carretera caminoEl nuevo horizonte

Esta semana hubo dos noticias que merecen ser destacadas: la posibilidad que nos presentan los países del Pacífico, y el avance de China para un posible TLC. Ninguno de los dos casos es de fácil resolución, pero nos desafían a estar preparados y en eso el agro juega un rol fundamental.

Horacio Jaume – Montevideo – TodoElCampo – Es difícil describir el momento que está viviendo la ganadería uruguaya, es como si de repente los astros se volvieran a alinear, los mercados se abren y nuestros competidores barriales sumergidos en problemas internos no logran levantar cabeza.

Aparecen entonces los dichos “ojo, los árboles no crecen hasta el cielo”, “seamos precavidos, no hagamos locuras”. ¿Esto qué significa, la parálisis?, ¿qué estamos esperando, el marronazo o que alguien nos despierte de este sueño?

Sin ignorar esta realidad, en las últimas horas hemos tenido dos noticias que vale la pena analizar. Cuando digo esto no es que me haya convertido en un economista y que pueda hacer un análisis de este tipo.

Las noticias a las que me refiero son, la primera, a través de INAC en la reunión de la ACG. Se trata de mirar hacia el Pacífico donde países como Japón, Corea, Canadá, Chile, Perú, y ahora fue invitado Inglaterra, están trabajando en forma muy prolija bajando aranceles en forma paulatina y abriendo además otro tipo de posibilidades más que interesantes.

Ese grupo de países le han pasado a Uruguay un mensaje, que sería bueno que gestionase la posibilidad de operar en el mismo.

Por otro lado. La segunda noticia, es la del presidente de la República, Luis Lacalle, comunicando hace pocas horas que China sería permisiva empezar a estudiar un TLC con Uruguay.

Los economistas basan sus análisis sobre las experiencias anteriores para poder traspalarla a la actualidad. No sé si es exactamente así, pero es lógico tener como punto de referencia para posteriormente hacer la comparación.

Generalmente uno opta por esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos, pero hay demasiados puntos como para poder solamente esperar. Nuestro país es visto actualmente como respetuoso de sus leyes y de sus compromisos: también es visto como seguro y vivible, nosotros mismos lo promocionamos de esa manera y hay gente que supuestamente quiere venir. Como dato tenemos a Correa que vino en su momento y compró campos a US$ 300.

Nuestras producciones no son rápidas y por lo tanto la parálisis no son recomendables.

La información pasa a ser un insumo de primer orden y a las instituciones gremiales les toca un papel fundamental para estar muy cerca del Gobierno para hacer llegar no solamente sus inquietudes sino su colaboración con esos futuros pasos tan importantes a dar.

Aquello del gremialismo solo de protesta, no corre. Tampoco que las diferencias domésticas impidan mirar el futuro. La necesidad de elegir a los más capaces para negociar pero también para articular se convierte en fundamental.

¿Dónde debemos poner mayor énfasis? En reducir los riesgos, llámese riego o reservas de forraje.

Cuando comenzó la forestación, una producción novedosa par el país, las empresas debían comprar tierras y plantar los árboles sino no podían hacer las fábricas, el árbol demora entre 7 y 9 años para poder ser cortado.

Hoy hay más de 800 productores asociados a las forestadoras y estas ya no compran tanto campo.

Nuestro país tiene que estar dispuesto a escuchar todo.

Esta historia se empezó a escribir, o mejor dicho, el agro abre un nuevo capítulo. Depende de nosotros cómo escribirlo. No es de nuestros hijos o nietos, es de todos aquellos que apunten al nuevo horizonte.

TODO EL CAMPO -Montevideo - URUGUAY - 10 Setiembre 2021