El Armour, el ferrocarril y UPM de hoy
Estamos viviendo con entusiasmo el tema ferroviario porque por primera vez en más de medio siglo vamos a tener un ferrocarril que acompañará el desarrollo de la industria celulósica para UPM.
La idea fue dejar claramente plantado en nuestro primer artículo, editado el pasado lunes, que en los proyectos de instalación de industrias de exportación lo esencial era después de agenciarse la materia prima, disponer de un puerto lo más cercano posible, competitivo y ágil y luego contar con un eficaz, amigable y conveniente medio de transporte local para llegar al mismo puerto con ventaja. Curiosamente con una diferencia de cien años, dos grandes empresas internacionales en sus proyectos Uruguay, debieron enfocar el ferrocarril como medio ideal de transporte. En 1917, el Frigorífico Armour instalado en Santa Ana do Livramento a 7 kilómetros de Rivera, estableció propiedad bastante tiempo antes sobre anteriores dueños uruguayos y amplió proyectos de desarrollo técnico para exportar carne brasilera congelada y enfriada a Inglaterra y a Europa.
Ferrocarril
Estamos viviendo con entusiasmo el tema ferroviario porque por primera vez en más de medio siglo vamos a tener un ferrocarril que acompañará el desarrollo de la industria celulósica para UPM pero también habrá oportunidades para apoyar otros emprendimientos industriales. Para nosotros, lo esperanzador de este nuevo ferrocarril es que nos permitirá pasar de una actitud de “soñadores” a a un tiempo de concretar nuestro “hinterland” -si somos capaces- y ver cuánto podemos apoyar a la industria riograndense haciéndoles saber que Montevideo está a 10 horas por tren de su fábrica por peanuts del valor de la carga. Tendrá que ser así y si no sabemos como hacerlo pues habrá que llamar a quienes sepan. Pero lo que debemos tener metido en nuestra cabeza es que sin inversión capitalista y no estamos hablando de cien ni de quinientos millones sino de inversión para proyectos del siglo 21 y medio, no habrá puerto, ni ferrocarril ni tampoco proyectos. Del mundo asiático y del mundo europeo ya hay gente que nos está haciendo consultas por la visita de barcos containeros de 440 metros de eslora y 13 metros de calado. Si no se entiende esto pues métase en un retiro espiritual.
Montevideo
Sí, nuestro puerto fue tradicionalmente un puerto de tránsito por uso y facilidades naturales desde 1776 y se convirtió con el devenir de los años en un puerto de tránsito por ley aunque ya era un puerto privilegiado el que era visitado semanalmente por barcos de más de 30 líneas navieras de primer orden. Entre ellas, Mala Real Inglesa, Blue Star Line, HoulderLine, Lamport & Holt Line, Chargeus Reunis, Messageries Maritimes (ambas francesas, y las líneas españolas y los famosos “Highlands” que antes de ser de la Mala Real fueron de Nelson Line.
Vamos a las anécdotas. Seguramente algunos animales de estancias uruguayas que cruzaban la frontera eran faenados en el Frigorífico Armour y todo el mundo silbaba y miraba para arriba. Fueron datos que recogí en algunas visitas que hice por los años ‘60 a Rivera y Santa Ana do Livramento. Tampoco olvidaré aquellos dos viajes en tren que hice con mi padre a Rivera por el año 1933. Paso por alto los detalles pero viajar en ellos era un placer y una sorpresa. Con los años, entendí que aquel ferrocarril inglés cumplía una operación de relojería donde también estaban involucrados los itinerarios de los buques frigoríficos en Montevideo y un tren que entregaba lo suyo o sea transporte de calidad basado en riguroso cumplimiento de horario para sostener la cadena de frío; un ferrocarril inglés con reloj en mano. Era una actividad de tránsito seria, rigurosa, debidamente ordenada por la Aduana y la ANP, además de contar con una pléyade de trabajadores uruguayos muy especializados que su saber y dedicación generaba fuertes ingresos por servicios portuarios. A esta anécdota nos faltería agregar que los ómnibus de ONDA recién vendrían en 1936. Hacían el viaje a Rivera en 3 o 4 horas menos pero no era lo mismo.
El frigorífico vio un filónn por muchos años lo que lo llevó seguramente a formalizar esa actividad suscribiendo acuerdos con las autoridades uruguayas, las que tampoco perdieron tiempo en prolongados y fatigosos estudios. Casi inmediatamente se fue a la construcción del hangar 10 de un depósito portuario frigorífico accionado a gas amoníaco que todos olíamos al pasar por allí.
Por ley
Art.1: Autorízase al Poder Ejecutivo para contraer con la Sociedad Anónima Armour del Uruguay el arrendamiento del Depósito de Aduana No. 10 sobre las siguientes bases:
Art. 2do.: El Directorio de la Administración Nacional del Puerto de Montevideo pondrá a disposici¢n de la Sociedad Anónima Armour del Uruguay, el depósito 10 con el objeto que lo transforme en cámara-depósito frigorífico destinado exclusivamente al almacenaje de las carnes enfriadas y demás productos que requieran congelación y las conservas que los establecimientos frigoríficos Armour del Brasil remitan en tránsito por el Puerto de Montevideo.
Más adelante, el decreto establece que la transformación del hangar 10 en cámara-depósito frigorífico será hecha por los proponentes y eso incluye la instalación de maquinaria, equipos y accesorios necesarios para lo cual invertirán unos 500 mil pesos (oro), que hoy serían 10 millones de dólares.