WASTE TO FUEL
Proyecto para transformar basura en combustible tiene reparos de las intendencias y la academia
Los equipos de las intendencias entienden que el proyecto del gobierno implica encarecer los costos para el tratamiento de los residuos.Fue uno de los anuncios que el presidente Luis Lacalle Pou deslizó ante la Asamblea General el 2 de marzo. "Por una razón u otra no se ha avanzado (en la disposición final de residuos).
Este gobierno ha tenido conversaciones con la Intendencia de Canelones y la de Montevideo, y se propone –se pone a la orden– para avanzar en procesos amigables con el ambiente. Hemos recibido una iniciativa conocida como el "waste to fuel", que esperemos tenga la aceptación de las dos intendencias para avanzar en una solución a largo plazo", sostuvo.
Unos días después, la naviera Maersk y WasteFuel lanzaban desde Copenhague (Dinamarca) una asociación para acelerar la descarbonización del sector transporte, empujada por el previo compromiso de gigantes como Amazon, Ikea y Apple de cortar sus emisiones para 2050. La compañía inició la construcción de 12 nuevos barcos propulsados por metanol ecológico, que espera tener operativos para comienzos de 2024.
El plan del gobierno y el planteo de Maersk es que ocho de esas embarcaciones consuman el combustible procesado a partir de la basura de Montevideo y Canelones. Una primera etapa emplearía los residuos orgánicos –como restos de alimentos–, que constituyen casi la mitad de los despojos de los hogares. Tal como informó Búsqueda, la iniciativa privada presentada por CSI Ingenieros, Ciemsa e Inglobal implicaría descomponer esos desechos para obtener biogás, para transformarlo luego en metanol que propulsaría los barcos de Maersk, en un proceso denominado "Fisher Tropsh".
Sin embargo, desde a academia aparecen reparos. El investigador del Instituto de Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería, Mauricio Passeggi –quien por otro lado trabaja codo a codo en proyectos con las comunas de Montevideo y Canelones– plantea sus dudas.
"Si no tenés el residuo separado en origen –y particularmente no se está haciendo en Uruguay– tenés una masa de de residuos orgánicos que está contaminada con otro tipo de cosas. Eso lo podés digerir igual –aunque no esté clasificado– con una separación mecánica como pretratamiento. El problema es que el lodo que sale del digestor –el reactor biológico– no sirve para nada", dijo a El Observador.
Passeggi sostuvo que ese lodo acaba suponiendo en el entorno de los dos tercios de la masa volcada en un inicio en el reactor que produce el biogás, aunque su condición de contaminado lo inhabilita para ser reutilizado como abono. “¿Qué se va a hacer con él?”, se cuestionó.
El investigador de la FING apuntó en esa línea que una premisa del proyecto del gobierno era la de descomprimir el sitio de disposición final de residuos, al quitarle de encima una fracción importante de lo que descartan los hogares. Passeggi añadió que los procesos de digestión anaeróbica -como el planteado en la iniciativa privada- implica “reactores enormes para un proceso que es muy lento, con costos de inversión muy elevados”.
Más caro
En tanto avanza el estudio de factibilidad, las negociaciones para el “waste to fuel” uruguayo son reservadas, de modo de asegurar la ventaja con la que el privado correría en caso de seguir adelante y convocarse a una licitación.
No obstante, pese a que los intendentes Yamandú Orsi y Carolina Cosse dieron su aval ante el planteo público del presidente y el ministro de Ambiente, Adrián Peña -no sin formular condiciones como contrapartida-, los equipos de las comunas manejan números que les anticipan un escenario desfavorable cuando de recursos se trata.
Según transmitieron a El Observador allegados a las negociaciones, las dinámicas propuestas implicarían -en el caso de Montevideo- que los costos de gestión por cada tonelada de residuo sean poco más del doble. Es decir, la tarifa que abonarían al privado por hacerse cargo de la basura -que más tarde transformará en combustible- duplica el monto de lo que sale lidiar con cada tonelada de despojos que se vuelcan en Felipe Cardoso.
De hecho, ambos jefes comunales pidieron al gobierno en una conferencia de prensa conjunta que se hiciera cargo del “costo adicional” que esta dinámica acarrearía para las intendencias. Sobre ese asunto económico radica hoy la principal traba para los avances.
El problema no es local, y ningún municipio ni inversor del mundo le escapa a ello. Un artículo del portal especializado Chemical & Engineering News da cuenta de la dificultad para la concreción de distintos proyectos en los cuales “incluso si logran el éxito técnico, seguirán fracasando si no brindan un retorno adecuado”.
Mientras tanto, Cosse aprovechó para solicitar como contrapartida ciertas mejoras al actual sitio de disposición final -considerado una referencia en la región y con obras de ampliación previstas para estirar su vida útil-, al tiempo que Orsi pidió a Peña una respuesta para el vertedero planteado por la comuna para Cerro Mosquitos, un proyecto que ya estaba aprobado y cuyo freno por parte de Ambiente llegó a enfrentar a ambos jerarcas.
Por su parte, el investigador del Instituto de Ingeniería Química planteó a título personal: “¿Tenemos derecho a definir el futuro de los residuos de la ciudadanía por los próximos 20 o 30 años? Nadie pone una inversión millonaria si no prometés que vas a entregar la basura. ¿No será que nuestros hijos sí están preparados para separar y valorizar los residuos orgánicos que hoy no estamos pudiendo separar? ¿Les estamos imponiendo que los residuos orgánicos van a ir para combustible cuando podrían ir a producción de alimentos?”, se preguntó.
Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 10 Octubre 2022