Uruguay y Brasil trabajarán juntos en el monitoreo ambiental de la laguna Merín para mejorar la calidad del agua y la preservación
La iniciativa tiene el apoyo de Naciones Unidas y del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y buscará diagnosticar los principales problemas ambientales para prevenir el impacto de las actividades productivas cercanas.La laguna Merín es el segundo lago más grande de América Latina.
Con más de 3.750 Km2 de superficie y un área de influencia de 62.250 Km2, su cuenca es compartida por Uruguay al este y por Brasil al sureste, y es un recurso fundamental, en términos ambientales y económicos, para las actividades productivas de ambos países.
Sin embargo, hoy el manejo de la cuenca presenta grandes desafíos para los gobiernos, como la presión sobre los ecosistemas que ejercen las diferentes actividades productivas y el uso inadecuado de la tierra, la necesidad de incrementar los controles de monitoreo ambiental, el desequilibrio entre la oferta y la demanda de agua en la cuenca y la gestión insuficiente de las aguas residuales y drenajes pluviales.
Para trabajar en esos problemas la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) se asoció al Ministerio de Ambiente de Uruguay y al Ministerio de Desarrollo Regional de Brasil y llevarán adelante el proyecto Gestión Binacional e Integrada de los Recursos Hídricos en la Cuenca de la Laguna Merín y Lagunas Costeras.
La iniciativa, que implicó una inversión de US$ 5 millones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, buscará “armonizar estrategias, integrar programas de desarrollo y financiamiento, mejorar los mecanismos de colaboración y cooperación entre instituciones”, así como mitigar problemas vinculados a los efectos del cambio climático, la contaminación, el desarrollo urbano y los impactos sobre los humedales y la franja costera, informó la organización a Búsqueda.
El proyecto tendrá como objetivo fortalecer las capacidades de los sectores público y privado de Brasil y Uruguay para la gestión conjunta de los recursos hídricos en las cuencas de la laguna Merín, el río Yaguarón y las lagunas costeras salobres. Y pondrá especial énfasis en el uso sostenible y eficiente del agua y la preservación de los ecosistemas, a través del desarrollo de un análisis diagnóstico transfronterizo y un Programa de Acción Estratégico, explicaron a Búsqueda desde la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua).
Viviana Pesce, directora de la Dinagua, y Amalia Panizza, secretaria técnica del Consejo Regional de Recursos Hídricos para la Cuenca de la Laguna Merín, dijeron a Búsqueda que de esta forma se buscará identificar los principales problemas ambientales transfronterizos para luego aplicar diversas herramientas, como un programa de monitoreo de cantidad y calidad del agua y un sistema de monitoreo de humedales. También se desarrollarán actividades demostrativas, como prácticas de uso eficiente de agua en la producción agropecuaria y de manejo pesquero con un enfoque de preservación del ecosistema.
En esa línea, el representante de la FAO en Uruguay, Rubén Flores, dijo que la idea es basarse en un diagnóstico claro e identificar los principales problemas de la cuenca para saber cuáles priorizar y atender. Y después, diseñar un programa de acción “que defina un compromiso para los dos países hacia la gestión futura”.
“Vamos a desarrollar una serie de herramientas y actividades para esta gestión integrada donde se podrán probar desarrollos de innovaciones tecnológicas, maneras de gestionar, institucionalidad, preservación de los recursos y uso racional de esos recursos. Todo esto acompañado de un alto grado de participación de la gente en territorio”, afirmó Flores.
Actualmente, se busca finalizar todos los detalles operativos para la implementación del proyecto, por lo cual días atrás se realizó un taller regional en el que participaron distintos actores, como el ministro de Ambiente Adrián Peña. Se espera que la estrategia esté lista en julio de 2021 y que las acciones acordadas se comiencen a implementar en el segundo semestre.
La directora de Dinagua destacó la colaboración de diversas instituciones en el proyecto, como los ministerios de Vivienda, Ganadería, Agricultura y Pesca, Trabajo, Relaciones Exteriores, los gobiernos departamentales de la cuenca, OSE, la Universidad de la República, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, entre otros.
Calidad
Consultada sobre la calidad del agua de la laguna Merín, Pesce explicó que ya se está comenzando a monitorear de forma conjunta con Brasil ante la sospecha de que las floraciones algales están apareciendo “más frecuentemente”.
La Dirección Nacional de Me-dioambiente “dispone de un análisis detallado de la calidad de las aguas de los afluentes a la laguna Merín y en líneas generales, al igual que en todo el país, hay un exceso de nutrientes, particularmente de fósforo”, dijo la jerarca.
Flores en tanto, dijo que la cuenca es particularmente importante para Uruguay, por lo que es primordial saber “cómo se administra la gestión de esa biodiversidad y de esa riqueza potencial en servicios ambientales”.
“Si no nos coordinamos y cualquiera incide de una manera inadecuada en la cuenca, eso afectará no solo a los pobladores que están en el área de influencia de ambos países, sino a toda la estrategia de la potenciación, de la explotación de esos recursos que permiten fomentar actividades agrícolas, forestales, ganaderas, pesqueras y turísticas”, explicó.
El representante de la FAO también afirmó que las pandemias son el resultado de una relación inadecuada entre el ser humano y la naturaleza, y opinó que la emergencia sanitaria actual es una oportunidad para comenzar a actuar de manera diferente, consolidando los mecanismos de cooperación regional.
“Vamos a abordar esta gestión integrada de las aguas porque tenemos que garantizar un cambio radical de la relación del ser humano con la naturaleza. Es clave entender al agua como factor clave para el desarrollo territorial, que implica aspectos sociales, culturales, institucionales. En el fondo, el agua es vida”, afirmó.
Consultado acerca de los desafíos de la gestión conjunta, el experto reconoció que tanto Uruguay como Brasil tienen culturas muy diferentes, por lo que el proyecto requiere de una absoluta corresponsabilidad tanto de los tomadores de decisión en política pública como de los pueblos cercanos.
“Es una tremenda oportunidad para, utilizando la fortaleza institucional que tiene Uruguay, transmitir hacia los demás un ejemplo de manejo institucional consistente, en el que participará además la academia, la comunidad en el entorno del área de influencia de la laguna y las autoridades gubernamentales”, dijo Flores.
Semanas atrás, la FAO organizó una conferencia regional en la que participaron ministros de ambiente de 33 países y donde se definió trabajar sobre tres líneas de acción: territorios que busquen sociedades prósperas inclusivas; espacios donde se desarrollen sistemas productivos y de servicios sostenibles; y donde se garantice la preservación de los recursos naturales. La laguna Merín, entiende Flores, cumple con los tres requisitos.