La carne vacuna y la celulosa golpearon a las exportaciones, que cayeron 23% en abril
El principal producto tuvo su peor registro en ventas al exterior desde agosto de 2014 y para los privados todavía no está clara la reactivación
Las solicitudes de exportaciones que tuvo el país durante el pasado mes de abril, si se incluyen a las zonas francas como demandantes, tuvieron una fuerte retracción del 22,7% con respecto a igual mes de 2019.
Los dos principales productos que exporta Uruguay como la carne y la celulosa explicaron en gran parte los magros resultados, tras sufrir una abrupta caída con respecto al mismo mes de 2019, con una retracción del 41,8% y del 37,7%, respectivamente.
En el caso de la carne, que llegó a los US$ 96 millones el mes pasado, fue el importe por exportación de este histórico rubro nacional más bajo desde agosto de 2014. Esta circunstancia se dio por una baja de la demanda del 30% con respecto a abril de 2019 del principal mercado: China.
Pero también hubo otros actores que influyeron en el empeoramiento de los números de la carne, como la caída de las ventas a la Unión Europea de un 77%. Como factor de cabotaje, hubo durante los primeros días de abril una paralización parcial de actividades por parte de la industria frigorífica nacional que afectó la faena, ante la decisión de una de las dos centrales obreras (la rama sindical Cerro), que agrupa a cerca de la mitad de los 3 mil trabajadores del sector.
Según el último informe elaborado por Uruguay XXI, “el cuarto mes del año tuvo sensibles retracciones en las colocaciones externas de carne bovina, celulosa, lana y otros subproductos cárnicos”, lo que incidió “negativamente en las exportaciones del mes”.
Después de la soja, con un total de ventas por US$ 101 millones la celulosa a pesar de su fuerte caída se ubicó como el segundo producto de exportación. Si se considera el acumulado cuatrimestral el monto total fue de US$ 387 millones, lo que implicó con respecto a mismo período 2019 una caída del 35%.
En contrapartida a estas malas noticias, productos como el arroz, la soja, los productos farmacéuticos (crecieron un 30%) y los cítricos mejoraron su desempeño con respecto a 2019, incidiendo de forma positiva en los datos de exportación en plena pandemia global.
En el caso del arroz, por ejemplo, se triplicaron las ventas con respecto a abril de 2019 llegando a una demanda de US$ 54 millones, a raíz un fuerte aumento en las ventas a Panamá, Perú, la Unión Europea, Turquía y Costa Rica.
A esto se suma con una perspectiva positiva para los productores arroceros que vienen con varios años con números en rojo a pesar de su alta productividad, el anuncio de hace unas semanas por parte del canciller, Ernesto Talvi, de la reactivación del mercado mexicano luego de una suspensión tras la detección de una plaga en el transporte de mercadería hacia ese país.
En tanto, las solicitudes de exportación de soja crecieron un 16% con respecto a abril pasado, con un volumen demandado que equivalió a los US$ 160 millones, convirtiéndose en el principal producto de exportación durante ese mes.
Según Uruguay XXI, aunque se espera para el cultivo de la oleaginosa unas 800 mil toneladas menos de producción, “el contexto actual puede generar algunos cambios en la demanda externa” de este producto, con una reacción de los precios al alza.
Las exportaciones uruguayas durante el mes de abril se dirigieron a 107 destinos diferentes, según consignó el mismo organismo. En relación, si bien las ventas a China se retrajeron casi un 40%, el país asiático sigue siendo el principal destino para los productos uruguayos con una participación del 28% durante abril pasado.
Perspectivas a futuro
En este escenario, la gerenta general de la Unión de Exportadores del Uruguay, Teresa Aishemberg, dijo a El Observador que después de la fuerte caída de febrero en marzo se había recuperado, porque después del parate China volvió a demandar, aunque no a los niveles de 2019.
“Estos comportamientos son principalmente por los mercados cerrados por el covid-19. Lo que tenemos que ver para más adelante es como abren los mercados. Si nos vamos a encontrar con mercados más proteccionistas, o los mismos que previamente precisaban de nuestros productos”, señaló.
Aishemberg agregó que también otro aspecto a considerar a futuro son las exigencias que se van a imponer, en certificaciones de calidad e inocuidad alimentaria, variable en la que Uruguay está muy bien posicionado en líneas generales.
“En Uruguay cuidamos mucho la calidad de los productos que van al exterior y que se consumen en otros países. Pero que después de todo esto exijan más y para eso nos tenemos que preparar. Hemos pasado por muchas más crisis. La empresa exportadora tiene posibilidades para salir con mayor volumen a los mercados externos y así generar dinamismo en el comercio y generar divisas genuinas”, apuntó la ejecutiva, que agregó que para retomar ese impulso Uruguay tiene que estar en una posición competitiva con respecto al mundo.
Para Uruguay XXI, la caída de demanda de commodities tendrá un efecto “directo sobre los precios internacionales de estos bienes”, así como las medidas de aislamiento ya impactaron fuertemente en los precios de la energía, como el petróleo que alcanzó niveles mínimos históricos en su valores.
Desde esta perspectiva, la demanda de productos agrícolas (mayormente lo que vende Uruguay) por ser bienes menos sensibles a las variaciones de la economía- están percibiendo un menor impacto, lo que se refleja en un menor shock negativo sobre sus precios.
“En particular, los principales productos exportados por Uruguay no han sufrido fuertes caídas en sus precios en los primeros meses del año. Según datos del Banco Mundial, se prevé que durante 2020 sus precios no presenten grandes variaciones. En este sentido, la evolución actual de los precios de los commodities, con un desplome de los precios del petróleo y leves variaciones a la baja en los productos agrícolas constituye un elemento positivo para países como Uruguay”, aseguró el informe de Uruguay XXI.
Sin embargo, Europa, Brasil, Estados Unidos y Argentina tendrían un fuerte impacto negativo, cuando su peso alcanza el 42% de las colocaciones uruguayas de bienes en el exterior. El informe de abril sobre comercio exterior advirtió en esta línea que los productos de la carne, celulosa y madera son los más expuestos a los mercados del norte y malta, autopartes y plásticos a nuestros vecinos
Además se recordó que por la importancia del petróleo en los costos de producción agrícola, un escenario de bajos valores puede imponer “un sesgo a la baja en los precios de los bienes agrícolas”.