Facultad de Ingeniería: control a materiales de obra
La academia pide más laboratorios para los controles externos
EL motivo de la visita de la Facultad de Ingeniería al Parlamento era tener una visión técnica sobre el estado de las rutas 4 y 30 en el norte del país, que fueron refaccionadas recientemente y tenían fallas y pozos según señalaron tiempo atrás diputados de la oposición. Los académicos se excusaron de opinar, pero hicieron propuestas para mejorar los controles sobre la calidad de los materiales de obra.
"En nuestro país no hay un laboratorio de asfaltos como la gente y eso genera malos entendidos", como la creencia que el asfalto de Ancap "es malo", comentó Álvaro Gutiérrez, director del Instituto de Estructuras y Transporte.
Explicó que el asfalto producido por Ancap tiene "determinadas características", pero si "va a ser utilizado para usos específicos, requiere de modificaciones", que solo realiza la firma privada Bitafal, que tiene "sus propios controles" en materia de calidad. "Hablamos con los responsables (de esa empresa) y no tienen ningún problema con que haya un laboratorio alterno" que evalúe al asfalto modificado, "hasta les vendría bien, porque, hoy no tienen la credibilidad que podrían tener".
Gutiérrez señaló en la Comisión de Transporte de Diputados que del contacto con el LATU, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), se arribó a "la conclusión que ese laboratorio es necesario", porque actualmente "hay cosas, pero falta un laboratorio en serio".
La ingeniera María Noel Pereyra, jefa del Departamento de Construcción, dijo que "el laboratorio de control de asfaltos es una carencia", pero aparte la Facultad tiene que "generar conocimiento e investigación" en el tema. Gutiérrez contó que "salvo contadas excepciones, hay poca gente que sepa de asfaltos" en Uruguay.
También se refirió a los conocimientos sobre otro material de obra: el basalto. "La impresión es que no está resuelto cómo evaluar bien y cómo saber si se está usando bien o no", señaló Gutiérrez y sostuvo que "el problema" se extiende a "Argentina, Brasil y Paraguay".
Otra dificultad actual, según el académico, es "determinar dónde hay que poner la plata cuando se tiene un sistema de carreteras, es decir, establecer las políticas para resolver los problemas" en rutas. Para ello, debe haber "un buen banco de datos de las carreteras, de su estado", algo que no ocurre. Desde la Facultad de Ingeniería "interesa colaborar con los equipos que tenemos en un relevamiento permanente de datos".
El ingeniero Luis Ceiter, del Departamento de Transporte, dijo que es necesario "aggiornarse" y que la academia participe "más como entidad de respaldo para la planificación y evaluación de las intervenciones e inversiones que se hacen en el país". Aunque reconoció que esto "cuesta muchísimo" por "la masa profesional que tenemos, que es limitada". Acerca de los controles de calidad sobre las obras privadas, Gutiérrez repasó que el Instituto tiene "una muy importante presencia" en las construcciones de "Punta del Este y Montevideo". Son tareas de "control externo", independientes de las que realiza la firma encargada de la obra, es decir una especie de "auditoria". Algo similar ocurre con las obras en ruta que efectúan las intendencias departamentales.
"Cada obra debe tener sus controles y debe poder contrastar o consultar con nosotros", explicó Pereyra del Departamento de Construcción.