ecoCUENTAS NACIONALES
¿Por qué la economía uruguaya sorprendió y qué puede esperarse de ahora en más?

La recuperación se afianzó y el PIB ya está casi en el nivel prepandemia (promedio de 2019).En el tercer trimestre la economía uruguaya afianzó su recuperación, tras el impacto que significó el COVID-19 en buena parte de 2020 y en el inicio de 2021. Tanto es así que analistas consultados por El País ya revisan al alza sus proyecciones de crecimiento para este año a 4% y más.

El Producto Interno Bruto (PIB) creció 5,9% interanual en el tercer trimestre (es decir, frente a igual período de 2020) y 2,7% en la medición desestacionalizada (es decir, al comparar con el segundo trimestre de 2021), según divulgó ayer el Banco Central (BCU). Así, van dos trimestres consecutivos de expansión, tras la caída (tanto interanual como desestacionalizada) del primer trimestre.

Según el informe del BCU, “desde el enfoque de la producción, se observó una recuperación generalizada de la actividad económica en el período (en la medición interanual), destacándose por su incidencia Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas, y Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y Otros servicios”. En efecto, todos los sectores crecieron en la medición interanual (ver gráfico).

“Desde el enfoque de la demanda, se observó un incremento tanto de la demanda interna como de la externa. En lo referente a la demanda interna, crecieron tanto el Gasto de consumo final como la Formación bruta de capital”, señaló el Central (ver aparte).

El PIB per cápita llevado a términos mensuales alcanzó a $ 62.857.

La socia de Exante, Florencia Carriquiry dijo a El País que “desde hace algún tiempo veníamos advirtiendo que el 3,5% de crecimiento promedio anual que veníamos estimando para 2021 podía tener un sesgo al alza, porque varios indicadores parciales relacionados a la actividad económica y el propio desempeño del mercado laboral parecían señalizar un mejor segundo semestre, pero estos datos han sido incluso mejores de lo que esperábamos. Seguramente el PIB terminará creciendo este año 4% o incluso algo más que eso”. De hecho, Exante va a revisar al alza su estimación.

El economista de CPA Ferrere, Martín Cassella dijo a El País que “en el tercer trimestre, el PIB se situó 0,6% por debajo del nivel prepandemia (promedio de 2019) y levemente por encima del último trimestre de 2019 (0,2%). Esto refleja la fuerte recuperación observada en el período, en tanto la brecha con el nivel prepandemia se ubicaba por encima de 3% el trimestre anterior”.

“La economía va a alcanzar el nivel prepandemia (promedio 2019) en el último trimestre del año, antes de lo inicialmente previsto. El control de la pandemia durante el tercer trimestre del año y la consecuente normalización de la movilidad de las personas permitió que el proceso de recuperación de la actividad tomara impulso” afirmó Cassella y agregó que el crecimiento en 2021 será de “al menos 4%”.

Para el socio de Vixion Consultores, Aldo Lema, el crecimiento del PIB desestacionalizado, también fue una sorpresa.

“El crecimiento de 2,7% estuvo largamente por encima de las expectativas de consenso e incluso la mía que se ubicaba entre 2% y 2,5%. Al impulso que traían sectores favorecidos por el entorno extrarregional o la construcción de la segunda planta de UPM, se sumó el rebote de los sectores de servicios y el comercio, impulsados por los efectos positivos de la vacunación y la recuperación de la movilidad prepandemia”, dijo Lema a El País.

“Mi estimación de crecimiento 2021 para la economía uruguaya ha estado desde hace un año entre 3% y 5% (centrado en 4%), pero con las cifras del tercer trimestre queda ahora acotado a la parte superior del rango, entre 4% y 5%”, añadió.

El economista jefe de KPMG, Marcelo Sibille, señaló a El País que “tras incorporar el dato del tercer trimestre, ahora deberíamos pensar en un 4% como proyección conservadora (de crecimiento del PIB este año). Pienso que estará más próximo al 4,5%”.

En un informe divulgado anoche, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) evaluó que con la expansión del tercer trimestre, “la economía uruguaya podría crecer en el promedio de 2021 algo por encima del 4%”.

Rebote, ómicron y más.
Para Sibille, “en la medida que el crecimiento está sustentado en bases sólidas como la fuerte expansión de la inversión, no se trata de un mero efecto de rebote estadístico. Con lo cual el ajuste de expectativas también corresponde hacerlo de cara a 2022”.

Sin embargo, Lema consideró que “esta es una recuperación cíclica” y “no necesariamente conlleva un aumento del crecimiento potencial de la economía”.

En tanto, Carriquiry alertó que “el escenario externo plantea riesgos para el año que viene. Las recientes señales de desaceleración en algunas de las grandes economías, las nuevas olas de COVID-19 con la expansión de la variante Ómicron y la persistencia de la inflación (que podría derivar en un endurecimiento monetario incluso más intenso de lo que hoy ya está descontado en Estados Unidos y en otras grandes economías) pueden desencadenar un escenario global más negativo, con menos crecimiento, más suba del dólar y potencial corrección a la baja de los valores de las materias primas”.

El CED señaló que “la economía uruguaya llega al 2022 transitando un sólido proceso de recuperación tras un segundo semestre de 2021 sin restricciones sanitarias y con un alto nivel de inmunización ante el COVID-19”.

Explicó que “los motores de la recuperación han sido” en primer lugar “el gran momento que atraviesan las exportaciones de bienes (particularmente, agroindustriales), favorecidas por los altos niveles de precios, pero también por mayores volúmenes colocados”.

Los otros dos factores son “el dinamismo de la inversión privada asociada a las obras de UPM 2” y “la paulatina recuperación del consumo privado en un contexto de retorno a los niveles de empleo pre-pandemia, mayor confianza de los consumidores y gran incidencia positiva del comercio y los servicios ya sin restricciones de oferta”, concluyó.

Sin margen para gastar más pese a acelere
Los analistas también revisan al alza sus proyecciones para el año 2022. Ahora, ¿esto significa que el gobierno tendrá algo más de margen para gastar el próximo año (dado que el Presupuesto está hecho con bases más conservadoras)?

Carriquiry dijo que “las proyecciones para 2022 también las estaremos revisando, pero a nuestro juicio la economía mantendrá seguramente un crecimiento de más de 3% promedio anual”. En ese sentido, “si bien a priori la mejor performance de la economía podría permitir algo más de espacio para un mayor gasto, lo cierto es que el gobierno tiene un objetivo de ajuste fiscal para 2022 que es exigente y en medio de estas incertidumbres nos parece riesgoso aflojar demasiado los esfuerzos de contención del gasto”, agregó.

Lema indicó que para 2022 “la expectativa de crecimiento también debería subir” al rango de 3%-5%. Como entiende que la recuperación “no necesariamente conlleva un aumento del crecimiento potencial de la economía”, la política fiscal “no debería cambiar” ya que “se rige por parámetros estructurales”.

Según Sibille, el crecimiento en 2022 “el crecimiento seguramente volverá a estar por encima del 4%”. De todas maneras, “en la actual coyuntura donde el déficit fiscal aún es elevado, y considerando que la reactivación ya está impactando positivamente en la creación de empleo, el gobierno no debería tomar este dato como excusa para relajar la política de gasto público”, añadió.

Según el CED, “el mayor desafÍo de cara al 2022 es consolidar el proceso de recuperación en un contexto externo algo menos benigno, una región inestable y en medio del debate polÍtico por la ley de urgente consideración” y que por eso “el 2022 será un año clave para apuntalar un conjunto de reformas estructurales (en materia de inserción internacional, regulación laboral, seguridad social, desdolarización, entre otras) que permitan aumentar la tasa de crecimiento potencial de la economÍa. Ya no basta con crecer acumulando factores, sino combinándolos mejor”.

Más consumo y el comercio exterior sube fuerte
Del lado de la demanda, el consumo volvió a crecer. El Gasto de consumo final creció 4,5% en julio-septiembre respecto al tercer trimestre de 2020. El Gasto de Consumo Final de los Hogares aumentó al comparar con igual período del trimestre anterior un 2%. Esto se explica especialmente por un mayor gasto en servicios afectados por las restricciones sanitarias que impuso la pandemia y vehículos y automotores y de vestimenta y calzado. En tanto, el incremento en el gasto de consumo Final de gobierno (+14,6%) se dio por un aumento en los servicios de salud y educación pública.

Por su parte, las exportaciones aumentaron 28,5% en la comparación interanual. Influyeron positivamente las mayores exportaciones de carne bovina, jarabes y concentrados, ganado en pie y pulpa de celulosa. Por el lado de los servicios, se incrementaron las exportaciones destacándose el desempeño positivo de ventas al exterior de energía electrica (a Brasil, por la sequía de ese país). Mientras, las importaciones de bienes y servicios se incrementaron un 27,6%, con destaque en bienes de consumo, vehículos automotores, alimentos y bebidas.

Inversión se expandió 17,1% en el trimestre
En el tercer trimestre, la formación Bruta de Capital aumentó 7,1% frente a igual trimestre del año anterior. Se dio una mayor inversión en activos fijos la cual fue parcialmente contrarrestada por la mayor desacumulación de existencias. La inversión) se incrementó 17,1% en el tercer trimestre frente al mismo lapso de 2020. Esto se explicó, por las inversiones asociadas a la tercera planta de celulosa, la mayor importación de productos metálicos, maquinaria equipos y vehículos automotores y las obras de infraestructura.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 23 Diciembre 2021