Gobierno de Lacalle Pou renegociará contrato firmado para la segunda planta de UPM
Uno de los puntos claves es el precio de la energía que el Estado deberá pagar por 20 años.
El gobierno electo de Luis Lacalle Pou negociará con UPM algunos aspectos del contrato que se firmó con la Administración Vázquez, y en especial se revisará el acuerdo mediante el cual la segunda planta de la compañía va a vender el remanente de energía al Estado.
Según informa Búsqueda, una de las principales preocupaciones es el costo de la energía, ya que UTE deberá pagar por cada megavatio/hora un precio de 72.5 dolares por un período de 20 años y hasta un volumen anual de un teravatio/hora.
Así lo establece el anexo 6 del contrato firmado entre la compañía finlandesa y el Estado.
Otro de los ejes de la nueva negociación es garantizar que el Ferrocarril Central asegure un volumen de carga para otros negocios. Ese diálogo involucra además al Consorcio Vía Central, que integran Saceem, Berkes, la española Sacyr y la francesa NGE, y es adjudicatario de la construcción de la línea Paso de los Toros-Montevideo bajo la modalidad de participación público-privada.
El informe asegura que los 2.700 millones de inversión en la planta anunciados tanto por el gobierno como por la empresa no es tal, ya que 500 millones de dólares serán volcados a una inversiones de empresas afincadas en otros países y que prestarán servicios a UPM
Una de esas inversiones se destinará a la empresa austríaca Andritz, proveedora de equipos y procesos para la producción de fibras de celulosa.
Lacalle Pou fue uno de los principales críticos de los términos del acuerdo firmado entre el gobierno de Tabaré Vázquez y la corporación finlandesa.
Pocas horas después de su victoria electoral recibió la visita del CEO de la empresa, Jussi Pesonen. Fue una reunión protocolar, cuyo contenido no fue difundido.
Pero el presidente electo había mostrado su malestar con las condiciones aceptadas.
Búsqueda recuerda una frase de Lacalle Pou: "los de UPM defendieron a UPM y los del gobierno uruguayo defendieron a UPM" y "Vamos a renegociar todo lo que haya que renegociar".
En enero, el futuro ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber, dijo que fue un acuerdo "demasiado caro" para el país y lo atribuyó a la "desesperación" del gobierno de Vázquez por "no tener inversiones".
Según Heber, el argumento del FA era que "la negociación no puede ser por partes, tiene que ser global".
Consultado por este tema, el ministro saliente, Víctor Rossi, dijo que el acuerdo hizo zafar a Uruguay de una mala situación por entonces comprometida por una coyuntura difícil de Brasil y Argentina.
Rossi respondió además a quienes señalan que Finlandia rechazó una planta de UPM similar a la que se quiere instalar en suelo uruguayo.
Sobre ese aspecto, el ministro dijo que fue un proyecto por el que Uruguay debió esforzarse para conseguir.
Agregó que Brasil " no iba a bochar" una oferta como la de UPM si la empresa hubiera decidido radicar su proyecto allí.