uruvanUruvan: de empezar con un depósito vacío a hacer la mudanza para clientes en Uruguay y el mundo

El director de la compañía, Mario Albarracín, asegura que desde el exterior "hay interés por mudarse" al país ante el manejo que ha hecho de la pandemia.Nació en Flores, tiene 72 años. En 1982, tras cosechar experiencia en el sector logístico, emprendió su propia empresa de mudanzas, Uruvan.

Hoy, la compañía atiende varias líneas de servicios, siendo las mudanzas internacionales el corazón del negocio. Cuenta que la llegada de empresas del exterior así como la designación de diplomáticos y ejecutivos desde y hacia Uruguay ha impulsado la demanda. A su vez, confirma que el manejo de Uruguay de la pandemia ha despertado el interés de extranjeros por residir en el país. Mientras, la informalidad sigue afectando al negocio, señala. Tiene dos hijas —que hoy trabajan a su lado en la empresa— y seis nietos. Le gusta jugar al golf y al tenis.

La empresa tiene casi 40 años en el mercado, ¿cómo fueron los inicios?

Todo esto viene como consecuencia de un desarrollo y un estudio previo. Comencé a trabajar a los 18 años, mientras estudiaba abogacía, en una multinacional que se dedicaba a mudanzas internacionales, cargas y desarrollo logístico. Comencé en el Aeropuerto de Carrasco; después, me fui desarrollando en ventas y allí incursioné en el área de cargas y en mudanzas internacionales. Hice varios cursos, tuve dos becas para hacer marketing internacional, una de ellas en Holanda. Trabajé para la compañía casi 17 años. En ese período me hice cargo del área comercial en Buenos Aires, del área de marketing y desarrollo en el sector de mudanzas internacionales. Pero llegó un momento en el que la compañía me puso en un brete grande: tenía que hacerme cargo de la empresa en Brasil. En ese momento, mi hija más chica recién había nacido, entonces, decidí quedarme en Uruguay y comenzar aquello que aprendí y desarrollé. Con un depósito vacío y un millón de ilusiones comenzamos Uruvan.

¿Cómo fue ganando presencia en el mercado?

El conocimiento que tenía del mercado (interno) sumado al de la plaza internacional hizo que tuviera muchísimo apoyo del exterior y eso nos permitió paulatinamente desarrollarnos en el área internacional y local.

¿Cuáles son los cambios más significativos que ha visto su negocio en estos 40 años?

En la medida que fuimos creciendo se incorporaron a la empresa mis dos hijas, que hoy son directoras y que se sumaron cuando comenzaron la facultad. Ellas, junto a una gerente que teníamos que nos aportó su conocimiento, y lo que en estos años ha avanzado la tecnología nos han permitido desarrollar al personal, que es altamente calificado y a su vez no rota. Ése es uno de los puntos fundamentales. Todo eso depende de la dirección y de un trabajo de equipo muy grande. Esto es una familia grande con 52 personas, y creo que el relacionamiento y la buena disposición de todas las partes han hecho que la empresa tenga un perfil y un reconocimiento. Pero quiero resaltar a María José y a María Fernanda, quienes le han dado un input importante de conocimientos y frescura, y esa combinación entre la experiencia y la nueva generación van cambiando cosas. Eso es altamente positivo para mí y la empresa. En cuanto a otros cambios, incorporamos el servicio de relocation (N.de R.: servicio integral de asesoramiento a clientes en mudanzas internacionales). Hace 15 años, cuando lo empezamos, la gente no sabía lo que era y hoy funciona mucho. También hacemos transporte de mascotas. Formamos parte de una asociación que se especializa en ese servicio, entonces tenemos agentes en todo el mundo para cumplir esa tarea. Otro cambio es la tecnología. Por ejemplo, importamos de Alemania un montamuebles externo, un camión grúa que sube los muebles hasta un piso nueve y los baja, lo cual facilita el trabajo y evita riesgos. La profesionalización en cuanto a las certificaciones de calidad es otro aspecto importante. Apuntamos mucho a la excelencia y las certificaciones nos impulsan a revisar, medir, ver en qué me equivoqué, modificar, llevar registros de todo. Es una exigencia, pero a la vez ayuda a dar un mejor servicio.

Uruvan ofrece diversos servicios, ¿cómo los pondera según su aporte a la facturación?

La parte más fuerte es la mudanza internacional, que representa el 60% de nuestra actividad. Después, tenemos las mudanzas corporativas, el manejo de obras de arte, las mudanzas locales y la relocation.

En zafra, el movimiento que tenemos con Argentina es bastante importante"
Uno a Uno con Mario Albarracín, director de Uruvan   

¿Cuántas mudanzas internacionales suelen hacer?

A veces podemos tener cinco o seis diarias, pero tenemos zafras. Los períodos de mayor trabajo son las vacaciones del hemisferio norte (de julio a parte de septiembre) y en las del hemisferio sur (de diciembre a marzo). En otoño e invierno es cuando se mueven las obras de arte, porque hay mayor difusión, se mueven más los teatros y los museos.

¿De qué países provienen mayoritariamente los extranjeros que se mudan a Uruguay?

Es un poco difícil decir de qué parte vienen; recepcionamos mudanzas de todas partes del mundo. Eso depende directamente de los agentes del exterior que tenemos y que nos envían esas mudanzas. En el mundo tenemos más de 800 agentes, pero lo más importante para nuestra actividad es pertenecer a las asociaciones y a la federación internacional que manejan la élite de compañías de mudanzas internacionales a nivel global. En zafra, el movimiento que tenemos con Argentina es bastante importante. En este momento, hay interés por Uruguay más que nada por cómo se manejó la pandemia; tenemos una cantidad de pedidos especiales de clientes que quisieran traer su mudanza a Uruguay hoy.
¿Hay interesados de otros países también?

Sí. Hay muchos europeos que vienen a Punta Este, Pueblo Edén, José Ignacio... lugares donde pueden estar con tranquilidad. También tenemos gente que ha ido a Salto o Paysandú. Es muy amplio el espectro. Hemos tenido una corriente de europeos para el este. Por otra parte, manejamos mucho las mudanzas del cuerpo diplomático acreditado en el país, así como también las de los diplomáticos uruguayos que salen y que vienen del exterior.

Hemos tenido una corriente de europeos para el este"

¿Con qué antelación se prepara una mudanza hacia o desde el exterior?

El europeo planifica con mucha anticipación y el latino no, por idiosincracia. A veces nos avisan de una semana para la otra y tenemos que presupuestar, embalar, pero somos una empresa de servicios y estamos dispuestos a hacerlo. Hoy se da, por ejemplo, que los jugadores de fútbol de una semana para la otra cambian de equipo. A los ejecutivos les pasa lo mismo por distintas circunstancias. Es una situación compleja, pero la atendemos.

¿Qué efecto ha tenido en estos años la llegada de empresas internacionales como UPM en su actividad?

Por ejemplo, con las dos pasteras que vinieron a Uruguay vinieron muchos extranjeros por el período en el que se formó la planta y ahí manejamos bastante personal. Hoy no sabemos qué tendremos más adelante, es un tema que no manejamos. Además, tenemos que mantener cierta confidencialidad en cuanto a los aspectos y clientes que trabajamos. No es por una razón competitiva, sino de respeto al cliente más que nada.

La empresa debió reciclarse" por la pandemia de coronavirus

¿Cuánto alteró la pandemia el desarrollo del trabajo logístico y en el negocio?

La pandemia trajo aparejado un cambio tremendo en el contexto general de la vida de las empresas y de las familias. Cuando surgió todo esto tuvimos que adecuarnos al protocolo, a nuestro personal que también tiene algunos años y a la situación general. O sea, la empresa debió reciclarse. Tuvimos que mandar gente al seguro de paro por un período corto y después se nos vino el malón, por el atraso (de trabajo) acumulado. Ahí empezamos a retomar con mucha cautela, con protocolos y la compenetración del personal y la dirección para llevar adelante este proceso. Hicimos un protocolo para el personal operativo y también se lo mandamos a los clientes previamente, para darle seguridad a ellos y al personal.

Debe ser infrecuente, pero ¿qué pasa cuando en una mudanza surge un imponderable que puede implicar el daño a un bien del cliente?

Primero, le digo lo siguiente: todos los elementos se embalan con mucho profesionalismo. Puede haber algún imponderable, pero es el 1%. Para todo eso tenemos un seguro de responsabilidad civil, están los seguros que los clientes hacen de acuerdo a la valorización de sus pertenencias y eso está cubierto 100% en todo el trayecto de la mudanza.

El informal va a buscar personal que no es idóneo, que no tiene la menor idea de cómo manejar un mueble"

En la calle se ven distintos servicios de mudanzas informales. ¿Es un problema significativo para el sector?

La informalidad nos afecta enormemente. Primero, porque estamos compitiendo en un mercado en el que todo nuestro personal está cubierto por la seguridad social, tiene uniformes, equipos de lluvia y también la tranquilidad de que tenemos un prevencionista que evalúa el proceso de trabajo, nos da las pautas y las cumplimos absolutamente. El informal qué hace: va a buscar a alguien que no es idóneo, que no tiene la menor idea de cómo manejar un mueble, no tiene seguro de responsabilidad civil, y además elimina el pago de la seguridad social, de los impuestos. Eso es muy grave, entonces lo que pedimos siempre es tratar de eliminar la informalidad, que nos afecta como empresa pero también a toda la sociedad.

Muestra de Picasso ha sido "la actividad más importante"
¿Qué mudanzas recuerda?

Varias. La de un laboratorio, donde además de la mudanza de las oficinas hicimos el traslado de los medicamentos con cadena de frío a una determinada temperatura. Fue un desafío importante.
También, el traslado de la Presidencia de la República a la Torre Ejecutiva, que fueron 1.200 puestos de trabajo y 45 días; la mudanza del viejo al nuevo hospital del BSE.

¿Cómo fue la experiencia de hacer la logística de las pinturas de Picasso?

A nivel mundial, las empresas de mudanzas internacionales son las que trabajan más el manejo de obras de arte. Por el profesionalismo de su personal y porque tienen equipos especiales. El año pasado manejamos las obras de Picasso y fue un trabajo muy duro, pero muy eficiente. Se trató de cubrir absolutamente todos los detalles de origen a destino. Fue tal vez la actividad más importante de Uruvan en su vida profesional. Fue un espaldarazo muy grande también que los museos, las autoridades y el Ministerio de Educación y Cultura nos dieran esa responsabilidad y cumplimos al máximo con todo.

Diario EL PAIS-Montevideo - URUGUAY - 02 Octubre 2020