Lust: «Para UPM los uruguayos somos solo ciervos y jabalíes»
El diputado electo por Cabildo Abierto luchará para que no se instale la segunda planta pastera. «Es todo una gran estafa; lo voy a decir hasta que el tren y la planta se paren», dijo.
El diputado electo por Cabildo Abierto, Eduardo Lust, indicó a LA REPÚBLICA que lo tiene «sin cuidado» lo que diga la coalición multicolor sobre su postura ante la instalación de la segunda planta pastera de la empresa finlandesa UPM.
«En los partidos Nacional, Colorado e Independiente están a favor de la instalación de UPM 2 pero en la coalición no hay diferencia alguna porque este tema no fue incluido. En el acuerdo multipartidario no se habló de UPM». «Yo tengo problemas con el contrato firmado», agregó.
Entrevistado por el programa radial Hoy no es un día cualquiera de LaCatorce10, Lust dijo que el gobierno actual se excedió en las competencias que la Constitución da para las inversiones extranjeras, en referencia a las la instalación de la segunda planta de UPM en el país.
«A las papeleras, el gobierno de izquierda le dio lo que la ley le permite, que son exoneraciones tributarias», dijo. Pero en el contrato con UPM 2 «este se negoció con la empresa, y se hizo en secreto. Leí el contrato y me pareció un mamarracho jurídico», indicó Lust.
«El problema del contrato es que el gobierno le dio una cantidad de beneficios a UPM, que la ley se lo prohíbe. Fue armado de manera tal, desde el punto de vista formal, que no pasó por el parlamento. Y así el parlamento no tiene manera de atacar el contrato, ya que el contrato se firmó y cuando se dio la publicidad ya estaba firmado. Luego las denuncias que se hicieron del contrato no prosperaron porque yo creo que la fiscalía es afín al gobierno de turno», expresó.
El fiscal de Crimen Organizado Luis Pacheco, a quien se le presentó la denuncia, le dijo al futuro legislador Lust que no podía analizar el contrato porque no lo era, sino una «promesa de contrato». «Le busco un vericueto jurídico para decir que no podía condenar a nadie, porque nadie tenía ninguna obligación», exclamó el diputado electo por CA.
«Esto no es una promesa de contrato, es un contrato. Porque es un documento del cual surgen obligaciones para el gobierno uruguayo. El gobierno se comprometió a hacer una cantidad de cosas que está haciendo. Luego que Uruguay haga todas esas cosas, el contrato dice que en algún momento UPM va a ver si el avance que ha tenido Uruguay lo satisface a UPM, y la empresa va a resolver si se instala o no», enfatizó el cabildante.
En marzo Lust se propone denunciar el contrato ya que es «indefendible, tan indefendible que ni la presidencia lo defiende». Cuando el parlamento pidió a Presidencia para defender el contrato, «desde el Parlamento se dijo que tenían que ir los secretarios de Presidencia a defenderlo, una comisión presidida por el diputado (Pablo) Abdala, del Partido Nacional. El presidente prohibió a los secretarios de Presidencia ir a defender el contrato, por lo que se contrató a un abogado particular para que defendiera el convenio», explicó.
Según el próximo parlamentario el contrato fue cambiado en secreto dos meses después de que se firmó, y cuando se le pidió a Presidencia que los dieran, les dijeron que no. «Luego hicimos un trámite judicial de acceso a la información pública, y el juez obligó a presidencia a entregar esos contratos. Esto es todo oscuro y clandestino, es una gran estafa que hizo este gobierno al Uruguay».
En cuanto a la estafa que «encontró» el próximo parlamentario, Lust ejemplificó con el caso donde el contrato dice que «si hubiera una diferencia de texto entre el idioma español y el idioma inglés, como el idioma español es más rico que el inglés, valdrá la cláusula en español. Para firmar el contrato más importante de la historia nacional, lo tienen que haber leído por lo menos 200 veces para no encontrar un error, y estudiado por profesionales con lupa por uno de los estudios jurídicos más importantes del Uruguay que representa a UPM», ejemplificó.
En este ejemplo es que puede haber cambiado una parte del contrato en relación al precio del alquiler que UPM tiene que pagar por usar las vías. «Los secretarios de la Presidencia, sin poder jurídico para hacerlo y pasando por encima del propio contrato que ellos habían firmado, y que el presidente de la República no sé si leyó, pusieron que lo que valía el alquiler, es lo que decían los finlandeses en inglés, y no el alquiler que decían los uruguayos en español. Ese cambio de contrato implicó que Uruguay perdiera 700 millones de dólares».
Quien oficiará como legislador el próximo 15 de febrero sostuvo que el gobierno uruguayo y la prensa trabajan para UPM, y que el presidente de la empresa finlandesa «desprecia» al país, ya que para él «los uruguayos somos ciervos y jabalíes para entretenerse».
Lust enfatizó que la instalación de la segunda planta de UPM no traerá ningún beneficio al país. «Se les va a dar 225.000 millones de dólares a una empresa constructora que va a trabajar 3 años y les va a dar trabajo a 1.000 personas. Es todo una gran estafa, nadie lo dice, yo lo voy a seguir diciendo hasta que el tren se pare y la planta se pare», finalizó.
Cabildo Abierto «se tiene que ubicar ideológicamente»
El futuro diputado Eduardo Lust señaló que Cabildo Abierto no necesariamente es un partido militar, pero sí «es un partido nuevo, que se tiene que ubicar ideológicamente. Claramente no es un partido que sea de izquierda ni de centro, sino que está más bien hacia la derecha, y tiene en su seno gente de varias ideologías».
Según el constitucionalista, Manini Ríos es un hombre «muy inteligente, muy principista, prudente», pero no es Jair Bolsonaro. «Está lejos de Bolsonaro, porque Bolsonaro desprecia a muchos personas. Manini nunca se ha expresado de esa forma». Es por esa razón que al haber aparecido «de la nada», «Manini tiene el caudal electoral que tiene».