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El mecanismo que para Heber “debería ser una solución”, pero “es una tortura”

El ministro de Transporte y Obras Públicas acudió al Parlamento y habló de distintos temas, entre ellos uno que lo preocupa y lo hizo “entender” a su antecesor Víctor Rossi."Me tengo fe, pero me he dado contra un muro; vengo cascoteado”, dijo el ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber ante la comisión de Transporte de la Cámara de Diputados.

¿A qué se refería? A la demora de distintas obras de infraestructura que tiene su cartera por delante, una de ellas clave: el ferrocarril central (construcción y mantenimiento de 273 kilómetros de vías férreas entre el Puerto de Montevideo y la ciudad de Paso de los Toros).

La del llamado “tren para UPM” es una obra por Participación Público Privada (PPP) por la que el Estado pagará US$ 152 millones anuales al consorcio Grupo Vía Central (encargado de la construcción y mantenimiento) durante 15 años.

“En esa obra vamos a un ritmo lento. Tenemos dificultades con las expropiaciones; alrededor de 100 de ellas están vinculadas directamente a la obra y con muchas tenemos litigios judiciales. Como la obra es lineal, no podemos ir haciendo partes. Tenemos que entregar al Grupo Vía Central toda la línea expropiada, para que no encuentre freno”, explicó Heber.

“Además, las expropiaciones no se concentran en un solo lugar, sino que están a lo largo de la línea. Hemos aprobado el proyecto ejecutivo, con observaciones, porque el Grupo Vía Central nos debe información, sobre todo, de cuál es el cronograma de obras y cuál el estado de suelo”, agregó.


El ministro dijo que “por ahora se desmanteló la vía del tren, pero no se realizó ninguna obra. Estamos urgidos y preocupados porque la obra comience cuanto antes porque si no, el tiempo no nos alcanzará”.

“Ojalá que cuando empiecen, podamos llevar un buen ritmo. De acuerdo con los cálculos que tenemos estamos atrasados seis meses; esperamos recuperarlos en el tiempo que nos queda por delante”, añadió.

Esa una obra por PPP con demoras, pero no es la única.

“Hay tres que se están ejecutando y cuatro que están en trámite” y de ellas “hay tres que están muy avanzadas, pero el avance es desesperante. En realidad, entiendo lo que sentía el exministro (de Transporte y Obras Públicas, Víctor) Rossi cuando se enojaba con las PPP, porque así me siento yo en este momento”, relató Heber ante los diputados.

El ministro hizo catársis. “Los organismos de financiación de las PPP quieren que en el contrato se incluyan cláusulas relativas a la pandemia o de fuerza mayor como un riesgo más, y eso obliga a cambiar los contratos. Entonces, si los contratos se cambian, deben ir a la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto) y al Ministerio de Economía y Finanzas, y después tienen que volver al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Además, todo debe hacerse por escrito, lo que es muy burocrático y pesado, lo que genera desesperación”, aseguró.

El ministro contó un caso, cuando una delegación del departamento de Rocha lo consultó por la obra de un circuito vial que comprende a las rutas 9 y 15 y les dijo que “ya estaba saliendo, porque me habían dicho que ‘ahora’ empezaba, pero el ‘ahora’ en la administración pública es muy distinto del ‘ahora’ del común de los mortales”.

“En realidad ‘ahora’ puede ser dos o tres meses más. Y por eso se siente esta desesperación cuando uno está de este lado del mostrador, ya que los informes van y vienen”, graficó.

También recordó que previo a dejar su cargo, en enero, el entonces ministro Rossi concurrió a la Junta Departamental de San José por la obra de la doble vía para la ruta 3. Allí, Rossi dijo que “se iba a empezar la obra, y no estaba diciendo nada incorrecto, pero todavía faltan dos meses más. En realidad, pasó enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio y va a pasar julio, y la obra no comenzó; queremos -empujando y empujando- que empiece en agosto, pero no creo. Me tengo fe, pero me he dado contra un muro; vengo cascoteado”, resumió Heber.

“Todo esto nos va a obligar a pensar cómo podemos mejorar este instrumento, y una de las formas de hacerlo”, explicó el ministro, “sería estableciendo que las PPP no contaran con financiaciones de bancos internacionales. La financiación debería hacerse a través de bancos locales, y que tendría que ser más corta. Sin duda, el riesgo y el interés serían menores; además, debería ser a 10 años” en vez de a 20 años.

“El instrumento (de la PPP) es bueno, pero si lo hacemos a 22 años con financiación externa, con organismos internacionales que nos ponen consultores, que nos obligan a contratar auditores y a generar una burocracia como la que ellos tienen a nivel internacional, la ejecución se demora. Entonces, algo que debe ser una solución pasa a ser una tortura”, criticó.

“La solución no es mala, pero si es a 22 años, y con bancos internacionales, se transforma en mala. Por lo tanto, si la llevamos al terreno local y a 10 años, los riesgos y los costos pueden bajar. Además, los controles los haríamos nosotros; se harían sin toda esa burocracia internacional y sin las consultorías que nos vuelven locos y que no nos ayudan a concretar las obras. Dejo esto planteado como una solución para el futuro”, concluyó Heber.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 14 Julio 2020