Continúa polémica por cobro del peaje en la Hidrovía, con reclamo de Paraguay apoyado por Uruguay
Brasil, Uruguay y Bolivia se sumaron al reclamo de Paraguay. “Se está negociando en buenos términos”, sostiene el gobierno argentino, aunque autoridades paraguayas no dicen lo mismo.“Esto ya no es un problema de la Argentina con Paraguay, sino un problema regional”, define el encargado de negocios y jefe de misión de Paraguay en Argentina, Juan Ramón Cano Montaña.
Se refiere a la polémica por el cobro del peaje a las embarcaciones dispuesto de manera unilateral por Argentina en la Hidrovía Paraná-Paraguay, una situación que abrió un conflicto diplomático en la región.
Más allá de los intentos del gobierno argentino de alcanzar una solución, Paraguay mantiene su reclamo de suspensión en el pago del peaje (US$ 1,47 por tonelada) que se le cobra a cada embarcación que transita por la principal vía navegable de la región, con 3.400 kilómetros por los que pasa el 80% de la producción exportable del vecino país, y del que participan cinco países. El tramo argentino del canal está en manos de la Administración General de Puertos, a cargo del técnico del Instituto Patria, José Beni.
El 30 del mes pasado, una nueva reunión técnica del Comité Intergubernamental Hidrovía (CIH) se llevó a cabo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Allí, Paraguay obtuvo el apoyo de Brasil, Uruguay y el propio Bolivia en su reclamo, tal como lo establece el acta del encuentro, a la que tuvo acceso La Nación. “Al mismo tiempo (los cuatro países) reiteraron su grave preocupación por el peaje establecido por la Argentina. Recordaron, una vez más, que este ha sido implementado unilateralmente al margen de las disposiciones reglamentarias vigentes”, dice el texto. Y agrega que el argumento argentino, basado en que el peaje viene a compensar trabajos y obras realizados en el tramo controlado por la AGP y la empresa belga Jan de Nul, no es convincente. “Coincidieron en que la documentación presentada oficialmente por la delegación argentina, oportunamente analizada por sus instancias técnicas, no ha logrado demostrar la ejecución efectiva de intervenciones requeridas o servicios efectivamente prestados para la navegación segura en el tramo en cuestión, que justifiquen el cobro de una tasa retributiva”, continúa el texto.
En la misma reunión, de la que participó de modo virtual el subsecretario de Relaciones Latinoamericanas de la Cancillería, Gabriel Fuks, la delegación argentina afirmó que “no considera agotada la instancia del abordaje técnico”, aunque volvió a “tomar nota” de la solicitud de “suspensión” del cobro de la tarifa y de someter el entuerto a un arbitraje internacional, conformado por dos representantes de cada país. “Presentamos un informe técnico ampliado sobre las obras que se hicieron, y que aún no fue respondido”, argumentaron desde las oficinas de Fuks.
El peaje de la Hidrovía fue motivo de discusión -y todavía lo es- luego de la reciente reunión entre el presidente de Paraguay, Santiago Peña, y el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, a la vez candidato presidencial. Cuando terminó la reunión, el gobierno de Peña adujo que Massa había prometido suspender los pagos, cosa que este negó a través de sus voceros. “Nosotros teníamos en la reunión el entendimiento de que se iba a dejar de cobrar, de que íbamos a tener un espacio donde conversar, una reunión de todos los presidentes o de los cancilleres, para (que) este sea el gran proyecto de integración de los cinco países”, sostuvo Peña en declaraciones a LN+. Horas después, el canciller argentino Santiago Cafiero reiteró que el peaje “se va a mantener” y sostuvo como argumento que “si va un camión argentino por una ruta paraguaya paga peaje ¿Por qué? Porque se supone que a esa ruta hay que mantenerla, darle seguridad, ponerle las señales; y si hay un accidente hay una erogación también de gastos, porque los recursos para contenerlo son recursos de Paraguay. Bueno, en esto pasa exactamente lo mismo”, sostuvo Cafiero.
“El que se sobregiró fue el canciller (Rubén Ramírez), nunca dijimos que se iba a suspender el cobro”, retrucaron desde Economía. Y hasta advirtieron por lo bajo que “si Paraguay continúa con el reclamo, nosotros le vamos a pedir que pague los más de US$ 4000 millones que nos deben de Yacyretá”, contraatacaron cerca de Massa, molesto por el renovado reclamo paraguayo, al que se sumó Brasil, presidido por Luiz Inácio Lula da Silva, con quien se reunió la semana pasada en Brasilia.
“Brasil se suma para reforzar su liderazgo en la región”, explicaron en Cancillería, y señalaron que Paraguay “ya no habla de no pagar” y que estaría por iniciarse una discusión por el monto a abonar.
“Se está analizando si es peaje, si es retributivo, si es impuesto, se nos dice que hay que seguir la discusión técnica. Se sigue apelando al tema técnico y nosotros decimos que no, que ya pasó mucho tiempo y que no nos sentimos satisfechos”, agregó el embajador Cano Montaña, en un breve contacto con La Nación y en línea con la postura de la cancillería de su país. Para el gobierno, y recordando que muchos de los barcos con bandera paraguaya tienen cargas brasileñas y de otros países de la región, “Peña está presionado por los empresarios de su país”, y por eso a su vez presiona por una resolución veloz del entredicho. “Se está negociando en buenos términos”, dijeron desde el gobierno argentino, aunque desde el lado de Paraguay apelaron a una salida política.
“Hay una sola persona que le puede decir a Massa que frene esto. Y no es el presidente Alberto Fernández”, ironizaron desde el lado paraguayo, en referencia implícita a la vicepresidenta Cristina Kirchner, que a través de la AGP sostiene una innegable influencia sobre las decisiones en el control de la vía navegable.