GandiniJorge Gandini: los sindicatos «deben modernizarse»

El senador electo nacionalista dijo que el rol del Estado en los Consejos de Salarios no debe «volcar la balanza» hacia un lado u otro.

El senador electo por el Partido Nacional, Jorge Gandini, consideró que en el próximo gobierno los Consejos de Salarios tendrán algunos cambios que se discutirán. «El objetivo es mantener el salario real que en estos años no ha crecido sino que se ha mantenido», dijo.

En ese sentido, señaló que buscarán cambiar el rol del Estado en donde no sea un juez, «no volcar la balanza hacia un lado o hacia el otro». Gandini explicó que la idea es que entre trabajadores y empresarios se llegue a un diálogo en común para lograr un acuerdo.

Por otra parte, el senador electo y actual diputado indicó que rispideces en la transición entre el gobierno saliente y entrante «va a haber». «Vamos a tomar decisiones y tenemos herramientas para tomar decisiones lo antes posible», comentó.

Aquí un resumen de la entrevista que mantuvo con República radio de LaCatorce10.

¿Qué flexibilizaciones se les harán a los Consejos de Salarios?

En la campaña se ha dicho que vamos a mantener los Consejos de Salarios y ahí tenemos algunos cambios que se empiezan a discutir. El objetivo es mantener el salario real en los Consejos de Salarios que es lo que ha pasado en estos años, no ha crecido, se ha mantenido.

El Estado debe no pretender ser un juez, no volcar la balanza hacia un lado o hacia el otro sino llegar al diálogo entre las partes al punto del acuerdo. Hay mucho para conversar en esto y no nos vamos a abrir a un frente de conflicto al santo botón, en estas cosas vamos a conversar con las organizaciones sindicales que tienen que poner sobre la mesa otros aspectos, deben modernizarse.

Hay que contemplar el mantenimiento de empleo como una de las variables que debe considerarse. No puede ser la discusión exclusiva de la corporación de lo que están y mientras se discute salario se expulsa gente del sector porque hay un momento que la piola se rompe y el empresario dice ‘con esto no puedo’. Tenemos récord de concordatos y cierres de empresas.

Hay que poner la variable de la productividad, es un tema para discutir mucho, pero hoy en día mirando el mundo cómo viene la productividad es un factor importante que debe estar discutiéndose. Tenemos que encontrar el camino de fijar criterios objetivos, indicadores objetivos que empiezan a incorporar el concepto productividad a los Consejos de Salarios, empezar a modernizar y si se requieren normas legales las aprobaremos o las presentaremos.

¿Por qué?

Cada vez más se ve la tecnología sustituyendo puestos de trabajo. Ese mundo es el que se nos viene, hay muchas más máquinas y eso es productividad, esa productividad desplaza mano de obra. Tenemos que ver todos esos temas en los Consejos de Salarios si no, estamos mirando para un costado. Tenemos que ser competitivos en el mundo, tenemos que poder vender nuestros productos, tenemos que producir más barato no a costa del salario de nuestra gente pero tenemos que competir.

Si los trabajadores quieren mejorar sus salarios y quieren mantener sus empleados tienen que hacerse cargo de los cambios que quieren incorporar al mundo. No podemos vivir aislados en un Mercosur que nos encierra, no es un tema ideológico, es pragmático. Tenemos que hacer que entre más plata para repartir y pagar las obligaciones si no, no sé cuál es la salida, otros modelos han fracasado.

A nosotros se nos puede criticar de un lado ideológico, ¿cuál es el paradigma de la izquierda en el Uruguay? ¿Cuál funcionó en el mundo desde la izquierda? No hay, se cayeron todos a pedazos. La economía abierta es la única manera de competir en el mundo, los acuerdos de libre comercio y la integración con bloques son las reglas a las que tenemos que adaptarnos y para eso sin perder derechos y conquistas que se tienen debemos agrandar el mercado, tenemos que hacer plata.

Si hubiera un representante de izquierda le diría: ‘nosotros ponemos la necesidad de la gente primero y vemos cómo repartimos mejor’

Tenemos una economía que no crece y lamentablemente durante muchos años, aún en los mejores años, cuando el Uruguay crecía al 6%,7% porque China compraba todo y lo compraba bien y nosotros en el campo vendíamos todo y bien.

En esos años (Danilo) Astori acuñó aquella frase del espacio fiscal y en esa frase se incorporaba la idea de que vamos a gastar todo lo que ingresa y vamos a gastar todo lo que sabemos que va a ingresar. Se gastaba por adelantado lo que iba a venir en el cálculo de ingreso de crecimiento que tenía el país. El resultado era que siempre el gasto aumentó por encima del ingreso. Crecíamos el 5 y el gasto aumentado al 8 y entonces se repartía lo que no había, fue creciendo la deuda, trae intereses, un día los precios bajaron, quedamos con un Estado que no retrocede.

Un país más caro en mano de obra, en nuevas instituciones, en más burocracia pero tiene menos ingresos, entonces pone nuevos impuestos porque hay que pagar eso. Se les ponen nuevos impuestos a los trabajadores y los empresarios, el IVA, IRPF, Imesi, la renta y eso al que no le pone es al capital, porque el capital hace un click en la computadora y se va.

Tenemos la mejor calidad de arroz del mundo y cada año se planta menos porque la rentabilidad es baja. Incorporaron tecnología, vendemos bien, vendemos todo, no nos quedan los silos pero no se gana plata, ese Uruguay es el que tenemos que dar vuelta nosotros, eso es parte de esa torta si no, no la podemos repartir.

¿Qué repartimos? ¿Le sacamos a los que tienen para darle a los que no tienen? Tiene un límite porque al final el que tiene y dice ‘ya no tengo tanto y voy a dejar de gastar’ o ‘me voy’ es lo que nos está pasando, por eso pierde el Frente Amplio. Vamos a dejarnos de embromar. Hay que revertir eso, es el gran desafío. Sin tocar derechos, sin perder espacio que se han ganado hay que encontrar el camino para que las variables y las señales se alineen de modo de empezar a crecer para poder generar crecimiento real.

Estamos en un barrio complicado. Brasil no viene mal, empieza a tener un crecimiento económico robusto sustentable que por suerte nos compensa un poco, (Alberto) Fernández pinta una situación crítica, ellos sí van a tener que ajustar y en ese ajuste vamos a marchar nosotros. Ya estamos marchando, el tipo de cambio ya nos afecta, eso afecta al comercio, afecta la industria, quedamos fuera de competencia con algunos productos que le vendíamos, ahora vale más la pena importarlos.

El turismo puede llegar a estar complicado pero al mismo tiempo hay oportunidades, hay muchos argentinos que empiezan a pensar en mudarse a Uruguay y cuando esos argentinos se muden a Uruguay invierten en Uruguay. Hay más seguridad jurídica y más tranquilidad porque hay más reglas de juego de lo económico que se cumplen, eso es una oportunidad que deberíamos aprovechar.

Me movió una cosa que dijo (Luis) Lacalle Pou, que se alinea mucho a mi pensamiento, de que Uruguay debe promover en tiempos medianos una migración de al menos 100.000 personas para hacer crecer nuestra población. Eso nos ayuda mucho a mejorar nuestra seguridad social mejorando la ecuación activo-pasivo, pero además estimulándola en determinadas condiciones llega una migración calificada, tenemos hoy una migración de Venezuela bastante más calificada de la que llega de otros países más cercanos.

Si lográramos que alguna gente de Argentina cruzara el charco y se viniera a vivir acá al Uruguay le haría muy bien, para eso hay que ser inteligente, hay que tender buenos puentes y atraer gente que puede estar aportando.

Cambiando de página, en la primera semana hubo ciertas rispideces en la transición. ¿Qué opinión le merece?

Sí, y las va a ver. Nos enteramos que UTE hace la inversión para una UPM con fondos propios y no con un fideicomiso, utilizan recursos que habitualmente UTE transfieren a Rentas Generales de sus ganancias, los utilizan para hacer la obra para UPM, por lo tanto eso disminuye la caja del propio gobierno.

Hay un compromiso de un gasto que está en ejecución que compromete un dinero que se contaba que todos los años iba a ser transferido y ya no lo será. Es una decisión que jamás se tomó, siempre las inversiones tratan de diluirse en el tiempo para no afectar la caja del organismo inversor.

En este caso se hace con fondos propios y eso es una sorpresa con la que nos encontramos, ahora que mueve las pocas variables que el próximo gobierno tiene para enfrentar los problemas económicos graves con los que vamos a recibir el país.

Vamos a tomar decisiones y tenemos herramientas para tomar decisiones lo antes posible.

Con respecto al no aumento de las tarifas públicas ya se había anunciado a mitad de año

En julio de este año se hablaba que podían aumentar las tarifas porque había una amenaza de aumento del petróleo y había un problema fiscal. Sale el ministro y dice: ‘el gobierno debe afirmar enfáticamente que no habrá aumento de tarifas hasta fin de año y probablemente hasta el fin del período del gobierno’.

Es la primera vez en 14 años que se toma una decisión de esa naturaleza.

El 1 de enero van a subir todos los sueldos y las jubilaciones, se ajusta el presupuesto nacional automáticamente. El 1 de enero si un organismo tenía $ 10 vas tener $ 10 + inflación, todo implica más salida de caja y por supuesto que los ingresos están en consecuencia. Aumentaron los peajes, viene la temporada en la que se recauda y los gastos de mantenimiento son mayores.

Si tuviéramos una holgura económica que nos permitiera tomar esas decisiones uno lo podría entender, pero nos van a entregar un país que según el propio presupuesto nacional del 2015 anunciado reiteradamente por el ministro Astori íbamos a estar hoy en un 2,5% del déficit fiscal y nos lo van a entregar con 5%. Eso son 3.000 millones de dólares, el IRPF recauda 1.930 millones más que el año pasado, el déficit es una vez y media ese impuesto.

El Ministerio del Interior multiplicó por tres. Desde que llegó el Frente Amplio es de 910 millones de dólares, 3.000 nos están faltando. En todo el presupuesto que dedicamos a la educación pública nos entregan un país con las calificadoras de riesgo, que lo que califican es el riesgo del pago de la deuda. Nos dicen que tenemos que disminuir ese déficit fiscal, cosa que el Uruguay sabe.

En el último período, (Tabaré) Vázquez dijo en su informe cuando asumió que encontró el país peor de lo que pensaba, por lo tanto en vez de hacer un presupuesto quinquenal 2015-2020 iba a hacer un presupuesto por 2 años hasta el 2017 para emparejar las cuentas públicas y uno del 2017 al final. Hicieron un ajuste en el 2015, le dijimos que era insuficiente el ajuste que estaban haciendo para equilibrar las cuentas públicas y en mayo del 2016 tuvieron que hacer un segundo ajuste en la rendición de cuentas.

También se lo tragó el crecimiento del gasto, entonces volvimos a hacer ajustes y en la rendición de cuentas del 2018 se le puso impuesto a todo lo que quedaba por poner. Se puso una tasa consular que ahora este gobierno ha reconocido que tiene que eliminar y por lo tanto ha pedido un plazo de 3 años para eliminar la tasa consular que le permite recaudar 100 millones de dólares porque está fuera del marco de los convenios de Mercosur, entonces el Mercosur nos reclamó disminuir la tasa consular.

¿Se deben aumentar impuestos a partir del 1º de marzo?

Tomamos un gobierno que no tiene margen de subir impuestos, tiene que volver a pedir prestado para pagar el déficit fiscal y tiene que disminuir el déficit fiscal, no es muy recomendable seguir aumentando la deuda porque esa misma deuda nos lleva a pagar intereses. Antes de asumir decían que la deuda externa era inmoral.

El año pasado pagamos 2.037 millones de dólares de intereses de deuda, es más de todo lo que recauda el impuesto al trabajo, todo lo que pagan los uruguayos de trabajo sólo lo pagamos al capital financiero internacional, todo lo que aportan los trabajadores.

¿Podemos aumentar la deuda? No, no podemos hacerlo más que en los márgenes razonables para pagar el presupuesto nacional, no podemos poner más impuestos, podemos hacer muy poca cosa porque además tenemos que aflojar la presión tributaria sobre algunos sectores que son los que reactivan la economía y regeneran trabajo.

Tenemos que reactivar dos cosas, la confianza, antes que nada de aquellos que tienen que poner $ 3 en un pequeño comercio para que crean que hay una oportunidad y va a volver a arriesgar su propio dinero en el lugar de achicar empleados, o cerrar, eso reactiva la economía, genera puestos de trabajo, reactiva el consumo que es la otra variable junto a la inversión en la que ha reposado el crecimiento de la economía en los años que creció, aumento del consumo e inversión, esas cosas las tenemos que hacer, ¿qué variables tenemos para tocar?

Sólo el gasto. Tenemos que tratar de contener el gasto innecesario para generar ahorros con lo poquito que va a crecer la economía. Vamos a ver cómo nos trata Argentina en la temporada turística.

Ha aumentado de precio la carne a nivel internacional, ha aumentado el precio de los granos, tenemos UPM que va generando crecimiento por la inversión que hace y las obras conexas que se van haciendo. Eso permite pensar que la economía puede crecer un 2%; con lo poquito que crezca la economía y con lo que contengamos el gasto tenemos que bajar algunos costos, energía eléctrica, combustibles y demás para que los sectores productivos comiencen a reaccionar y al mismo tiempo bajar el déficit fiscal.

Tenemos que tomar medidas urgentes porque no sé quién puede sostener que esta situación si hubiera ganado el Frente Amplio o nosotros se podía mantener, seguramente los economistas serios de todos los partidos e independientes sostendrían que hay que hacer un ajuste, sabemos que tenemos que hacer un ajuste pero tratamos de no hacerlo por la vía tributaria, sino hacerlo por la vía del gasto, nos tocan variables del gasto, no es menor que nos toquen las tarifas y no es menor que nos toquen los recursos de UTE.

«UTE puede rebajar las tarifas»

Ante la consulta de si se pueden reducir los impuestos en UTE, y gracias a esto rebajar las tarifas, Gandini dijo que «UTE es parte de los ingresos del Estado, aporta unos 400 millones de dólares a las rentas generales a costa de reinvertir lo necesario adentro de la propia UTE.

El sindicato de UTE nos dice que no se están haciendo las reinversiones necesarias para mantener actualizadas las instalaciones que tienen, los equipamientos, la seguridad. A costa de eso le pasa 400 millones de dólares más que lo que le pasa a Antel, es un volumen de dinero que equivale a más de un punto del producto, más de la mitad de lo que debería pasar UTE está comprometido e imputado a las obras para UPM.

UTE puede rebajar las tarifas, UTE puede gastar ese dinero, el problema es que UTE es parte de un Estado y el que tiene compromisos en las cuentas públicas es el Estado y UTE termina siendo como Antel y otros organismos, los subsidian. Y si quieren mirar las empresas públicas consolidadas están las grandes que van adelante que ganan, pero también están las deficitarias que hay que ponerles plata arriba y adentro para que les cierren las cuentas, tenemos AFE, el Correo.

Todavía seguimos pagando cosas de Pluna, tenemos cosas de Gas Sayago, tenemos un lastre que viene del problema que Ancap tuvo en la época de Sendic, todo eso es una cuenta sola. Tenemos un problema de cuentas públicas que tenemos que mejorar de alguna manera».

Diario LR21 -Montevideo - URUGUAY - 22 diciembre 2019