MieresJaqueado por el aumento de conflictos, Mieres accede a negociar con sindicatos

Un paro de 72 horas en el puerto de Montevideo, un nuevo cese de actividades en la planta de UPM 2, paros en Salud Pública, Ancap y ocupaciones en Acodike y Fucerep, completaron la semana con más conflictividad laboral en lo que va de este gobierno. Para solucionar el diferendo portuario, se instaló una mesa tripartita en el Ministerio de Trabajo, pero entre UPM y el Sunca la conflictividad viene en aumento y el ministerio aún no interviene.

El pasado jueves, sobre las 11 de la mañana, el puerto de Montevideo retomó sus tareas habituales después de un paro que duró tres días. El Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra) había tomado la medida luego de que los trabajadores de la Terminal Cuenca del Plata (TCP) no llegaran a un acuerdo satisfactorio con la empresa.

El sindicato pretendía que el nuevo convenio colectivo contemple 20 jornales asegurados en vez de los 13 del convenio vigente. Además, Supra reclama por el riesgo de pérdida de empleo de los trabajadores de Montecon a partir del acuerdo suscrito entre el Estado y la empresa Katoen Natie.

Finalizada la medida sindical, en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) se instaló una mesa tripartita para intentar acercar a las partes, con el objetivo de firmar un nuevo convenio colectivo, dado que el último venció el pasado 31 de agosto. Las negociaciones sobre los jornales asegurados y otros asuntos sin acordar se retomaron este lunes 4 y se prolongarán hasta el viernes 8. Según el acta firmada el jueves, ambas partes se comprometieron a no adoptar nuevas medidas de fuerza mientras duren las conversaciones en el ministerio.

En diálogo con el programa En Perspectiva, el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, manifestó que “el sindicato portuario tiene todo el derecho de tomar sus medidas gremiales, pero también hay que evaluar cuáles son las consecuencias de esas medidas que trascienden por lo lejos, la actividad de ellos”.

Mieres sostuvo que más allá del paro concreto, el problema radicaba en el “efecto dominó” generado debido a que “afectaba a toda la producción uruguaya” desde el lado exportador y “a toda la actividad productiva y comercial si lo mirábamos del lado importador”.

El ministro explicó que dentro del nuevo convenio colectivo se pretende que haya “cláusulas de prevención de conflictos, que permitan generar gradualidades o procesos de prevención que implican dialogo previo” para “agotar todas las instancias” antes de un paro como este.

Delegados de Supra aseguraron este lunes en La voz del Sunca que la medida pudo haberse evitado si desde el Ministerio o la empresa se hubieran comunicado con el sindicato para continuar las negociaciones. “No digo que no hayan avisado, digo que directamente fue una medida de alto impacto”, indicó Mieres, y aseguró que desde el primer momento intentaron “generar ámbitos que permitieran evitarla o después levantarla antes de las 72 horas”. Pero “lamentablemente eso no fue posible”, manifestó el ministro.

Debido al paro en el puerto dos buques tuvieron que cancelar su escala prevista en Montevideo, por lo que no se pudieron recibir unos 3.400 contenedores y tampoco se pudieron cargar 1.800 contenedores que estaban en la terminal.

Sobre el impacto generado, el presidente Luis Lacalle Pou, expresó el jueves pasado en la inauguración de un nuevo Centro Pyme en Salto, que «hay que comprender los reclamos, pero no se puede trancar el país”. “A todos nos rompió el alma ver un barco que se va sin poder hacer la descarga. Un barco que se va sin la producción nuestra. El mundo todo está peleando para que los barcos lleguen a su puerto», dijo. El miércoles pasado, el mandatario recibió la visita del presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Conrado Ferber, quien le trasladó su preocupación porque entre martes y miércoles de la semana pasada no se pudieron cargar unos 300 contenedores de carne con destino al exterior.

El sábado pasado la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP) y la Unión de Exportadores (UE) señalaron en un comunicado que “el sector exportador se viene enfrentando en los últimos meses a una escalada en los precios de los fletes marítimos internacionales, falta de contenedores y de espacio en las bodegas de los buques”; y, que tras un 2020 “muy complicado” por la pandemia, “el mundo nos está dando la oportunidad de recuperarnos, si logramos enviar la mercadería a destino”. A su juicio el paro portuario “agrava más la situación, sumando un componente netamente local a los grandes desafíos a los que nos enfrentamos como país en ese contexto internacional adverso”, dado que “esta situación afecta a la exportación, la producción y el empleo, y los perjuicios económicos y de imagen frente a nuestros clientes en el exterior son enormes”.

La Federación Rural del Uruguay (FRU) también expresó su “profunda preocupación” por las consecuencias económicas para toda la economía nacional. La FRU remarcó que el país se encuentra en el momento en el que “comienza a dejar atrás las graves consecuencias de una terrible pandemia global” y en donde “se ve una firme recuperación económica de la mano del sector exportador y de la construcción, además de una mejora en los niveles de empleo”.

UMP 2: MTSS evalúa intervenir en conflicto entre la empresa y el Sunca

Otro conflicto laboral latente es el que mantienen desde hace varias semanas la empresa UPM y el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) en relación a la renovación de un convenio colectivo vencido a fines de agosto. Al no recibir respuestas satisfactorias de UPM sobre los aspectos que pretenden incorporar los trabajadores nucleados en el Sunca en el nuevo acuerdo entre la multinacional finesa y los trabajadores, el pasado miércoles cesaron las actividades de montaje y se movilizaron hacia la sede de UPM en Paso de los Toros.

El Sunca reclama –para la segunda etapa de la obra– que el nuevo convenio colectivo fije un aumento del 400% en la prima por presentismo (respecto al anterior convenio) y no conflictividad laboral, una partida de alimentación con tres tickets de alimentación al día, aumento en los viáticos, partida de transporte y limitar el trabajo extranjero para tareas que pueden realizar obreros uruguayos.

Sobre este diferendo, Mieres advirtió que “cuando empieza la renovación de convenios siempre viene acompañado de medidas”. El jerarca apuntó a que la distancia entre la demanda y la posibilidad de dar respuesta por parte del sector empleador es muy grande y eso alimenta que haya mayor conflictividad”.

Mieres aseguró que el ministerio aún no interviene y que por ahora el conflicto que afecta a la construcción de la segunda planta de UPM se está manejando de forma bipartita, entre la empresa y la Cámara de la Construcción, por un lado, y el movimiento sindical por otro; aunque advirtió que la cartera está consultando a las partes de forma constante para definir si es necesaria una intervención.

“Lo que sí obliga a nuestra intervención es cuando las medidas afectan la libertad de trabajo y hay muchas medidas del sindicato que han afectado”, dijo el secretario de Estado. Esto es en referencia a los problemas que se han generado en la obra entre operarios tercerizados y extranjeros, y los obreros sindicalizados.

Mieres aclaró que no hay un paro continuo, sino cortes de tareas puntuales cuando se tranca la negociación. “Es una situación de pulseada entre las partes, donde no se nos ha pedido intervención, pero sí tenemos que intervenir para que aquel trabajador que quiera trabajar pueda hacerlo”, sostuvo el ministro de Trabajo. Mieres señaló que el acuerdo de la construcción de UPM prevé “un ámbito de alzada donde participa el MTTS, ya no a través de la Dinatra, sino de sus autoridades nacionales, y no ha sido convocado». «En algún momento tendremos que evaluar si desde el ministerio no corresponde la citación», agregó.

Más paros y ocupaciones

Si bien no está resuelto el conflicto entre el sindicato de Acodike y la empresa por el despido de tres trabajadores, las negociaciones se retomaron y el gremio desalojó la planta ocupada la semana pasada. En tanto, el jueves la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) ocupó un local de Fucerep en protesta por la medida de la cooperativa de despedir a trabajadores afiliados al sindicato.

Por su parte, el martes 28 Fancap volvió a hacer un paro de 24 horas, alertando sobre los puestos de trabajo en riesgo frente a la decisión del Directorio del Ente de privatizar la producción y comercialización del portland. Además, el miércoles pasado La Federación de Funcionarios de Salud Pública realizó un paro de 24 horas en reclamo de mejores condiciones laborales. Exigen un aumento salarial y que se decrete insalubre el trabajo de funcionarios de la salud.

LA MAÑANA -Montevideo - URUGUAY - 06 Octubre 2021