¿Por qué se dio “la anómala situación” de que el precio del petróleo fuera negativo y cómo nos afecta eso?
La caída del precio del petróleo suena positiva para países compradores, pero no es tan así, sus efectos pueden negativos para la economía global y perjudicial para todos.
Montevideo – TodoElCampo – En la segunda quincena de abril el mundo vivió un hecho histórico en materia de precios del petróleo: la cotización negativa del West Texas (U$S -38) y una importante caía del Brent (U$S 19,5). Desde ese día los precios han ido recuperándose, el Brent ya está cerca de los 30 y el Texas de los 24 dólares, pero para muchos no quedó del todo claro porqué se generó esa distorsión en el mercado.
El economista Alberto Nadal Belda explicó el fenómeno señalando que los precios actuales siguen siendo “muy bajos” aunque “en el terreno positivo, que es lo que cabe esperar de los precios de una materia prima que es esencial para el funcionamiento de la economía mundial”. Pero el precio negativo, “es decir, al comprador se le pagaba dinero por adquirir los barriles de petróleo americano” es una “anómala situación no había ocurrido nunca en la historia: compras barriles de petróleo, te los llevas y, además, te pagan por ello. ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo se explican unos precios negativos del petróleo? Y, sobre todo, ¿qué nos dicen estos precios de la situación de la economía mundial?”, se preguntó.
El precio negativo fue solo por horas, un día a lo sumo, al día siguiente West ya estaba por encima de los cinco dólares y subiendo. Sin embargo es un hecho “interesante de analizar” porque “es un síntoma de las tendencias subyacentes del mercado de petróleo y de la economía mundial”, comentó.
“El mercado de petróleo West Texas a corto plazo es un mercado con entrega física. Es decir, se compra y se vende el barril a un plazo breve, pero el vendedor está obligado a entregar físicamente la cantidad comprometida a una fecha determinada y los compradores a aceptarla. Hasta esa fecha, es un mercado financiero, en el que las compras y ventas son virtuales; pero en la fecha de entrega es un mercado físico. El 21 de abril, muchos compradores se encontraron con que tenían que recibir el petróleo y, sin embargo, no tenían capacidad suficiente para almacenarlo. Estaban largos de petróleo y cortos de almacenamiento. La solución era venderlo antes de que se produjera la entrega. Pero al hacerlo a la vez todos los que se encontraban en esa situación, el precio bajó primero hasta cero y, luego, desesperados por deshacerse del petróleo como fuera, empezaron a pagar porque alguien se llevara el petróleo que no podían almacenar. Pasada la fecha de entrega el petróleo volvió a precios positivos” a valores mucho más bajo que los días previos (el viernes 17/04 promedió en los U$S 18,30; el lunes 20/04 cayó a U$S -36,9 en promedio; y el martes subió a los U$S 8).
LO QUE APRENDIMOS.
En la visión del Ec. Nadal, el hecho puntual “nos enseña muchas cosas”.
“En primer lugar, que no existe un mercado mundial del petróleo, sino que éste se encuentra segmentado por las limitaciones físicas de transporte y almacenamiento. En condiciones normales de capacidad de almacenamiento y transporte, los precios de los distintos petróleos se mueven más o menos a la vez, pues son sustitutivos muy cercanos. Pero cuando no se dan estas condiciones los precios pueden divergir mucho. Así, el Brent ese mismo día bajó de 25 dólares a 18, pero no se derrumbó a precios negativos”, razonó.
En segundo lugar, “muestra que, a nivel mundial, hay un exceso de oferta de petróleo mayor del inicialmente previsto”, afirma, y explica que a comienzos de abril la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó sus previsiones a corto plazo esperando que en abril hubiera una producción de 99 millones de barriles diarios con una demanda de 83 millones de barriles por día durante ese mes, por lo que los países productores acordaron reducir la producción en 10 millones de barriles por día estabilizándose el mercado
La AIE basó su previsión de la demanda en el anuncio de que el PIB mundial se contraería este año apenas 0,1 %, pero a mediados de abril (el 14/05) el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó la previsión de contracción de la economía mundial para 2020 y la ubicó en 3 % en el escenario más favorable, lo que causó la caída de la demanda de petróleo en el mundo.
“La consecuencia es que la demanda se está debilitando por encima de lo previsto y que los stocks no paran de crecer”, señala Nadal. Agrega que “la producción de petróleo no se puede parar de la noche a la mañana, ya que los pozos no se pueden cerrar, sobre todo en tierra, sin correr el riesgo de que sea difícil volverlos a reabrir. La consecuencia es que estamos inundados de petróleo, el mundo no sabe qué hacer con tanto crudo y, por eso, los precios se desploman. A medio plazo, todo se corregirá, la producción se irá ajustando, y con la recuperación económica la demanda también irá creciendo. Pero a corto, los precios bajos son un síntoma de la fuerte recesión que estamos viviendo”, afirmó.
¿Los precios del petróleo no ayudan a las economías que son importadoras de petróleo?, se pregunta el economista y la respuesta que él da para su país (España) aplica a Uruguay.
Todo haría pensar que a países como el nuestro (que compra Brent) es una buena noticia la caída del barril, pero lamentablemente hemos reducido su consumo debido al enlentecimiento de la economía. Hoy TodoElCampo informa que se cerrará temporalmente la planta de Alur (tres meses) y la refinería de La Teja (un mes) porque está sobrando combustible y etanol. Para los países importadores en general, y para Uruguay en particular, lo importante sería que el precio estuviera bajo cuando se reactive la economía en todo su potencial, eso sí sería positivo.
Asimismo no es tan simple como parece, en economía nada los es.
“Los bajos precios del petróleo también tienen efectos negativos ya que colocan a las industrias petroleras de Estados Unidos en una situación financiera difícil. Y, por mucho que la Administración Trump acuda en su ayuda, es muy probable que se produzcan impagos y quiebras. Esto debilita al sector financiero de Estados Unidos, pero también al mundial, ya que las entidades financieras se prestan entre ellas y distribuyen el riesgo entre todas. Esto explica que, ante la caída del precio del petróleo West Texas, hayamos visto una ampliación de las primas de riesgo del sur de Europa -aunque en esto también han influido otros factores- y que hayan caído todas las bolsas”, señaló Nadal.
“En definitiva, el comportamiento que estamos observando de los precios del petróleo últimamente es un indicador de profundidad de la recesión y, además, puede tener efectos negativos sobre el sector financiero. Estos elementos dominan frente a los potenciales beneficios de un petróleo bajo para los países importadores. Y, por tanto, ello explica los comportamientos de los mercados”, concluye.
El artículo original y foto fueron publicados en el diario elEconomista.es en el cual Nadal es columnista.