CALIFICADORA DE RIESGO
Fitch advierte por suba de la deuda y ve poco margen para no subir impuestos
Fitch espera una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,3% en 2020 y un repunte del 3,6% el próximo año, “respaldado por la construcción de la planta de celulosa UPM”.
La calificadora de riesgo FitchRatings emitió ayer un informe sobre Uruguay que no supone una actualización de la calificación (en BBB-, el mínimo del grado inversor, con perspectiva “negativa”). “Da una visión más actualizada ya que nuestro último comité de calificación (el 20 de febrero) aconteció antes del coronavirus”, explicó a El País el analista de Fitch para Uruguay, Todd Martínez.
“La fortaleza institucional y un sistema de bienestar desarrollado podrían ayudar a Uruguay a contener el daño económico de la pandemia en relación con otros soberanos latinoamericanos”, señaló el informe.
“Sin embargo, Uruguay entra en la crisis con un pie débil” porque “su fortaleza institucional ha sido insuficiente para detener el deterioro del crecimiento económico y el rápido aumento de la deuda pública en los últimos años, tendencias reflejadas en la perspectiva ‘negativa’”, de la nota, agregó.
Fitch espera una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,3% en 2020 y un repunte del 3,6% el próximo año, “respaldado por la construcción de la planta de celulosa UPM”.
El problema es que “la débil posición fiscal de Uruguay reduce el margen de estímulo contundente para respaldar una rápida recuperación económica”, argumentó la calificadora y estimó que el déficit fiscal aumentará a 7% del PIB a fin de 2020 “debido a pérdidas de ingresos, estabilizadores automáticos y medidas discrecionales por valor de 0.8% del PIB”.
El informe indicó que “los amortiguadores financieros y la deuda a largo plazo le permiten a Uruguay financiar este déficit sin recurrir urgentemente a los mercados mundiales de capital”. Una estrategia que el gobierno seguirá hasta que no haya una “ventana de oportunidad”.
Fitch espera que el peso de la deuda pase de 62% del PIB a 72% del PIB a fin de año. “Si bien este salto en la deuda refleja principalmente un shock inesperado, los excesos en el gasto estructural también continúan contribuyendo” y esa suba de la deuda “agotaría el margen fiscal de Uruguay en su calificación actual, y el shock del coronavirus puede representar un revés más duradero para la estabilización” de la misma, advirtió.
Analizó que se requeriría pasar de un déficit primario (previo al pago de deuda) de 2,1% del PIB a un superávit primario de 1% del PIB.
Pero, ello “podría requerir que” el gobierno de Luis Lacalle Pou “aumente y acelere los planes de consolidación fiscal, potencialmente a través de aumentos de impuestos que previamente había descartado”.