Lacalle Pou pidió extremar los controles en la frontera y este miércoles viaja a Cerro Largo
Existe preocupación por las dificultades para controlar la frontera seca
Los casos de coronavirus en Brasil siguen en aumento, es el país con más muertes en América Latina –ya superó las 7.000– y la política del presidente Jair Bolsonaro de liberalizar todas las áreas de actividad y quitarle importancia a la pandemia preocupa a los departamentos uruguayos que limitan con el gigante vecino.
Por eso, este miércoles el presidente Luis Lacalle Pou se trasladará a Cerro Largo, luego de que este martes convocó una reunión con parte de su gabinete y pidió extremar los controles en las ciudades binacionales, sobre las que no puede prohibir la circulación de una a otra pero sí fortalecer el control.
El gobierno uruguayo hará cumplir “de forma estricta” lo que establece el decreto sobre los controles fronterizos, según dijo a El Observador una fuente del Poder Ejecutivo. Eso significa que se reforzará la disposición para que solamente puedan entrar a Uruguay personas nacidas en el país o residentes extranjeros, sin excepción alguna. Los controles se harán por fuera de las ciudades en las franjas de frontera, en donde el Ejército custodia desde mediados de marzo. Como las ciudades binacionales funcionan como una sola, "se van a reforzar del lado uruguayo los controles y los protocolos de seguridad sanitaria pero sin afectar la vida binacional porque en los hechos son una sola ciudad aunque son dos países", dijo una fuente de Cancillería, y agregó que se hará cumplir el decreto en todos sus términos para evitar "las filtraciones desde la frontera norte hacia el sur del Uruguay y desde la frontera este con Brasil hacia el oeste del Uruguay". A su vez, la Dirección Nacional de Aduanas prohibirá el pasaje de productos que ingresen al país por fuera de la zona fronteriza.
El secretario general de la Intendencia de Rivera, José Mazzoni, dijo este martes en rueda de prensa que la mayor preocupación de los departamentos fronterizos con Brasil es la “diferencia en las políticas” que se aplican en uno y otro país. “Desde Uruguay se ha sido muy eficiente y la política que está llevando adelante Brasil con la liberación total del tema de la salud nos preocupa muchísimo”, sostuvo.
Mazzoni señaló que del lado brasileño, en pleno avance de la enfermedad, “están prácticamente todos los comercios abiertos” y si bien las prefecturas (alcaldías) tienen potestades para tomar decisiones diferentes a las del gobierno federal de Bolsonaro, “hay una preocupación de la población sobre cómo se va a contener el pasaje de brasileños”
El secretario general de la Intendencia de Rivera se refirió específicamente a Santana do Livramento, ciudad fronteriza con Rivera ubicada en el Estado de Río Grande del Sur, donde ha habido más de 80 muertes por coronavirus y más de 1.700 casos confirmados. “Es una frontera seca y no tenemos cómo controlarlo”, insistió el jerarca que participó de una reunión con autoridades del gobierno central como representante de la Mesa del Congreso de Intendentes, junto a los intendentes de Lavalleja, Adriana Peña (presidenta del Congreso) y de Montevideo, Christian Di Candia.
Más temprano, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, había anunciado en conferencia de prensa que tras la reunión con parte del gabinete se había definido realizar nuevos protocolos y aumentar los controles. De esa reunión, convocada por el presidente de la República, también participaron el canciller, Ernesto Talvi, el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, y los ministros de Defensa e Interior, Javier García y Jorge Larrañaga.
Delgado dijo que el gobierno uruguayo no puede hacer valoraciones sobre cómo se maneja la pandemia en Brasil pero destacó que se le encomendó a Talvi ponerse en comunicación con el canciller de ese país, Ernesto Araujo, por el aumento de los controles a raíz de los casos que se presentan en la frontera y del aumento de positivos en todo el territorio vecino. En Santana Do Livramento hubo más de diez casos y en Quaraí, frontera con Artigas, hubo dos muertes por coronavirus.
“Brasil tiene un situación muy particular, hay regulaciones estaduales y de prefecturas con los prefeitos (alcaldes) del otro lado de la frontera. Vamos a trabajar en toda la línea con un vínculo directo. Ya se está haciendo con intendencias (Rivera, Cerro Largo, Treinta y Tres y Rocha), que trabajan con prefeitos en medidas preventivas en forma común”, explicó Delgado.
Mazzoni dijo que uno de los planteos que hicieron en la reunión con el gobierno central es “ver cómo desde Cancillería se empiezan a limitar algunas actividades que hasta hace un par de semanas estaban limitadas y ahora se han liberalizado”. “La comunidad está muy preocupada por esa situación. Es una situación muy compleja que nosotros a nivel local estamos trabajando con la Prefeitura de Livramento tratando de tomar algunas medidas”, sostuvo.
El jerarca mencionó que otro aspecto que les preocupa es que sigue habiendo turismo fronterizo. Pese a que se prohibió la llegada de ómnibus, los fines de semana llegan personas que quieren hacer compras en los free shop, que han comenzado a abrir. “Hay otro turismo que es con vehículos que no está limitado y que es uno de los planteos que estamos haciendo. Apelamos a la conciencia del ciudadano, de los comerciantes y trabajar con la población en ese sentido”, afirmó.