Juan Salgado: “Vamos a estar absolutamente de acuerdo con la iniciativa del tren Ciudad Vieja-El Pinar”
El presidente de Cutcsa está a favor de la iniciativa privada. "Esta es una obra muy importante desde el punto de vista civil", concluyó.En entrevista con El País, dijo que tiene “totalmente claro” que será beneficioso para el sistema de transporte y que podría ser una forma de aumentar la venta de boletos, que sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia.
A su vez, respaldó la iniciativa de una ciclovía en la avenida 18 de Julio, propuesta por la Intendencia de Montevideo, que lidera Carolina Cosse. Sin embargo, después de haberse relacionado con presidentes e intendentes de todos los colores políticos, cree que es necesario acordar un master plan para modernizar el área metropolitana a 50 años.
-¿Es viable el proyecto del tren entre el Pinar y Ciudad Vieja?
-El transporte está a favor de todo aquel proyecto que se pueda llevar adelante y mejore las condiciones de la movilidad. Por lo tanto, no nos asusta que aparezcan este tipo de iniciativas. Simplemente, lo que mantenemos es que queremos participar porque creemos que podemos aportar el know how. El principal objetivo es que una persona pueda desplazarse entre el origen y el destino en menor tiempo. Para eso, si esta iniciativa se lleva adelante, no creemos que estén en riesgo ni la mano de obra ni la viabilidad de las empresas. Nomás nos vamos a dedicar a hacer los kilómetros en forma diferente: en vez de hacerlos de forma lineal, los haremos en forma circular, llegando a mucha gente que hoy tiene que caminar muchas cuadras para llegar al eje del transporte público. Conceptualmente, vamos a estar absolutamente de acuerdo con una iniciativa del estilo.
-¿Es un “sí” al proyecto?
-Sí, es un sí al proyecto. El costo lo tendrán que ver el Poder Ejecutivo y las intendencias. Esta es una obra muy importante desde el punto de vista civil, de la cual no vamos a participar, pero sí en la parte logística. No olvidemos que desde hace 50 años venimos escuchando del famoso “tren de la costa” y no se ha llevado adelante. Esta vez la propia tecnología permite que sea posible pensar en que no quede solo en un proyecto, pero también entendemos que tiene que ser un todo. Con los proyectos de movilidad, lo que lleva más tiempo es la planificación anterior, toca los intereses de mucha gente. Al comerciante, por ejemplo, cambiarle el lugar por donde pasan las líneas de ómnibus puede ser de vida o muerte para él.
-Es el mismo argumento que planteaba cuando el exintendente Daniel Martínez propuso refaccionar 18 de Julio, y finalmente no se hizo. ¿El proyecto no toca sus intereses en este caso?
-No. Al transporte puede mejorarlo. Lo tenemos absolutamente claro. Esto es muy diferente a lo que se manejaba entonces. Este puede permitir un primer objetivo fundamental: menor tiempo entre origen y destino, bajar 50% el tiempo del viaje. Por eso, estamos totalmente seguros que desde el punto de vista del transporte es bueno, que se puede llevar adelante y que nuestra participación tiene que ser en la operación. Pero, de todas maneras, hay que ver dónde van a ser los desniveles, qué piensan los comercios, qué va a pasar con el tránsito. Todo eso hay que tenerlo en cuenta.
-¿Cuál es la ganancia para usted como empresario?
-Los viajes en ese eje se recuperaron y son aún mayores que antes del 2020, pero solo en auto. Si logramos que el viaje sea más rápido, confortable y que los dueños de autos tengan espacios donde estacionar seguros, o que la gente tenga más locomoción para llegar a las paradas, creo que vamos a ganar muchos viajes. Vamos a recuperar boletos que hoy no se venden e incluso vamos a hacer menos kilómetros que los que hoy hacemos. Vemos que se puede ganar y que la gente puede tomar la decisión de dejar el auto y subirse al transporte colectivo. Después de la pandemia, el ómnibus recuperó solo entre el 83% y el 85% de los boletos que vendía antes.
-Mencionó la necesidad de hablar con los actores que podrían verse afectados. ¿Entiende que el proyecto prosperará o “morirá” en esas conversaciones?
-Creo que no pasa por que muera o viva en esas conversaciones, sino que es un tema de recursos. Tenemos que ser conscientes de cómo se financia. Todavía está pendiente el estudio: cuántos pasajeros hay en el eje el Pinar-Centro, cuántos puede haber en el mejor de los casos, en cuánto tiempo se tiene que pagar, quién se hará cargo. Las discusiones no pueden ser interminables. El fin es dar una solución para los habitantes del área metropolitana. Sus representantes en determinado momento deben decir: “Ya tuvimos suficiente tiempo para discutir y ahora tenemos que tomar una decisión”. No creo que alguien pueda tener el poder de trancar algo que sin duda es un cambio y una mejora para los habitantes mirando los intereses particulares o sectoriales.
-Si alguien le dijera que no a este proyecto, ¿usted lo vería como una tranca?
-Sí. Creo que los gobernantes tienen que dar el paso que tienen que dar, previamente habilitando los espacios para que todos discutan y aporten. No se hace de un día para el otro. Para cualquier tema de movilidad, el tiempo para que todos se pongan de acuerdo es mucho. Y es razonable que así sea. Ahora, cinco años de gobierno… si en el medio viene todo este período de discusión, las licitaciones y todo lo demás, a veces termina en que a un propio gobernante no lo incentive hacer la obra, porque ni siquiera puede llegar a inaugurarla. Hablando en criollo, esa es la realidad. Entonces, si al final del mandato se empieza con un plan de movilidad, es imposible que pueda salir. Y así lo hemos visto en los últimos 30 años...
Compartimos (la ciclovía) desde el punto de vista de la seguridad”.
Juan Salgado
-Está siendo ambivalente, ¿no? Porque por un lado dijo que alguien que le diga “no” al proyecto, lo trancaría. Pero ahora da a entender que es imposible que salga, ya que se plantea casi al final del período.
-No, yo no digo eso: quiero plantear una propuesta. Este es un plan que se va a desarrollar en el próximo período. Entonces, depende de quiénes vengan, de quiénes le quieran dar prioridad a este plan o a otro, de la impronta de las autoridades. Para reafirmar que estamos a favor: he visto en estos 30 años que las improntas van quedando diluidas y seguimos con las mismas calles, el mismo espacio físico, con muchos más autos y más nudos en Montevideo. Esa es la realidad. Entonces, le voy a comentar a las autoridades -porque no somos los que decidimos- que hay que hacer una comisión que trascienda los períodos electorales. Un tema como la movilidad, que nos toca a todos y todos los días, debería ser tomado como un tema de Estado. Respaldado en técnicos y en políticos, con la participación de las empresas de transporte y su experiencia. No estoy hablando de una comisión para que no se haga nada. Estoy hablando justamente de una comisión donde estén representados todos los partidos. Esa comisión, que no pretende ser un ente regulador del área metropolitana, es para trabajar en un master plan. Con el compromiso de que, gane quien gane, tenga la prioridad de llevarlo adelante. Ahí están el tren, las ciclovías, el interés de los comerciantes en que no se achiquen las veredas, la realidad de que las calles no se pueden ensanchar más. Y esa comisión honoraria creará proyectos y condiciones con el compromiso de que las autoridades que ganen lleven adelante un proyecto de transformación urbana. A veces se dice que el problema es el transporte, el tránsito, pero en realidad es que no existió un proceso de transformación urbana ni siquiera de mediano plazo.
-No achicar veredas, ensanchar calles… parecen intereses difíciles de compatibilizar. ¿Cómo se conjugarían?
-Bueno, es un trabajo que se tiene que hacer sin presiones políticas…
-Pero la decisión en última instancia será política.
-Sí, pero se puede trabajar en base a los técnicos, y los políticos ir monitoreando. Ponerse de acuerdo no quiere decir que unos ganan y otros pierden, sino que se gana todo lo posible. Creo que hay lugares donde el transporte sí tiene que estar, capaz que en un solo sentido, y pienso que hay lugares donde los autos no tienen que circular, pero sí el transporte. Tenemos que dejar algunas cosas en el camino y también arriesgar. Nosotros estamos dispuestos a trabajar y ojalá se pudieran poner de acuerdo con esta situación. Nosotros queremos el tren, la ciclovía, que los comercios tengan paseos para que la gente pueda caminar con seguridad. Para eso creo que tenemos que empezar, con el compromiso de todos los partidos, a elaborar ese master plan para los próximos 50 años.
-¿Qué propondría en esa comisión?
-Encarar los proyectos que propongan el Poder Ejecutivo y las dos intendencias. Se puede hablar de mucha cosa, pero el objetivo fundamental es hacer un transporte rápido, seguro, cómodo y con un buen precio, para que el pasajero pueda hacer el viaje y ahorrarse 40 minutos entre ida y vuelta por día.
-¿Comparte el diseño de la ciclovía en 18 de Julio?
-Primero, lo compartimos desde el punto de vista de la seguridad. Estamos a favor, porque si los carriles estuvieran ordenados no tendríamos los accidentes que tenemos. Lo que sí, tiene que ser posible sin que se le quiten derechos a nadie. Que los ciclistas ganen no quiere decir, en el caso del transporte público, que haya menos lugar de circulación. Creemos que eso se tuvo en cuenta y (por esta razón) más adelante se canalizó por San José. Entonces, no nos complica. Pero si sumamos la iniciativa del tren, que puede ocupar espacio, vuelvo a la idea de que hay que lograr un acuerdo que trascienda los tiempos políticos, con una fuerte presencia técnica. Hay un gran porcentaje que el transporte puede recuperar.
-¿Qué piensa de la gestión de la movilidad en la administración de Cosse?
-Me parece que se están haciendo cosas buenas desde el punto de vista tecnológico. De todas maneras, para mi gusto, falta programar a largo plazo. Hay puntos neurálgicos que de alguna manera se están solucionando. Está la incorporación de 200 cámaras para controlar las sendas “solo bus”, los contadores de pasajes, la compra de boletos con el celular…