrania”.
A su vez, el proyecto asegura que la primera fase de la construcción comenzará en “enero de 2024” pero la empresa aún no tiene la AAE.
Precios, monopolio e idas y vueltas
Efice inició en 2011 los trámites para la reconversión de su proceso productivo aunque recién en 2016 presentó “Omega”, el ambicioso proyecto. En la celebración participaron el entonces presidente Tabaré Vázquez y la ministra de Industria, Carolina Cosse, y las autoridades de la empresa hablaron de la importancia de utilizar tecnología de vanguardia.
La intención, descripta en el proyecto, es pasar de una tecnología “en base a celdas de mercurio” a una de celdas “electrolíticas de membranas”.
Desde hace años, la empresa ha estado envuelta en varias polémicas debido a que tiene un monopolio de facto en la venta de cloro a OSE. Esto la ha llevado a ofrecerle a la empresa pública precios bastante por encima de los que vende al exterior. En noviembre de 2013 El Observador informó que Efice vendía a OSE a precios varias veces más caros de los que exportaba a Brasil. Según datos de aduanas, Efice exportó en octubre de 2013 cloro a Brasil a US$ 142 la tonelada, mientras que a OSE se lo vendió a US$ 2.010.
En 2017, la Dinama la intimó a cercar una zona donde realiza los vertidos tras detectar que había sido contaminada con mercurio. Por entonces, la empresa era responsable del 82% de las emisiones de mercurio en el país, de acuerdo con el Inventario de Liberaciones de Mercurio en Uruguay Sector Industrial.
A pesar de la situación, OSE tuvo dos oportunidades de construir su propia fábrica de producción de cloro-soda, uno de los insumos básicos para la potabilización del agua con un sistema libre de mercurio, pero ambas fueron rechazadas por entender que el costo era excesivo aunque el ente tenía previsto para ese proyecto un presupuesto mayor al que le presentó la única empresa que se presentó a la licitación.