Qué planes tiene la IMM para la franja de 15 km de vías del tren de UPM en la capital
La comuna proyecta un parque con vegetación cambiante a lo largo de la vía e intervenciones en espacios públicos para dar "señales de identidad".Los que por esta primera etapa de construcción de las vías para el tren de UPM –proyectada en ocho meses en adelante– no se salvan del barullo y los temblores del suelo son los vecinos de Capurro, en especial los que viven o trabajan a un costado de Uruguayana, entre Turini y Labandera.
Hugo Vázquez es uno de ellos, y el ruido de las máquinas picando el pavimento obliga a pegar el oído a la reja para escucharlo. A los 94 años, es un vecino "parido en Florida y hecho en Capurro".
A pocos metros de su casa unas chapas impiden el paso para cruzar Uruguayana. A pesar de las molestias temporales, Vázquez es optimista por las decenas de obreros que tienen un empleo del otro lado de las barreras. En un miércoles por la tarde, el Consorcio Constructor Ferrocarril Central da los primeros pasos para que al cabo de unos meses esté configurada la "trinchera", un pasaje en el cual el tren andará a nivel subterráneo, luego de que por decenas de años vía y avenida se superpusieran en Uruguayana y Francisco Gómez.
Pero la historia puede poner las cosas en otra perspectiva. En 1928 empezó la obra de la Rambla Sur, y al terminar siete años más tarde introdujo "un nuevo paradigma" en que se empezó a "vivir en relación a la costa". Mientras que en el siglo XIX proliferaron las casas quintas para veranear en los puntos más rurales y alejados de la ciudad, el camino costero supuso que "los montevideanos miraran a la costa". De este ejemplo se vale el director de Planificación de la Intendencia de Montevideo, Luis Oreggioni, para fundamentar las intervenciones de la comuna en torno al Ferrocarril Central, que va a conectar Paso de los Toros con el Puerto de Montevideo.
Los 273 km de vías férreas –que albergarán 48 frecuencias diarias de ida y vuelta partir de mayo de 2023– abarcan una franja de 15,4 km en la capital, desde el límite con Canelones hasta el puerto, que atraviesan centralidades como Capurro, Paso Molino y Sayago. En esta extensión la IMM proyecta intervenciones en espacios públicos y viviendas a modo de "parque metropolitano", así como también respuestas de mitigación para aquellos vecinos más afectados.
"Si tenemos un tren que entra a la ciudad, podemos pensar en un parque metropolitano, seguramente sea discontinuo, que permita al pasajero entender que va recorriendo el espacio, y que a montevideanas y montevideanos les pase lo mismo", contó Oreggioni a El Observador. ¿Qué acciones concretas implica esto en la ciudad? Primero, "señales de identidad" del entorno con tipos diversos de vegetación que "irían cambiando" a lo largo del recorrido.
En otro término, tanto en espacios públicos al costado de la vía como callejones que desemboquen en ella, el gobierno departamental proyecta "rasgos distintivos que harían reconocer que son parte de ese mismo parque".
El arquitecto y flamante jerarca prefirió no adelantar los detalles de puntos concretos, aunque las acciones tendrán que estar determinadas antes de que el presupuesto para el quinquenio quede aprobado en mayo. Además, plantea que la intendenta Carolina Cosse "está muy interesada" en que se concreten "reciclajes de estructuras ya existentes". Oreggioni expuso que la intención es "generar algún atractor más allá de lo estrictamente espacio público, como es el (Complejo) Sacude en Casavalle".
"El tren te genera hasta una calle que antes lo cruzaba y ahora termina en un callejón, y eso puede ser una oportunidad para que el lugar se vuelva atractivo", añadió en este sentido. Otro punto en que las autoridades ponen la mira es en la terminal de pasajeros proyectada sobre bulevar Artigas –una de las ocho que habrá al final de la obra–, donde piensan generar una conexión con la estación de ómnibus de Plaza Cuba, a modo de un "trasbase de intermodalidad entre el ómnibus y el tren".
Una de las acciones que la comuna pretende implementar se basará en "cuidar a la gente que va a tener algún tipo de perjuicio, que tenga una contraparte de beneficios", que por ejemplo consistirá en mejoramiento de fachadas para los vecinos cuyos fondos dan a la vía. Por otro lado, más allá de que la propia construcción prevé la mitigación de los ruidos y vibraciones con la pasada del tren, Oreggioni dijo que la comuna está "haciendo sus mediciones para chequear este tema".
Obras
En un miércoles por la tarde las máquinas cavan el pavimento para colocar los primeros cimientos cilíndricos. El corte abarca cinco cuadras desde Turini a Labandera, por lo que la comuna dispuso distintos flechamientos y desvíos en la zona, lo que alteró la cotidianidad de la zona. Uno de los vecinos consideró que los más afectados fueron pequeños comerciantes y almacenes sobre Francisco Gómez.
El alcalde del Municipio C, Jorge Cabrera, dijo a El Observador que la mayor cantidad de quejas provienen por las relocalizaciones de los contenedores en las esquinas de Uruguayana. “Como todo: necesitamos la feria y el contenedor, pero nadie los quiere en la puerta de su casa”, comentó el jerarca municipal.
Desde la IMM no anticipan un cambio en las centralidades urbanas por las que circule el tren a partir de 2023. "Habrá momentos en que el tren esté pasando y otros que no. El Consorcio asegura que hay muchas horas al día en que la ciudad fluye porque no está pasando el tren". El ferrocarril tendrá 48 frecuencias, 18 de las cuales –nueve de ida y nueve de vuelta– serán de pasajeros, "un dato muy importante" según Oreggioni para quienes vivan en Las Piedras y trabajen todos los días en la capital.
La vía en Montevideo tendrá 44 pasos a nivel, además de la trinchera Capurro, una trinchera en la Perimetral –en la que los vehículos que circulen por la 102 pasarán a desnivel por un pasaje inferior mientras que el tren continuará a nivel– y un viaducto en Avenida Millán –similar al de Paso Molino– que permitirá un pasaje superior sobre la vía.
Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 08 Febrero 2021