UPM anunció que se retrasó la puesta en marcha de su nueva planta de celulosa
La falta de piezas para el armado de la maquinaria dificultó el proceso; en el Sunca hay “preocupación” porque los trabajadores quieren saber si su actividad “puede ser alterada”.La empresa UPM anunció en un informe publicado este jueves que se retrasó la puesta en marcha de su segunda planta de celulosa en Uruguay, que está en construcción en Paso de los Toros.
Si bien se esperaba que pudiera quedar operativa en el último trimestre de 2022, la reciente comunicación indica que será sobre “el final del primer trimestre de 2023”.
En el informe se expresa que “los principales equipos y recursos clave han llegado a Uruguay, por lo que la mayoría de las incertidumbres ya han sido resueltas”. No obstante, se informa que “las sucesivas olas de la pandemia y las ajustadas cadenas mundiales de suministro han seguido desafiando el proyecto”. En este sentido, “es inevitable considerar un retraso menor en el cronograma de puesta en marcha”, por lo que la producción comenzará el año que viene, lo que implicará “un aumento de 10% en la estimación de inversión actualizada”.
Según supo la diaria, este retraso en el inicio de la producción no significa que la obra de construcción tenga importantes dificultades. Lo que sucede es que algunas piezas necesarias para poner en funcionamiento la maquinaria aún no han llegado, y el problema logístico global impide saber con certeza cuándo podrían arribar. Así las cosas, la empresa debió ampliar su inversión debido a que necesitará extender contratos de mano de obra, entre otros factores.
En otro tramo del informe, la empresa explicó que en base a estudios independientes de impacto socioeconómico, se estima que con esta planta “aumentará el producto nacional bruto de Uruguay en aproximadamente 2%” y “el valor anual de las exportaciones” en 12%. “En la fase de construcción más intensiva, más de 6.000 personas estarán trabajando en el sitio.
Se estima que, una vez terminados, se crearán aproximadamente 10.000 puestos de trabajo permanentes en la economía uruguaya, de los cuales aproximadamente 4.000 implicarán el empleo directo de UPM y sus subcontratistas. Se estima que unas 600 empresas trabajan en la cadena de valor”. Además, se aclaró que la planta se ubicará “en una de las muchas zonas francas de Uruguay y pagará un impuesto fijo anual de siete millones de dólares”.
“Se espera que la cadena de valor de la fábrica aporte 170 millones de dólares en impuestos anuales y pagos de seguridad social y que aporte 200 millones de dólares anuales en sueldos y salarios”, apuntó la empresa.
“Preocupación”
En tanto, en el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) hay “preocupación” por lo que pueda suceder con los trabajadores de la obra, aunque por ahora no se anunciaron modificaciones en este sentido. En diálogo con la diaria, el presidente del gremio, Daniel Diverio, manifestó que los empleados de la obra tuvieron una reunión informal este miércoles en la que se les informó del “problema con los materiales”, y este jueves estaba previsto que hubiese otra. Agregó que la intención del sindicato es conocer “cómo se van a mantener los puestos de trabajo” con este retraso.
“Quizás algunos puestos de trabajo que se tenía pensado tomar no se tomen, pero los que están trabajando hay que sostenerlos”, apuntó el sindicalista. Diverio manifestó que “hay preocupación” porque estos anuncios “generan la expectativa de miles de trabajadores que están esperando a ver cuál es su situación para ordenarse”.
“Si a vos te contratan para una obra que sabés que tenés un año para adelante y surgen estos anuncios, por supuesto que genera preocupación en los compañeros al no saber cuál es la realidad que les va a esperar a corto y mediano plazo”, añadió.
Diverio aclaró que “entre la planta, el Ferrocarril Central y alguna obra más”, como la del puerto de Montevideo que involucra a UPM, hay “entre 10.000 y 11.000 trabajadores” de la construcción en actividad. En este sentido, el presidente del Sunca explicó que existe otra preocupación, vinculada a la incertidumbre por gran parte de esos puestos una vez que se termine esta construcción millonaria. Según dijo, para 2023 se espera “una caída pronunciada, por encima de los 10.000 o 12.000 puestos de trabajo directos, más una cantidad similar o superior de puestos indirectos”.