cesar vergasPARLAMENTO
El diputado que tendrá oficina en Punta Espinillo

Del campo a la política: César Vega se prepara para su nueva vida.

Cuando el auto sale de la ruta 1 y toma el camino Basilio Muñoz lo primero que se ve allá a lo lejos es la unidad número 4 de Santiago Vázquez, más conocida como Comcar. Luego queda atrás la cárcel y el camino entra en el campo. Mire para donde uno mire, hay verde por todos lados. De vez en cuando, alguna casa.

Todo así hasta que se divisa el mar y el Camino del Tropero se mete en el parque municipal Punta Espinillo en el oeste de la capital. Unas cuantas cuadras más adelante aparece la casa de César Vega, el líder del Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), quien desde el próximo 15 de febrero será diputado. Dejará la tranquilidad del Montevideo rural para ir a trabajar al Palacio Legislativo, al menos de a ratos.

Miércoles, dos de la tarde de un día caluroso. Una clásica golpeada de manos y aparece Vega, descalzo, con cara de dormido, mate y termo en la mano. Se acaba de levantar de una siesta. Hoy arrancó el día bien temprano y le duele la cabeza. La radio está encendida. En la vuelta está El Oso, que en realidad es un gato bastante mimoso, y Nico, un perro que de guardián tiene poco.

Vega vive en Punta Espinillo desde hace casi dos décadas. Este ingeniero agrónomo devenido en político de lengua afilada y hablar manso, se mudó allá por el año 2000 desde cerca del Estadio Centenario a esta chacra en el oeste. Y nunca más volvió a Montevideo. Primero levantó junto a su primera mujer un rancho, que ahora piensa usar como lugar para recibir a la gente en su nueva etapa de político, y tiempo después empezó a construir él mismo una casa de ladrillos, donde vive ahora junto a su actual pareja, Silvia.

Tiene 57 años, un estilo bohemio y a la vez transgresor que bien podría asociarse al del expresidente José Mujica y fue una de las sorpresas de la última campaña electoral. Gracias a la visibilidad que han tomado los temas ambientales en el país, logró meter al PERI en el Parlamento, después de haber arañado la banca en las elecciones anteriores.

-En menos de dos meses será legislador. ¿Se está preparando para el Parlamento?

-Ni ahí, solo paso el rato -responde, mientras se despereza, apaga la radio que está en la cocina, sale el fondo de la casa, y ubica unas sillas bajo un árbol. Desde allí hay vista al mar, justo donde se une el Río de la Plata con el Santa Lucía.

La banda de sonido del lugar es el canto de los pájaros. Vega casi siempre se levanta con la salida del sol, toma mucho mate, lee, intenta responder todos los mensajes que le llegan al WhatsApp y a las 7 de la mañana empieza el “PERI diario” desde su cuenta de Facebook (“pero se me corta siempre porque acá hay poca señal”). Luego arranca “con lo que haya para hacer” en su pequeño predio.

Tiene plantaciones de diferentes hortalizas y frutas, pero dice que bastante menos que antes por el “negocio nuevo” de la política. También tiene gallinas y algún pato, además de un novillo y un par de caballos. “Al negocio lo vas reformulando. Tuve muchos chanchos pero llegaba Navidad y Año Nuevo y me pasaba clavado faenando más de 100 lechones”, cuenta Vega mientras El Oso anda por ahí. Hace poco una jauría de perros le mató más de 30 pollos. Ahora está evaluando si retoma la producción.

Vega camina por el predio y de golpe se da cuenta que las lechugas están un poco mustias. “Mirá como están estas, piden agua”, admite. “Y mirá que aprovechamos que llovió estos días y metimos pata como loco”, relata. Vega consume lo que necesita y vende “los excedentes”.

Vive en Montevideo, pero parece que fuera más lejos.

-Este es el lugar más lejano que hay, es el punto más lejano del Centro. Mirás el mapa y te das cuenta.

-¿La inseguridad también llegó acá?

-Sí, pero muy mínimo. Esta semana le robaron a la señora del parador allá en la entrada, ¿viste? Le robaron plata, a mano armada. El primer robo a mano armada de la zona. A mí solo me han robado alguna estupidez.

-¿Cómo va a compatibilizar las dos cosas: el campo y la política?

-La política ahora es lo prioritario. Para eso me presenté. Además, ya tengo 57 años. No son 80, pero se sienten.

-¿Se ve en el Parlamento?

-Tengo que hacerlo. Ya me votaron y lo voy a hacer con toda responsabilidad.

-¿Le han dicho que tiene algo de Mujica?

-Sí, me lo dicen. No sé si me da mucho placer. Más bien que no porque lo conozco bien a Mujica y te puedo decir que no ha laburado en su vida lo que yo laburé.

-Pero por el estilo de vida, la forma de hablar y hasta la zona donde viven los dos...

-Sí, claro. La zona donde vive él (Rincón del Cerro) está a 18 kilómetros de acá, pero para la gente vivís en una chacra y creen que es lo mismo. Yo al viejo lo admiraba mucho pero estamos hablando de hace 20 años. Después lo seguí mucho, conozco su chacra perfectamente y lo voté en 2004.

-¿Cuándo se dio cuenta que el Frente no era una buena opción?

-No me gustó Mujica ya de ministro de Ganadería. No hizo nada, fueron cinco años tirados. Y, como presidente, ligamos los cinco años mejores del negocio de la soja. Pero no fue un gobierno bueno, la deuda lo marca.

-¿Con cuál de los tres gobiernos del Frente se queda?

-Yo me quedaría con el primero, con el primero de Vázquez.

El futuro
Vega dice que aún no ha “estudiado nada” del Parlamento. “Pero no hay tanto misterio, tenemos una abogada que nos dará una mano”, avisa y cuenta que tiene armado un equipo con tres compañeros del PERI para su secretaría.

De mañana piensa trabajar en su chacra (“además pego un grito y tengo cuatro del partido laburando acá con mucho gusto y se llevan algún alimento”) y de tarde irá al Parlamento. Tendrá un chofer y quiere estar lo menos posible en el Palacio.

Vega cuenta su último proyecto: está armando una ONG con “participación de gente que tiene mucho dinero” para plantar miles de árboles por año. “En algunos barrios de Montevideo falta sombra pero eso precisa educación de la gente para que no los rompa”, explica. La gente llamará, coordinarán y plantarán. Parte de los recursos los pondrá el PERI.

-El sueldo nominal de un diputado es de unos 250.000 pesos. ¿Cómo lo va a administrar cuando asuma?

-No sé ni cuánto gana un diputado. Pero yo medio que me voy a arreglar con unos 100 mil pesos.

-¿Y el resto del sueldo para qué lo usará?

-No sé aún.

Prepara una ley contra el uso de los agrotóxicos
César Vega ya tiene previsto presentar un proyecto de ley que inhabilitaría el uso de agrotóxicos prohibidos en el primer mundo. ¿Cuáles agrotóxicos son? “Eso es lo que estamos investigando. Te puedo decir varios pero los tenemos que comparar con los que se está usando acá. Para no sembrar suspicacias, eso me lo reservo”, respondió Vega a El País. Cree que todos los diputados apoyarán la iniciativa. “Es sobre los productos que están prohibidos y los que se van a prohibir en el primer mundo y eso beneficia a Uruguay. Por ejemplo, el famoso glifosato no está en esa lista. Pero sí se prohíbe en un país del primer mundo, se debe prohibir acá”, explicó. Francia y Alemania tienen previsto prohibir en 2023 este herbicida potencialmente cancerígeno.

También impulsará bajar los impuestos a productores de alimentos: “Y no puede ser que las patinetas esas que andan tiradas por todos lados no paguen nada”.

MÁS
“La opinión que muchos tienen sobre Lacalle Pou es errada”
Antes de que empezara la campaña electoral, el hoy presidente electo Luis Lacalle Pou visitó a César Vega en Punta Espinillo. ¿Cómo fue aquella charla? “En algún aspecto medio que se quebró emocionalmente. Él se emociona cuando habla y una persona que se emociona cuando habla tiene valor”, dice Vega. Y avisa: “Yo me voy a llevar muy bien con Lacalle. La opinión que tiene mucha gente de él es errada. Ojalá que yo tenga razón. Para mí el loco es más por el pueblo de lo que la gente cree. Pero también opino lo mismo de Daniel Martínez”.

-¿Por qué dijo que le gustaría que Lacalle lo consulte cuando nombre al ministro de Medio Ambiente?

-Porque yo le puedo decir si se está equivocando. Es eso. Yo creo que se equivocó con el ministro de Turismo (Germán) Cardoso. Es una persona muy cuestionada. No sé si no le va a costar caro.

-¿Y usted no sería un buen ministro?

-Yo ya dije que no.

-Si fuera Lacalle, ¿qué haría con la planta de UPM?

-Hay una cosa que yo le digo a los compañeros. Si vos querés parar la soja, que es transgénica y se usa el glifosato y otras porquerías más, no podés pararla de un año para el otro. Se te funde el país. Ahora, esta planta sí que la podés parar. Lo que sirve es la construcción. Yo pregunto: ¿no podremos construir otras cosas? ¿Querés que hagamos un puerto? Lo hacemos. ¿Casas para la gente que precisa? Las hacemos. Pero no: hay que construir una planta de celulosa.

Diario EL PAIS - Montevideo - URUGUAY - 23 diciembre 2019