Movida del sindicato lleva a Ancap a importar combustibles para cubrirse
El Directorio de Ancap autorizó esta semana la importación de nafta, gasoil y GLP (supergás), con el objetivo de evitar eventuales problemas en el abastecimiento de estos productos en el mercado interno. A fines de octubre, se inició una parada programada de varias unidades de la refinería de La Teja, pero los trabajos de mantenimiento vienen más lento de lo previsto inicialmente.
¿Qué ocurre? Las tareas de refacción –luego de dos años de operación continua– empezaron el día 26 de octubre y se esperaba terminarlas unos 12 o 15 días después. Pero desde el pasado 4 de noviembre y por decisión de Fancap, se interrumpió la realización de horas extras. Esa medida está alterando los planes originales, informaron a El Observador fuentes de la empresa petrolera.
En julio una resolución del Directorio de Ancap había señalado que lo esperado era que los trabajos se “cumplieran en un plazo breve”, para lo que era “imprescindible” la realización de horas extras en días laborables y en días de asueto.
Como el personal del ente trabaja solo a reglamento, los operarios de firmas privadas encargados de hacer las reparaciones no pueden realizarlas en el tiempo proyectado. Arreglos que podrían llevar un día pueden demorar hasta tres o cuatro días, se explicó a modo de ejemplo. La no realización de horas extras impide también el acceso a algunas áreas de la planta donde se requiere necesariamente el acompañamiento de supervisores de Ancap.
En ese contexto, Ancap aprobó en las últimas horas la compra en el exterior de 25 mil metros cúbicos (m3) de naftas, 30 mil m3 de gasoil y 7 mil m3 de GLP. Dados los tiempos que insume la importación y su llegada al país, el ente ya está gestionando esa operación comercial para estar cubierto, ante la eventualidad que pudieran surgir complicaciones en el stock de productos.
A modo de referencia, en el mes de octubre se comercializaron 75 mil m3 de gasolinas (Premium y Súper), 81 mil m3 de gasoil 50S, y algo más de 14 mil m3 de GLP.
Por estas horas, Ancap y el sindicato mantienen negociaciones con el objetivo de encontrar una solución que permita realizar horas extras en todas las áreas de la refinería, para así poder acortar los tiempos de la parada técnica.
La empresa y el sindicato de Fancap tienen varios frentes abiertos desde hace varios meses. El sindicato rechaza la eliminación de vacantes dispuesta desde el gobierno y reclama el ingreso de personal. También se opone a un posible cierre de la planta de pórtland en Paysandú como a la potencial participación de un privado. La eliminación del monopolio de combustibles en las terminales operadas por la Administración Nacional de Puertos es otro punto de diferencias. También hay desacuerdo con el nuevo régimen vigente en los comedores de las diferentes plantas, entre otros puntos.
Las dificultades durante las paradas de mantenimiento no son algo nuevo. En 2017, una parada de mantenimiento de todas las unidades de la refinería de La Teja que había empezado en marzo se extendió más de lo previsto. La razón fue un conflicto entre el sindicato y el Directorio de la empresa que era presidido por Marta Jara. Y luego que se terminaron las reparaciones la apertura también se vio demorada. Por ese entonces los trabajadores rechazaban la reducción de las guardias mínimas requeridas para realizar distintas tareas en el complejo industrial. Finalmente y tras siete meses de inactividad la planta volvió a funcionar recién en octubre de ese año.
Ancap tiene un lucro cesante (pérdida) de US$ 5 por cada barril de crudo que no refina en La Teja.
Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY -12 Noviembre 2020