UPM 2: del pan y el circo.
Espacio semanal del diputado Constante Mendiondo del día 9 de junio de 2020
El miércoles 3 (finalizando el jueves a la mañana) se concretó el llamado a sala entre integrantes de la coalición multicolor. Por supuesto la pregunta es ¿contra quién?... entre ellos. Lo que nos ubica como fuerza política en la platea mirando un partido de práctica de otros. Claro, nuestra responsabilidad es ceñirnos a los hechos cronológicos, cosa que el Frente Amplio hizo con documentación y rigurosidad.
¿Qué quedó después del zarandeo?.
Respuestas múltiples, en lo personal, no se me va la imagen del Ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber, mirando al miembro interpelante y su bancada y con un tono que parecía salir de un altavoz anunciarles que el 22 de febrero del año 2022 se tiene que entregar el ferrocarril central al uso para el que está diseñado. Era algo así como un profesor cansado de explicar lo mismo y con la paciencia agotada comenzar a repetir: “entendieron, entendieron, entendieron”.
Comenzó hablando la Ministra de Economía y Finanzas, poniendo en valor la inversión de UPM 2, la cantidad de trabajos en el desarrollo de su construcción, unos 9.000 empleos directos e indirectos y el impacto sobre fuentes laborales permanentes una vez comenzada la producción de la pasta de celulosa que en la cadena llevaría a unos 10.000 puestos. Como te digo una cosa, te digo la otra, la ministra afirmó que ella “hubiera negociado mejor”. Por supuesto, eso nunca lo sabremos, hasta ahora no conocemos inversiones que haya traído el nuevo gobierno.
Luego siguió el Ministro de Industria, Energía y Minería, Ing. Omar Paganini, detalló fundamentalmente lo relacionado a la inversión de 68 millones de dólares por parte de UPM para llevar el cierre del anillo entre Melo y Salto por la localidad de Chamberlain. Luego la Ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en un extenso informe detalló el proceso de autorizaciones ambientales existentes y pendientes donde la centralidad queda en la fortaleza de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, el aumento de las exigencias ambientales a UPM 2, que incluyen siete nuevos parámetros y mayor exigencia en los valores de todos los parámetros analizados con relación a las anteriores plantas de celulosa (UPM 1 y Montes del Plata), además se incorpora el requerimiento de un caudal mínimo exigido que resulta fundamental para asegurar la salud del ecosistema, mejorando incluso la situación actual. Cuando llegó el momento al Ministro de Transporte y Obras Públicas lo primero que dejó claro fue que no iba a hablar del pasado, que ya estaba, que la planta de pasta de celulosa se iba a hacer y también, al igual que la ministra Arbeleche, cuestionó la negociación.
Pero como decía el Gral. Perón “la única verdad es la realidad”, el contrato que poco menos era la entrega de la soberanía nacional a un inversor extranjero, lejos de ser controvertido en los hechos, fue homologado por el gobierno que encabeza el Dr. Luis Alberto Lacalle Pou. De la inversión original este gobierno puede dejar de hacer unas cosas y hacer otras, pero el comunicado de UPM de fecha 15 de mayo de 2020 dice claramente: “ambas partes están plenamente comprometidas y ejecutando el acuerdo de la inversión existente firmado entre UPM y el gobierno de Uruguay en noviembre de 2017. La implementación exitosa del proyecto abarca una gran cantidad de aspectos, desde trabajos de construcción hasta infraestructura, energía y desarrollo regional”. UPM manifiesta que acelerará el financiamiento anteriormente planificado de 60 millones de dólares para el desarrollo de la infraestructura vial para el área del litoral y la región centro del país para apoyar el creciente transporte de madera y vehículos de alto desempeño, refiere a los corredores por donde circularán bitrenes de hasta 48 toneladas y tritrenes de hasta 74 toneladas. Luego el comunicado también habla de que UPM invertirá 68 millones de dólares para darle mayor robustez a la red que cierra el anillo Melo-Salto incorporando a Chamberlain. Claramente interés de la empresa que anuncia que UPM podrá utilizar y vender la energía excedente de la planta de Paso de los Toros. Eso sí, UPM reafirma lo firmado con el anterior gobierno uruguayo el 28 de noviembre de 2017: “el marco total de la inversión de UPM permanece incambiado como se comunicó anteriormente en la decisión final de inversión, en el contexto de los 3.000 millones de dólares”.
Desde el 2017 el gobierno del Frente Amplio ha sido una y otra vez acusado de oscurantismo y de falto de transparencia y entreguista en cuanto a la negociación del contrato de UPM 2. No obstante este gobierno actual no solo homologa todo el proceso, que la empresa afirma taxativamente que la inversión es la misma, sino que en su interna, dentro de la coalición multicolor, a aquellos que ponen en riesgo los tiempos acordados de obras e infraestructuras, les avisa con vehemencia, tanta que suena a reto y advertencia que la obra se hará y que al 22 de febrero de 2022 habrá ferrocarril central.
Realmente en nuestro interior y porque antes que nada se hubiera beneficiado el país todo, nos hubiera parecido una gran cosa que esta última negociación entre el actual gobierno y UPM significara más inversión y más trabajo para los uruguayos, nos hubiera encantado que en la “interpelación” se hubieran realizado anuncios importantes, más recursos, más mano de obra, más inversión. Nada de esto ocurrió, y tampoco a ninguno de los ministros se les ocurrió decir que la obra se hacía solo por “mantener la palabra empeñada” como tantas veces se insinuó en la campaña electoral.
La obra se hará como se negoció por el Frente Amplio, con todos los recaudos que estableció el Frente Amplio y con todos los cuidados medioambientales establecidos por el Frente Amplio. No tenemos claro si fue entendido por la bancada y el interpelante a quien con vehemencia se dirigió el ministro Heber. El pan lo consiguió el Frente Amplio y su gobierno, del circo se encargan otros.
-Tany Mendiondo-