ENTREVISTA A VÍCTOR ROSSI
Víctor Rossi: gobierno de Vázquez no “lució” aunque las obras tuvieron un “alcance estratégico”
El exministro de Transporte dijo que la negociación con UPM fue “difícil, exigente y dura” y que el expresidente será un “viejo consejero” para el Frente Amplio
El 28 de febrero, al caer la tarde, Víctor Rossi se retiró del Ministerio de Transporte y Obras Públicas con una carretilla que un grupo de empresarios le había regalado. Llevaba algunos de los objetos que durante los cinco años lo acompañaron en su despacho, en el que asegura trabajó con “intensidad” y logró elevar la calidad de las rutas de todo el país a un nivel en el que la crítica “desapareció”.
Apenas terminó la ceremonia de traspaso del mando, Rossi se refugió en su casa de San Luis en Canelones, donde pasa las horas arreglando “puertas y ventanas” mientras madura una reflexión acerca de las causas de la derrota del Frente Amplio, y escucha y lee las críticas que su sucesor, Luis Alberto Heber, realiza a su gestión, aunque prefiere el silencio y no contestarle a un viejo adversario con quien tuvo una “transición ejemplar”.
El exministro, cuyo nivel de entendimiento con Tabaré Vázquez le permite jugar al truco “casi sin hacerse señas”, señala en entrevista con El Observador que el segundo gobierno no “lució” aunque las obras que realizaron tuvieron un “alcance estratégico”.
¿Cuál es su evaluación de los cinco años de gobierno?
Se trabajó intensamente, y es evidente que la ciudadanía no hizo un balance suficientemente bueno, y la prueba está en que el resultado de la elección estableció un cambio de gobierno. En algunos aspectos, por distintos factores, esa actividad no lució en los resultados.
Se concretaron avances importantes pero no tuvieron tanta notoriedad como algunos resultados que sin tener una importancia tan sustancial llenaban más el ojo, como pudo haber pasado en el primer gobierno. En los primeros cinco años rescatamos la concesión del puente del río Santa Lucía, recién se abrió la construcción de la doble vía de la ruta 1 e hicimos la perimetral, que fueron 22 kilómetros solamente.
Ahora teníamos que desarrollar un plan que elevara el estado de la red de rutas, eso era un desafío dirigido a todas las rutas del país. Se lograron resultados que no eran sencillos, pero la perimetral y el puente aquel tienen significación. En aquel período lucían hechos puntuales que demostraban que se podía y en este período se trabajó en el avance de lograr nuevos niveles y con alcance estratégico.
¿Por qué no lució?
La ciudadanía es la que votó, tenemos que saber a qué se debe la opinión de la ciudadanía.
En materia de vialidad, siendo un trabajo en algunos aspectos ingrato, la población valoró todo lo que hicimos en estos cinco años. Era un tema obligado de discusión y prácticamente desapareció (la crítica al estado de las rutas). Hay una conciencia de que se avanzó, yo no tengo madura una reflexión ni conclusiones maduras para dar las respuestas. Estoy en la etapa de escuchar y comprender lo que otros valoran.
En campaña la oposición manifestó que el gobierno estuvo inmóvil, pero usted dice que estuvieron cinco años haciendo obras.
Hablar cualquiera habla, y en campaña se dicen muchas cosas que no son ciertas. El gobierno estuvo siempre trabajando. Se dijeron insolencias del presidente, y más allá de las dificultades personales que debió afrontar trabajó intensamente todos los días durante todo el gobierno. Creo que hicimos un buen trabajo y dejamos una contribución en la construcción del país.
¿La coordinación del gobierno y el Frente Amplio falló?
No tiene por qué andar una troupe atrás del candidato, en muchos casos hay gente necesaria en la campaña, y otros que van aplaudiendo. Desde mi posición estuve en infinidad de circunstancias y aporté haciendo lo que tenía que hacer, pero en Uruguay hay muchos figuretis.
El resultado no es de una persona o de otra, ni de la campaña electoral, ni de la estructura del FA o del gobierno. Seguramente todos contribuimos a los méritos y las carencias. Todos tenemos que analizarnos más a fondo. En ese sentido corren tiempos donde uno ve precipitación, se sacan conclusiones y se expresa con precipitación y eso es lo que intento darme el tiempo.
La autocrítica será un proceso que tendrá distintas instancias y espero que vaya madurando y nos permita sacar conclusiones.
¿Cómo vio las designaciones de candidatos a la IMM?
Sinceramente no me gustó cómo se armó las idas y vueltas. No me gustó. Que los tres compañeros son una muy buena oferta de candidatos no hay dudas, pero para llegar a esa oferta se tomó un camino tan sinuoso que no es necesario. Da idea de desorganización en definitiva. Ahora quedó atrás y veremos. Voto a Orsi.
Martínez ya estuvo en la IMM y fue bastante buena su gestión, pero claro, dejó a mitad y eso pesa. Carolina es una persona muy inteligente y aguda, muy vital, y Villar tiene un estilo muy entrador, habla por abajo, y su labor en el Hospital Maciel hay que sacarse el sombrero.
¿Fue muy dura la negociación con UPM?
Fue dura, difícil y exigente desde el punto de vista técnico porque teníamos que prepararnos para tomar resoluciones en un campo que superaba en muchos casos nuestra tarea de todos los días. Muchas veces tuvimos que avanzar en definiciones que ponían el proyecto en dificultades, porque inicialmente no era seguro que la opción pudiera confirmarse en las condiciones que se estaban dando en América y particularmente en Uruguay.
¿Brasil compitió?
Brasil fue una amenaza porque iba creciendo en el mercado como exportador de celulosa, tenía un mayor rendimiento del crecimiento de los árboles, tenía desde el punto de vista logístico algunas respuestas preparadas, desde el punto de vista del rendimiento de la materia prima alguna ventaja y un relacionamiento con más de un productor. Era una opción.
¿Esa incertidumbre provocó que se tuviera que ceder algo más?
Hubo un grupo integrado por 5-6 ministerios que asesoraron sobre cada uno de los temas. En las áreas que nos tocó trabajar actuamos en el marco institucional.
Hay una cantinela parecida a la que decía que el presidente estaba enfermo o tiraba la toalla, colgaba los guantes o no gobernaba, también se impuso respecto a los secretos de la negociación. Yo escucho a personas que parecen serias y digo que ese cuento no me lo hagan a mi, durante todo el período fui a las comisiones y conversé más de una vez sobre el proceso.
¿Y qué pasó con el ferrocarril?
El proyecto del ferrocarril era un componente importante porque unía la necesidad de concretar resultados y caía como anillo al dedo a la necesidad que tiene Uruguay de reestructurar el modo ferroviario.
Lo que nos daba UPM era la oportunidad de la reconstrucción. Ese ferrocarril, yo no quería que perdiera la oportunidad de reestructurarse. Si no aprovechábamos esta alternativa que lo hace posible para poner en marcha.
¿Cómo ve que el nuevo gobierno quiera renegociar el contrato con UPM?
Me parece bien. Siempre dijo que tenía esa pretensión. Si logra condiciones más favorables para el país me parece que hay que aplaudir. Nosotros logramos determinadas condiciones en determinado período, si el cambio de esas circunstancias permite mejores resultados y la agudeza de los participantes logran un mejor resultado me voy a poner muy contento.
¿Hay vazquismo después de Vázquez?
Con Vázquez somos de la misma manera. Él se crió en un barrio y yo en un pueblo con muchas características de barrio. Nos entendemos fácilmente aunque no hablamos todos los días ni nos visitamos en los cumpleaños, pero hemos trabajado muy bien.
Ahora podemos jugar al truco fácilmente, sin hacernos muchas señas, porque ya sabemos cómo reaccionamos, cómo somos.
A Marina la aprecio mucho y valoro, pero yo no tengo una relación ni siquiera política, ella sigue militando en el espacio 1001, tengo mucho respeto por esa corriente que me formó y que ha contribuido. Con Marita es fácil relacionarse con ella.
¿Qué rol le visualiza a Vázquez en el futuro?
Va a ser una persona de mucha influencia, esperemos que siga llevando adelante su salud de la mejor manera, como yo espero también poder sacar mi salud adelante, para que nos permita estar el mayor tiempo posible jugando. Pienso que como en todas las tribus el viejo consejero esté acompañando.
El "teleteatro" del puerto chino
¿En qué está la propuesta de un grupo chino de construir un puerto pesquero?
Se ha dicho mucha macana de esto. Hubo una iniciativa que se presentó en la Intendencia de Montevideo, que era sobre la base de unos terrenos que inversores chinos habían comprado en la zona del camino Ferrés. Encontraron dificultades para que esa zona pueda ser liberada.
Vinieron acá y les dijimos que teníamos espacios previstos para poder desarrollar área de servicios pero en el ámbito de la ANP y con determinadas condiciones. Ellos querían comprar los terrenos, les dijimos que no. Vimos un proyecto que parecía un mamarracho, que querían hacer un enorme puerto de servicios en Ferrés, les dijimos que teníamos limitaciones y que lo que se hiciera tenía que encajar en los proyectos e ideas que tiene el puerto de Montevideo.
Se fueron y anunciaron que iban a traer una propuesta. Pasó mucho tiempo y la propuesta no apareció. Muchos meses después anunciaron que podían estar interesados en participar en las inversiones que tenía prevista la ANP en el puerto de Capurro. Anduvieron dando vueltas, volvieron a preguntar sobre la instalación y enunciaron dibujos. Creo que tuvieron discusiones o conflictos con el grupo asesor que los apoyaba.
El embajador designado de Argentina en Uruguay (Alberto Iribarne) dijo hace semanas en el Congreso que estaban alerta.
Esto fue un teleteatro. En esa oportunidad, yo había juntado, porque se habló de la pesca pirata, los barcos ilegales, los problemas ambientales, pero no había proyecto. Un día un funcionario de la embajada Argentina me comentó que ellos tenían una preocupación muy grande por la instalación de estos servicios en Uruguay para atender la flota del Atlántico de los chinos en Montevideo.
Da la impresión que le preocupaba mucho que estos servicios pesqueros de la flota china se instalaran en Uruguay, pero yo conseguí de la cancillería, y me dieron los documentos, donde se define que entre los temas que se discutieron en China por parte de los representantes del gobierno argentino era la instalación de dos plantas de servicios a los barcos chinos y en el documento se decía 'en tal lugar, no en Uruguay, y en tal otro lugar, no en Uruguay'. Es decir, los representantes de la cancillería argentina discutían en China que estas usinas se pudieran instalar en Argentina y acá tenían la preocupación de la pesca pirata. Si era pirata acá, era pirata en Argentina.El "teleteatro" del puerto chino
¿En qué está la propuesta de un grupo chino de construir un puerto pesquero?
Se ha dicho mucha macana de esto. Hubo una iniciativa que se presentó en la Intendencia de Montevideo, que era sobre la base de unos terrenos que inversores chinos habían comprado en la zona del camino Ferrés. Encontraron dificultades para que esa zona pueda ser liberada.
Vinieron acá y les dijimos que teníamos espacios previstos para poder desarrollar área de servicios pero en el ámbito de la ANP y con determinadas condiciones. Ellos querían comprar los terrenos, les dijimos que no. Vimos un proyecto que parecía un mamarracho, que querían hacer un enorme puerto de servicios en Ferrés, les dijimos que teníamos limitaciones y que lo que se hiciera tenía que encajar en los proyectos e ideas que tiene el puerto de Montevideo.
Se fueron y anunciaron que iban a traer una propuesta. Pasó mucho tiempo y la propuesta no apareció. Muchos meses después anunciaron que podían estar interesados en participar en las inversiones que tenía prevista la ANP en el puerto de Capurro. Anduvieron dando vueltas, volvieron a preguntar sobre la instalación y enunciaron dibujos. Creo que tuvieron discusiones o conflictos con el grupo asesor que los apoyaba.
El embajador designado de Argentina en Uruguay (Alberto Iribarne) dijo hace semanas en el Congreso que estaban alerta.
Esto fue un teleteatro. En esa oportunidad, yo había juntado, porque se habló de la pesca pirata, los barcos ilegales, los problemas ambientales, pero no había proyecto. Un día un funcionario de la embajada Argentina me comentó que ellos tenían una preocupación muy grande por la instalación de estos servicios en Uruguay para atender la flota del Atlántico de los chinos en Montevideo.
Da la impresión que le preocupaba mucho que estos servicios pesqueros de la flota china se instalaran en Uruguay, pero yo conseguí de la cancillería, y me dieron los documentos, donde se define que entre los temas que se discutieron en China por parte de los representantes del gobierno argentino era la instalación de dos plantas de servicios a los barcos chinos y en el documento se decía 'en tal lugar, no en Uruguay, y en tal otro lugar, no en Uruguay'. Es decir, los representantes de la cancillería argentina discutían en China que estas usinas se pudieran instalar en Argentina y acá tenían la preocupación de la pesca pirata. Si era pirata acá, era pirata en Argentina.