El agua, símbolo de vida. La “limitada disponibilidad de agua dulce en el mundo”.
Por Saúl Piña
El 22 de marzo de cada año se celebra el “Día Mundial del Agua “, de acuerdo a lo resuelto en Río de Janeiro en junio de 1992, en una conferencia de las Naciones Unidas, sobre Medio Ambiente.
Asegurar que el crecimiento de los pueblos se desarrolla merced a una serie de energías, entre las cuales se destaca el petróleo, es cierto. Pero no debemos olvidar, que tanto el hombre como todos los recursos que tiene a su alcance, no pueden subsistir sin el agua.
El agua es también fundamental para la ganadería y la agricultura, pero además, resulta vital para el condicionamiento del montaje y el desenvolvimiento de todo el complejo industrial, que nos facilita sus productos.
Las disponibilidades del agua dulce en el mundo son muy limitadas, y los estudios señalan que dentro de un par de décadas se habrá duplicado la demanda de agua dulce a nivel mundial.
La totalidad de los mares del planeta Tierra alberga un volumen de 1.322 millones de kilómetros cúbicos de agua. Sin embargo, el agua dulce no es nada más que de 38 millones de kilómetros cuadrados.
Los grandes pensadores de la civilización griega, establecieron los cuatro elementos fundamentales de la Naturaleza: agua, tierra, aire y fuego; elementos a los cuales se les atribuía fundamentales para la vida del hombre.
Recientes estudios señalan que las reservas de agua potable se están agotando, indicándose que sólo el 4,5% de toda el agua del planeta es dulce, y por lo tanto adecuada para el consumo humano.
El agua, permite que la vida, tal como la conocemos sea posible en nuestra morada planetaria. Los seres humanos, los animales, las plantas, y el ecosistema en su totalidad, todo depende de ella.
El peligro cada vez mayor de que el agua entre en una etapa de escasez debe ser motivo de preocupación, y los seres humanos deben reaccionar frente a esta crisis, analizando nuevos enfoques que motiven adaptarse a la conservación y buen uso de las existencias de agua disponible.
En forma reciente Unicef realizó un informe de concientización sobre el uso del agua potable, aconsejando tomar acciones colectivas.
Se indica que aproximadamente 600 millones de niños, uno cada cuatro en todo el mundo, vivirá en el año 2040 en zonas, con recursos de agua extremadamente limitados. Hoy ya son 36 los países, donde la falta de agua se hace sentir con intensidad, poniendo en riesgo la salud de más de 664 millones de personas, asegurándose que más de 800 niños menores de cinco años mueren diariamente por diarreas vinculadas al agua contaminada, falta de higiene y saneamiento.
El Uruguay es un país privilegiado por las reservas de agua dulce que tiene, destacándose el acuífero “Guaraní”, cuya afectación sería un grave atentado, contra este recurso estratégico a nivel mundial, y verdadero Patrimonio de los uruguayos.
En estos últimos tiempos han trascendido informaciones sobre contaminación en varios cursos de agua en todo el país, lo que amerita que los organismos que tienen la responsabilidad de la conservación del Medio Ambiente, adopten urgentemente las medidas pertinentes.
También es deber de todos los ciudadanos, que valoremos el tesoro del agua que nos ofrece la Naturaleza, y adoptemos una posición vigilante y responsable en el uso y su preservación.