Arazatí: un proyecto turbio y oscuro
En esta columna tenía toda la intención de referirme nuevamente al inconveniente, mal planificado y extremadamente oneroso proyecto de Arazatí(1), en especial después de la columna del diputado Cervini en este semanario el 15 de setiembre pasado(2).
Por Raúl Viñas (*) | @Uruguay2035
La ubicación de la toma de agua en Arazatí y el astronómico costo de la propuesta son las dos razones más importantes para razonablemente oponerse al proyecto adjudicado con la firma de dos miembros del Directorio de OSE y que ahora va camino a concretarse en un oneroso contrato.
En la adjudicación, los miembros firmantes del Directorio ya dispusieron la reserva de un fondo en Unidades Indexadas (UI) equivalentes a casi US$ 900 millones para realizar el pago al consorcio constructor de un proyecto presupuestado en US$ 258 millones.
Los pagos anuales del orden de los US$ 45 millones los hará la misma OSE que paradójicamente hoy dice no poder disponer de más de US$ 8 millones por año para la reparación de las redes de agua que se reconoce pierden más del 50% de la que se toma del río Santa Lucía.
El sistema potabilizador que se piensa pagar tan caro, se diseñó para que, cuando cuente con agua de calidad suficiente para ser potabilizada, agregue diariamente 200.000 metros cúbicos de agua a esa red de OSE que pierde la mitad.
La columna del diputado Cervini va en línea con los que se abrazaron a la idea de Arazatí y así en mayo de 2021 ordenaron a la Dirección Nacional de Medio Ambiente que dejara sin efecto el análisis de impacto ambiental que venía realizando sobre la represa de Casupá, hasta entonces impulsada por el Directorio de OSE.
Va en línea también con la posición del senador Peña que, siendo ministro de Ambiente, expresó que defendería el proyecto Arazatí “con uñas y dientes”, siendo que no había en su Ministerio ningún documento del proyecto ni se había hecho ningún estudio de viabilidad e impacto ambiental del mismo. Son realmente posturas fundamentalistas difíciles de entender y justificar porque carecen de argumentos técnicos o económicos que las sustenten.
Tampoco la OSE ha sido capaz de producir un informe que justifique el pago sobre el costo del proyecto de intereses anuales del 15% en UI cuando la tasa para un préstamo hipotecario en UI no supera el 4,5%.
Pero otro hecho también relacionado con el agua hace que deba dejar por ahí el tema de Arazatí y dedicar unas líneas al mayor derrame de productos químicos en la historia del Uruguay.
Dos escuetos comunicados de prensa de UPM daban cuenta el pasado 17 y 18 de agosto de un “incidente” en la zona de “carga y descarga” de productos químicos de la planta y que habrían “afectado la biota” de un “curso de agua”.
A partir de esos dos comunicados hubo silencio total de UPM sobre el tema. Hoy sabemos que en esos comunicados UPM mintió y ocultó información impunemente.
Solo fue 40 días más tarde que el Ministerio de Ambiente salió a la prensa, en una campaña de ablandamiento, hablando de multas a UPM por exceso de efluentes al río Negro, pero sin decir nada del “incidente” en la planta de UPM en Pueblo Centenario.
Fue en la reunión del 26 de setiembre de la Comisión de Seguimiento del proyecto de UPM que se reúne semestralmente, que apareció nuevamente el “incidente”. En esa reunión UPM no mencionó ningún derrame químico, pero en la presentación del Ministerio de Ambiente se mostraron unas imágenes en un Power Point que presentaron finalmente la magnitud del desastre producido a partir de una pileta de efluentes inadecuada de la que se derramaron un millón de litros de soda cáustica y de lo que UPM tomó conocimiento por la denuncia de un vecino.
Esto solo salió a la luz pública cuando el Dr. Esteban Calone, miembro de la Comisión por la sociedad civil, se lo informó al periodista Víctor Bacchetta, quien lo publicó en el portal Sudestada. En base a la información del Ministerio de Ambiente quedó claro que la planta de celulosa más moderna y controlada del mundo derramó 1.000 toneladas de soda cáustica(3). UPM solo se enteró por el aviso de un vecino.
Después de la publicación en prensa, se expresó desde el Ministerio de Ambiente que había iniciado un expediente para imponer una multa a UPM por el derrame. La empresa contestó el expediente, no aceptando en primera instancia la medida del Ministerio.
Para entender la magnitud del desastre, el volumen de químicos derramados equivale a un accidente que involucrara 40 camiones cargados de soda cáustica, con pérdida total de la carga. Eso más que duplica el volumen de químicos derramados por el accidente del tren en Ohio (EEUU) en febrero pasado.
¿Qué debió pasar en un país en serio? UPM almacenaba esos químicos en un lugar (pileta) inadecuado: multa. El o los sensores de la pileta no funcionaban desde hace tiempo: multa. Los sensores estaban mal instalados: multa. La empresa no detectó ni siquiera con una inspección visual el faltante de 1.000 metros cúbicos de químicos peligrosos: multa(4). No funcionaron los sistemas de contención del área química: multa, rediseño y obras necesarias para asegurar que no vuelva a suceder. El derrame extinguió la flora y fauna del arroyo Sauce: multa ejemplarizante y condena de inmediato a recuperar el área (no esperar un año a ver qué pasa).
El Ministerio de Ambiente demoró al menos cuatro días en concurrir a la planta: investigación administrativa y sumarios, si corresponde. La investigación debió analizar la posibilidad de un derrame intencional a fin de liberar espacio de efluentes ante la posibilidad de interrupciones en el sistema de recuperación de la soda cáustica, verificando su funcionamiento y los trabajos que se realizaron en el área. El Ministerio debió realizar al menos una consulta legal por si correspondieran en este caso acusaciones penales por negligencia o por la contaminación de agua como dice el Código de Aguas.
¿Somos un país serio? Yo, deseando equivocarme, opino que no.
(*) Magíster en Ciencias Meteorológicas. Docente en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de la Empresa. Integrante del Movus (Movimiento por un Uruguay Sustentable).
Referencias:
1. https://www.cronicas.com.uy/contratapa/crisis-hidrica-y-sequia-arazati-no-es-solucion-es-parte-del-problema/
2. https://www.cronicas.com.uy/contratapa/arazati-transparente-como-el-agua/
3. Hidróxido de sodio.
4. 1.000 metros cúbicos podría ser una piscina de un club de 25 metros de largo por 10 metros de ancho.