A PUNTO DE IR A REMATE POR ACUMULACIÓN DE DEUDAS
Esturiones del Río Negro, un negocio que ya no es tal y hoy debe casi 5 millones de dólares
Aquella floreciente industria local, afincada en las aguas mismas del río Negro y visitada por el entonces presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez, hoy no es tal.Problemas económicos graves hacen tambalear su mantenimiento, al punto que la empresa se presentó a concurso de acreedores en 2020 y hoy tira sus últimos manotazos ante la creciente deuda que mantiene.
¿Problemas? Fueron muchos.
La producción de caviar desde China, que se triplicó e hizo caer los precios globales.
La mortalidad de peces en las aguas del río Negro, producto del aumento de la temperatura del líquido. La aparición de algas, también dañinas, que colaboraron con la mortalidad. La pandemia, que ocasionó el cierre de los principales restaurantes del mundo, clientes de Esturiones del Río Negro.
La industria de caviar más importante del Uruguay, ubicada en el límite natural de los departamentos de Durazno y Tacuarembó, puede ir a remate si no cambia notoriamente el paisaje.
Nadie podrá decir que no lo han intentado. Fuertes inversiones para revertir la mortalidad de peces —luego cayeron en desuso al comprobarse su ineficacia—, contactos políticos al más alto nivel, búsqueda de nuevos mercados, pero todo ha sido en vano a juzgar por lo que la Justicia uruguaya hoy tiene en su haber.
LA MALA HISTORIA
El comunicador Víctor L. Bacchetta señaló en la revista Sudestada, en diciembre del año 2020, que la firma Esturiones del Río Negro, dedicada a la cría de esturiones a orillas del embalse de la represa de Baygorria, “se presentó a concurso voluntario de acreedores en el pasado mes de junio”.
La industria que comenzó a producir caviar en los años 90 introdujo su marca Black River Caviar en el mundo, un lugar donde se lo considera un producto top.
Sin embargo, los proyectos originales cayeron. Aquella capacidad para producir 15 mil kilos anuales de caviar se vino a pique, y hoy la realidad es bien distinta.
Una de las últimas visitas políticas al lugar fue la del senador Juan Sartori (Partido Nacional), acompañado por el duraznense Juan Straneo, su suplente en el Senado. Ambos se tomaron fotos en el agua, con botas hasta la cintura, simpáticamente relacionados con los esturiones, pero cuando llegó el momento del diálogo, se conoció la realidad. La deuda millonaria en dólares es prácticamente insalvable, señalaron las fuentes a El Acontecer.
Según el reporte del colega, desde el año 2018 la empresa se llama Black Water Investors LLC, un fondo de inversión estadounidense que adquirió el 70 % de las acciones. Su presidente es Matt Foster y presentó una memoria explicativa en el Juzgado de Concursos de 2.° Turno.
Allí se detalla que la producción de caviar anual llegó a más de 6000 kilos en 2014, cayó a menos de 1500 kilos en 2015 y luego evolucionó favorablemente.
TODO UN PROBLEMA
Mercados cerrados, precios devenidos al mínimo.
“La mortalidad de los peces es atribuida al aumento de la temperatura del agua, mayor número de días por encima de 20° C, y la frecuencia y severidad de las floraciones de microalgas en el río y el embalse. Las cianobacterias reducen el oxígeno y producen toxinas con un efecto crónico sobre la salud de los peces, cuyo sistema inmunológico fue afectado también por una reducción de la calidad de las raciones. ERN invirtió unos 600.000 dólares en la construcción de un sistema de circulación de agua subterránea con el fin de bajar la temperatura para los peces de mayor tamaño en los meses de calor y disminuir la mortalidad. El efecto fue contrario al esperado, la mortalidad aumentó, invirtieron 100.000 dólares adicionales, pero el problema no se solucionó y el sistema fue abandonado, según el informe de la empresa”, explica Sudestada en su informe sobre la empresa ubicada en Baygorria.
Hoy las facturas y los créditos se amontonan sobre la mesa, y no hay chance alguna de pagarlos.
Al momento de presentarse a concurso de acreedores, la deuda se ubica casi en 5 millones de dólares (203.798.600 pesos uruguayos), de los cuales un 45 % correspondía a préstamos de sus accionistas, 41 % a créditos bancarios y un 13 % a acreedores varios, por compra de insumos, gastos fijos y arrendamientos. De estos últimos, el 86 % del total, 23:542.154 de pesos, corresponden a la UTE.
Sucede que el ente estatal le factura a la empresa ERN por el agua que utiliza. El líquido corre por gravedad desde el norte, desciende hasta el embalse y luego vuelve al río, ya utilizado por Black River.
El contador Jorge Baruj es el síndico del concurso designado por el juez Álvaro González González, en el informe a la asamblea de acreedores.
Se explicó que si no aparece un convenio con los acreedores o no se produce una venta de la empresa, la alternativa es el remate público.