MERCADOS
Alerta por la debilidad del dólar: exportadores y turismo piden medidas
El descenso persistente de la divisa norteamericana pone en alerta al sector empresarial.El pasado viernes el dólar llegó a 10 bajas consecutivas, lo que significó la racha más larga en dos años dado que desde fines de 2019 no se daba un período tan largo de depreciación de la moneda estadounidense.
Si bien ayer la divisa cortó esa racha al cerrar la jornada con una leve suba de 0,1%, en el mes el dólar acumula una caída de 2,51% y de 3,69% en el año.
Esta tendencia persistente a la baja -impulsada por el aumento global en el precio de las materias primas- prendió luces amarillas en parte del sector empresarial uruguayo que mira con atención el desempeño de la divisa.
En este sentido, el pasado 8 de febrero la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) se reunió con las autoridades del Banco Central (BCU) para pedirles “algún tipo de señal” para “que no se permita esta caída tan abrupta” del dólar, según indicó a El País la Responsable de asesoría económica, comunicación y medio ambiente de la gremial, María Laura Rodríguez.
La preocupación del sector exportador radica principalmente en que el persistente descenso del dólar afecta en mayor medida a las empresas industriales que son más intensivas en mano de obra y que a su vez son las que aún no han logrado terminar de superar el impacto económico de la pandemia del covid-19.
El “descenso está siendo demasiado drástico”, remarcó la economista y explicó que como cada dólar exportado se cambia por menos pesos uruguayos, esto influye negativamente en aquellas empresas exportadoras cuyos costos están mayoritariamente en moneda nacional.
“No se puede poner en la misma bolsa a toda la exportación, las realidades son diferentes, no todas las empresas están teniendo precios internacionales altos, no todas han logrado una recuperación homogénea y no todas tienen todos los mercados abiertos. Hay muchas empresas exportadoras que están tratando de sobrevivir y superar el bajón que fue el 2020”, apuntó Rodríguez.
Las autoridades del BCU respondieron a la gremial exportadora que se encuentran “monitoreando” la situación.
“Hay algunos instrumentos que (el BCU) puede utilizar para frenar esta caída que nos preocupa mucho. Hay que actuar en tiempo real y no esperar a que caiga mucho porque después la recuperación no es fácil”, advirtió la economista.
En el sector turístico la situación también preocupa porque se suma a la “compleja situación” que enfrenta la actividad luego del parate de la segunda quincena de enero y lo que va de febrero. Así lo afirmó a El País el vicepresidente de la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), Francisco Rodríguez quien señaló que la baja del dólar “pesa” en el sector aunque principalmente en el rubro hotelero que ha visto una “fuerte caída” en el nivel de reservas.
“Cuando tenés tarifas en dólares lo ideal es que (la divisa) suba. Además esto lógicamente influye a nivel regional porque aunque se ha tratado de buscar beneficios económicos (para mitigar diferencias cambiarias), siempre estamos mirando qué tan caros o baratos estamos con respecto a Argentina”, dijo Rodríguez.
Por ser una economía altamente dolarizada, la baja o suba de la divisa estadounidense tiene efectos también en términos de consumo doméstico. En este sentido, la economista y directora del Instituto de Competitividad de la Universidad Católica (que elabora el Índice de Confianza del Consumidor junto a Equipos Consultores), Micaela Camacho afirmó a El País que el descenso persistente del dólar “va a tener impacto directo en la expectativa de los consumidores”. El consumo podría verse afectado principalmente en los bienes importados dado que son los que dependen directamente del dólar. “Cuando baja el precio aumenta la demanda, sobre todo en compras no muy pensadas”, explicó Camacho.
Sobre este punto, el gerente de Análisis Económico de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski señaló que “podría existir cierto incremento en el consumo de bienes durables (típicamente importados) ante un contexto de precios menores en pesos”.
Perspectivas.
El investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Ignacio Umpierrez explicó a El País que la racha bajista del dólar en Uruguay “ha estado en línea con lo que ha sucedido en el mundo desde inicios de 2022”. En relación a qué se puede esperar, el economista señaló que los fundamentos económicos globales “son consistentes con un dólar débil, precios de las materias primas elevados y condiciones financieras que paulatinamente comienzan a volverse menos expansivas pero internalizadas por los mercados”. Respecto a Uruguay, Umpierrez indicó que “hay fundamentos alineados con que el dólar se mantenga débil”.
Por su parte, el economista de PwC, Ramón Pampín señaló que “esta etapa tiene más carácter de transitoria que de permanente” y que si bien hay una presión externa al alza sobre el tipo de cambio, también habrá presiones a la baja con las subas de la Tasa de Política Monetaria (TPM) por parte del BCU que aún le falta para llegar a su fase contractiva.
“Vamos a tener esa tensión entre estos dos factores, uno presionando al alza y otro a la baja. Creemos que se impondrá el factor internacional, pero todo depende en última instancia del grado de intensidad de cada una de las subas de tasas, en Uruguay y en Estados Unidos. Incluso da la sensación que en Uruguay se puedan necesitar mayores ajustes de la TPM de los previstos por el mercado”, dijo Pampín.
La divisa subió ayer y cortó racha de 10 bajas seguidas
El dólar subió ayer cortando una racha de 10 descensos consecutivos. Según explicó Cichevski, la caída del dólar en Uruguay “ha estado en línea con lo ocurrido en las principales economías de Latinoamérica, cuyas monedas se apreciaron en promedio en similar magnitud a Uruguay. En Brasil el dólar cayó 8% quizás también por un efecto de moderación en el discurso económico de (el expresidente y candidato a las próximas elecciones, Luiz Inácio) Lula Da Silva y teniendo en cuenta que el real ya se encontraba fuertemente depreciado”.
Sin embargo, ayer la divisa en Uruguay aumentó 0,1% y se negoció en promedio a $ 43,091. En la jornada, el dólar cotizó entre $ 43,05 y $ 43,10 para finalizar en el máximo. El valor de cierre subió 0,07% respecto al viernes. En lo que va del mes el dólar cae 2,41% y en el año retrocede 3,59%.
A través de las pantallas de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa), se realizaron 28 operaciones en la víspera por un monto equivalente de US$ 11,7 millones. Al público en las pizarras del Banco República (BROU), el dólar cerró estable en $ 41,90 a la compra y $ 44,30 a la venta.
En Brasil, principal mercado de referencia cambiaria, el dólar subió 0,23% y cerró en 5,2106 reales. En lo que va del mes el dólar acumula una caída de 2,74% y en lo que va de 2022 el descenso es de 6,63%. En tanto, en Argentina el dólar oficial subió 0,2% y cerró en 106,36 pesos argentinos. En febrero sube 1,28% y en el 2022 aumenta un 3,54%.
En lo que refiere al riesgo país (medido a través del Índice UBI, que elabora República AFAP), este subió una unidad y cerró en 119 puntos básicos. El aumento se dio con una cotización a la baja tanto en el precio de los bonos uruguayos como en el valor de los treasuries (bonos del Tesoro estadounidense). En el mes el riesgo país sube 2 unidades y en el año 14 puntos básicos.
Efectos de la baja del dólar a nivel doméstico
En relación a los efectos que la baja del dólar tiene en la economía doméstica, el gerente del área de Análisis Económico de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski explicó que las exportaciones “seguirán beneficiándose de un contexto de altos precios internacionales” de las materias primas, por lo que “no deberían verse afectadas por la caída del dólar en Uruguay, ya que este es un fenómeno que se está dando en la mayoría de los países emergentes”.