campos uruguayosPor qué chilenos y argentinos eligen invertir en el campo uruguayo

La demanda por compra y arrendamiento de tierras en Uruguay ha subido desde que se abrieron las fronteras; la oferta es escasa y los operadores ven un mercado ágil.El mercado de compra y venta de tierras en Uruguay se caracteriza por una intensa demanda de parte de los inversores.

El buen momento que hay la actividad ganadera, con niveles récord en precios internos y externos por haciendas y carnes, más un escenario agrícola también favorable (con precios al alza y buenas cosechas) ambienta que los inversores uruguayos y extranjeros demuestren su interés por la compra y el arrendamiento de campos, principalmente los forestales, agrícolas y mixtos, es decir en establecimientos donde se puede hacer agricultura y ganadería.

No es una novedad que clientes argentinos o brasileños pongan la mira en el agro uruguayo, pero este año, tras la apertura de fronteras luego de las restricciones por la emergencia sanitaria dada la pandemia de covid, y también con base en un cambio en el gobierno en Chile, inversores de ese país también han comenzado a consultar y a confirmar negocios por tierras uruguayas, informaron a El Observador fuentes del sector.

Los sudamericanos buscan sobre todo campos agrícolas, mientras que otros clientes, como los europeos, demandan principalmente campos forestales.

Más allá de esa demanda de parte de exranjeros, los uruguayos siguen siendo el grueso del negocio, destacaron operadores del sector.

Otro aspecto señalado es que, así como hay clientes particulares, la mayoría de las inversiones se hacen en conjunto.

La inversión hecha por sociedades anónimas con contrato legal se ha visto en aumento en el último tiempo, destacó Federico de León, integrante de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Precisó que no se debe mirar con “el viejo chip” de la extranjerización de la tierra y pensar que en las inversiones de multinacionales siempre hay capitales extranjeros, ya que también uruguayos elijen hacer negocios comprando acciones de ese tipo.

Desde la DIEA ven que en el último tiempo se ha dado un aumento en las operaciones, así como también en la superficie comercializada y el monto negociado.


En el ejercicio 2021, según datos de esa dirección ministerial, hubo 1.230 operaciones de compraventa por US$ 810 millones, con un precio promedio de US$ 3.499 por hectárea.

Campos forestales, de los más buscados
Alberto Arocena, integrante de Silveira Negocios Rurales, señaló que hoy en día los campos que muestran mucho dinamismo son los forestales, que también son los que presentan mejores precios para los dueños, ya que su valor ha aumentado entre 10% y 15% con respecto al año pasado.

Según dijo, hay muchos clientes buscando este tipo de campos, en parte por las obras de UPM que está más próximo a estrenar su segunda planta de producción de celulosa en Uruguay, y en parte porque hay varias empresas intentando trabajar en la producción de madera de calidad.

Aunque la demanda está ávida, la concreción de los negocios depende de varios factores, entre ellos que los suelos cumplan con aspectos como por ejemplo la prioridad forestal.

Tierras de este tipo pueden costar US$ 2.500 por hectárea, apuntó.

Buen momento para el mercado
Operadores del mercado de campo coincidieron en que la oferta es poca en campos que salen a la venta, así como también para los que se arriendan, y que los valores son positivos para los dueños.

“Hay muchísima demanda y una muy escasa oferta en todos los tipos de campo. Estamos en un momento particular en donde todas las cosas valen. La carne y los granos tienen precios históricamente altos, por tanto los ingresos y la rentabilidad que están dando los campos son muy altos. No es atractivo para la gente desprenderse del activo campo”, dijo Fernando Indarte, director de Indarte & Cía.

En ese escenario, Pablo Albano, integrante de Zambrano & Cía, destacó que hoy el mercado está ágil y que las condiciones son favorables para invertir y para vender, por el escenario político, los precios y el clima.

“Hoy está el escenario dado para que el precio continúe en una fase alcista, pero más que nunca el mercado y el equilibrio entre oferta y demanda serán los que se encarguen de marcar el precio de la tierra”, expresó.

Suben los productos y las rentas
Por otro lado, Indarte detalló que como las rentas se cobran en kilos de productos, con el aumento del valor de la carne y los granos se ha dado un aumento paralelo del valor de la renta.

En campos ganaderos la renta se mide por kilos de novillos, en agricultura de secano por kilos de soja y en cultivos de arroz por bolsas producidas, por ejemplo.

Los valores han subido por una mayor demanda, pero no la oferta de tierras, porque algo usual es que los contratos se arreglen directamente con el arrendatario y en muchos casos se renuevan, por lo que algunos campos no salen al mercado.

Para los campos ganaderos, se suele generar contratos de tres y hasta cinco años, mientras que para los agrícolas, de entre dos y tres años, lo que le permite a los productores invertir en sus producciones en esa tierra, explicó Indarte.

Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 16 Mayo 2022