Puerto de Montevideo 6Falsa escuadra

@|Con el fondo de guitarras, la voz de Edmundo Rivero entona: “Yo la vi que se venía en falsa escuadra, se ladeaba, se ladeaba, derecho pal´arrabal”.Cuántas veces hemos tratado el tema del Puerto de Montevideo y la profundización a 14 metros, que luego han quedado en 13 metros y Argentina se sigue oponiendo en la CARP.

Cualquier tribunal internacional acordaría que Argentina se sigue sintiendo dueña del Puerto de Montevideo, como lo sintió desde la época colonial y está equivocada.

Y ahora, la profundización del Canal de acceso, ligada estrechamente a los documentos firmados con UPM por otro emplazamiento industrial que Argentina nuevamente pierde, agrava la situación, endurece posiciones, dificulta soluciones, traba el crecimiento y la importancia de nuestro puerto, llamado hoy en día, a constituirse en un centro de distribución de cargas para esta amplia zona de América del Sur.

Le duele el crecimiento ajeno y la propia inoperancia de sus posibilidades.
Argentina – especialmente Buenos Aires y su gobierno Federal- siempre nos miraron como una Provincia de su exclusiva propiedad, con desprecio, con prepotencia, con una actitud de magnanimidad que no le cuadra.

Pero la culpa no es de ellos. La representación uruguaya en la CARP dejó mucho que desear. Faltos de información, de conocimientos técnicos, de visión de futuro, presentaron textos incompletos, saltearon etapas importantes e imprescindibles, que el duro ojo argentino ahora hace valer.
Nos quedamos contentos y satisfechos porque unas palabritas estampadas en un acta declaraban la voluntad porteña de otorgar los 14 metros y el ex presidente de la delegación informaba al Ministro del momento, aquél triunfo. Pero olvidaron- nuestras autoridades del anterior período - que entre gobiernos debe existir una correspondencia confirmatoria, una concesión y una obligación escritas que en esta oportunidad no existió.
Y a ello se remiten ahora las autoridades federales. “Pidieron 13 metros y así se autorizó y nada más”. El Canal Magdalena que sí autorizamos, con profundidad y capacidad ilimitada, se llevará la mayor parte de carga y movimiento marítimo que nosotros – sentados en la rambla – veremos pasar, como vemos pasar esta hermosa oportunidad que por tantos años mereció el Puerto de Montevideo.

No buscamos culpas. A los golpes se aprende. Y el pasado no es un pizarrón que se limpia a fuerza de borrador. Habrá que repensar estrategias, aquellas que no tuvimos o no supimos aprovechar. Para estas instancias diplomáticas internacionales deben ubicarse a los verdaderos técnicos, para que el futuro no diga “zapateros, a tus zapatos” y nos deje estudiando conocimientos que – en su momento –no valoramos.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY  11 Abril 2021