ecomomiaUna visión crítica sobre la economía uruguaya: Entrevista a Adrián Fernández (*)

Luego de la presentación del equipo del Ministerio de Economía y Finanzas, encabezado por su titular la Economista Azucena Arbeleche, entrevistamos a Adrián Fernandez. Licenciado en Economía egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la UdelaR. Director del Instituto Nacional de Estadística (INE) desde noviembre de 1993 a mayo de 1997.

Consultor de organismos internacionales y asesor de empresas en temas macroeconómicos y financieros (fundador del servicio de Asesoramiento de Deloitte y de CPA Ferrere).

La Ministra Arbeleche anuncia un crecimiento del PBI del 4.5% para 2021, pero no es el dato oficial, que recién se conocerá a finales de Marzo. ¿Es de estilo hacer estos anuncios más de un mes antes de conocer los datos oficiales?

Si, es de estilo. En las presentaciones que suelen realizarse sobre finales de cada año los equipos económicos manejan estimaciones del cierre estadístico del año en curso, aun cuando los datos "oficiales" de la Contabilidad Nacional van a ser conocidos recién a fines de marzo.

Con respecto al aumento previsto del 4,5%, a priori parece un poco optimista. Pero el gobierno habitualmente maneja información que no está disponible para los analistas, por lo que yo estimo que el dato que publicará el Banco Central en marzo estará próximo a 4,5%.

Como dijo la Ministra, este es un dato mejor que el que pronosticaba el propio gobierno y los analistas. En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que el crecimiento de 2021 puede catalogarse como un rebote, bienvenido por supuesto, después de la caída del 5,9% registrada en 2020. Es decir, tenemos que tener en cuenta que este crecimiento muy relevante no llega a compensar los niveles de caída de 2020 y, en todo caso, nos retrotrae a los niveles pre-pandemia de 2019.

¿Cuáles son los factores explicativos de este crecimiento? ¿Cuánto jugó el "viento de cola" del precio de las commodities?

Hasta el presente sólo disponemos de datos al tercer trimestre de 2021, aunque no debería cambiar mucho el diagnóstico cuando se disponga de los datos del cuarto trimestre.  

A nuestro juicio, hay tres factores principales que explican la mayor actividad desde el punto de vista de la demanda: i) la salud y otros gastos relacionados con el Covid-19, principalmente expandiendo la actividad del gobierno (15% de crecimiento en 9 meses de 2021 versus 9 meses 2020); ii) el impulso de la construcción de la segunda planta de UPM y obras conexas, que hacen crecer la inversión en 17%; iii) las exportaciones, que se han expandido en volumen casi el 30%.

Si se consideran los valores en dólares, el crecimiento es aún más importante dado el aumento de los precios internacionales. Este "viento de cola", ayudado por la rápida recuperación de algunas de las principales economías (Estados Unidos y China), ciertamente debe haber incentivado el aumento de las exportaciones. En este plano, es importante destacar la notable flexibilidad de las cadenas agroindustriales uruguayas que han logrado expandir la producción rápidamente frente a los buenos precios internacionales. Por otra parte, este aumento de las exportaciones también se viabilizó por la reducción del consumo interno de algunos de los rubros exportados, sobre todo de los productos cuyos precios internacionales registraron crecimientos más importantes.

En ese sentido, el desempeño económico de la economía uruguaya hay que ubicarlo en un contexto más general, similar a otros países exportadores de commodities, que crecieron en 2021 muy por encima de lo que se proyecta para nuestro país. Por ejemplo, mientras que Uruguay creció 5,9% en los 9 meses de 2021 respecto de igual período de 2020, Chile lo hizo en 12%. Consideraciones similares podrían realizarse respecto de Argentina, que había sufrido en 2020 una caída del PIB superior al 10%.

Finalmente, hay otros componentes de la demanda agregada que merecen comentarios particulares: i) el consumo de los hogares crece 2%, muy por debajo del crecimiento del PIB global (como se dijo, creció 5,9%); ii) las importaciones crecen a la par de las exportaciones y, dado que no hay un crecimiento sustantivo del consumo, la mayor parte del aumento de las importaciones estaría relacionado con bienes de inversión (para la construcción de UPM y sus actividades conexas), y de insumos agrícolas y manufactureros.

¿Qué comentarios le merecen las declaraciones de la Ministra de Economía sobre la creación de 50.000 puestos de trabajo?

La presentación de la Ministra habla de la creación de 48.500 puestos de trabajo en 2021, recuperando el 80% de los puestos de trabajo perdidos en 2020.

Este dato, probablemente, ha surgido de la Encuesta de Hogares del INE. Es un dato que debe manejarse con cuidado, dado que se ha producido un cambio significativo en la metodología de relevamiento de información, por lo que no es estrictamente comparable con las estimaciones de 2020.

De todas maneras, las cifras mencionadas son razonables. El anuncio sobre puestos de empleo generados es consistente con los datos del BPS. Al mes de octubre 2021, los puestos cotizantes habían crecido 4,2%, 58.000 puestos, respecto del mismo mes de 2020. Cabe precisar que este no es un dato anual, pero en cualquier caso estaría mostrando un resultado consistente con lo informado por la Ministra. Y un punto muy importante, que nos diferencia de otros países de la región, la recuperación de los empleos luego de la caída por la pandemia se ha procesado en puestos de trabajo formales.

Habiendo dicho lo anterior, hay que subrayar que las cifras de 2021 están influidas por el aumento de los empleos ligados a las obras de UPM, que son por supuesto bienvenidos, pero no debe perderse de vista que tienen fecha de expiración. Es posible que se mantengan durante buena parte de 2022 pero ciertamente se reducirán en 2023. Se requerirá de un gran esfuerzo para reciclar los trabajadores y adaptar las empresas a medida que finalicen las obras.

Para este año las proyecciones del MEF son de un crecimiento del PIB del 3,8%, al tiempo que estiman que se generarán 40.000 nuevos puestos de trabajo. ¿Son previsiones con una base sólida?

En cuanto a los puestos de trabajo, parece una estimación optimista. Como argumenté, la gradual terminación de la construcción de la segunda planta de UPM y de las obras conexas, comenzarán a diluir este importante factor de creación de puestos de trabajo, sobre finales del año 2022, principios de 2023. Un efecto similar se tendría con el final, si se concreta, de los programas de Jornales Solidarios.

Ciertamente, la estimación que la Ministra está planteando para el PIB no contribuiría a una creación de puestos de trabajo como la proyectada por el gobierno. Si efectivamente el gobierno tiene razón y el crecimiento del PIB en 2021 es del 4,5%, sólo por efecto de "arrastre estadístico" se tiene un crecimiento en 2022 del 3,2%. En otras palabras, si el nivel de actividad permaneciera durante 2022 en el mismo nivel al que llegó al final de 2021 (en el cuarto trimestre), sólo por un efecto aritmético de comparación de promedios anuales se observaría un crecimiento del PIB por encima del 3%.

Las proyecciones oficiales parecen indicar que el gobierno es poco ambicioso en su crecimiento de 2022. Y, por lo tanto, los pronósticos en materia de crecimiento del empleo para el presente año plantean un signo de interrogación. Es posible que comencemos a observar durante 2022 estancamiento o inclusive disminuciones en el empleo, por lo menos del empleo formal.

¿Cuáles son las principales cifras de distribución de la renta: salarios, jubilaciones y pensiones? ¿hay alguna información sobre el índice Gini y como se movió en estos años en relación a Uruguay?

Todavía no hay información para determinar la estructura de la distribución de la renta en el año 2021. Se sabe sí que se produjo un descenso de los salarios y las jubilaciones en términos reales, pero todavía no se dispone de datos que permitan calcular el índice de Gini, para analizar la distribución del ingreso de los hogares. A nivel anecdótico, cabe mencionar la importante divergencia que se observa entre el consumo de algunos productos para hogares de alto nivel de ingreso (como los automóviles 0 km, con crecimientos del 60% en 2021 en marcas de alta gama), mientras que el consumo general de los hogares |se incrementa apenas el 2%, reflejando las dificultades económicas que enfrentan sectores importantes de la población, hogares de ingresos medios y bajos.

¿Qué comentarios le merece el anuncio de 50.000 personas menos en situación de pobreza en 2021?

El INE publicó datos de pobreza para el 1er. Semestre de 2021, y éstos se están comparando con los datos de todo el año 2020 y 2019. Las mejoras en la producción estadística son bienvenidas, pero nuevamente hay que poner una nota de precaución en la comparación. Por ejemplo, pueden existir efectos estacionales en el número de personas bajo la línea de pobreza, como ciertamente existen en el empleo y en los ingresos.

Comparando, entonces, el dato del 1er semestre de 2021 con el año completo 2020, se observa una disminución de la pobreza de casi 50.000 personas, como se informó en la conferencia de prensa, lo que ciertamente es reconfortante. El aumento de la actividad económica y del empleo, que ya hemos comentado, ciertamente debe haber tenido una incidencia significativa. Y las políticas sociales implementadas. Sin embargo, con estos datos todavía no se reduce el número de personas pobres a la situación previa a la pandemia. Con este importante descenso se ha logrado reducir solamente la mitad del aumento del año 2020.

¿Entonces, cómo se explica la caída de la pobreza para los niños menores a 6 años, inclusive por debajo de los datos de 2019?

Si, efectivamente, llama la atención esta aparente contradicción, ya que el número de hogares en situación de pobreza en 2021 es 7,4% del total, frente a 5,9% en 2019. La Ministra habla de políticas focalizadas. Es posible que ello haya tenido cierta incidencia, pero a nuestro juicio el factor más importante tiene relación con la evolución reciente de la tasa de natalidad en Uruguay.

Si se consideran los nacidos vivos en el periodo comprendido entre los años 2014 y 2019, que determina el universo de niños entre 0 a 5 años del año 2019, se tiene un total de 265 mil nacimientos. El último dato es de 2020, pero asumiendo que en 2021 se repitió el número del año previo, el total de nacimientos desde 2016 a 2021 se ubicaría en 240 mil. Es decir, se habría producido una caída de casi 25 mil niños en el grupo de 0 a 5 años, probablemente con mayor incidencia de los hogares pobres en esta reducción, ligada al impulso a ciertos métodos anticonceptivos en adolescentes. Esta es una aproximación, porque no estamos tomando en cuenta defunciones ni el aporte por saldo migratorio.

Como resumen, la caída de menores de 6 años bajo la línea de pobreza se explicaría por la reducción de los nacimientos en hogares pobres, más que por la salida de los hogares (y de sus niños) de la situación de pobreza.

(*) Adrián Fernández Poncet. Licenciado en Economía egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la UdelaR. Director del Instituto Nacional de Estadística (INE) desde noviembre de 1993 a mayo de 1997. Consultor de organismos internacionales y asesor de empresas en temas macroeconómicos y financieros (fundador del servicio de Asesoramiento de Deloitte y de CPA Ferrere). Oficial en el Directorio del Banco Mundial en Washington, DC, en representación del gobierno de Uruguay desde 2008 a 2018, y Director Ejecutivo, en representación de Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay, desde 2018 a 2020. Autor de numerosos estudios e investigaciones sobre  temas económicos y técnicas econométricas aplicadas. Actualmente, se desempeña como Investigador Senior del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE - Uruguay) y como docente de posgrados en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la UdelaR.

UYPRESS - Montevideo - URUGUAY - 17 Febrero 2022