UPM II: Algo bueno está naciendo
Editorial Semanal del diputado Constante Mendiondo del 22 de mayo de 2019
No debe existir cosa más compleja, al menos para mí, que entender a la oposición en sus argumentos desalentadores respecto a la segunda planta de pasta de celulosa de UPM, tercera del rubro en la producción forestal uruguaya.
Producción que nace y desarrolla su viabilidad en el marco de leyes forestales desde la década del 60 a la del 80: ley 13.723 del 16 de diciembre de 1968 y ley 15.939 del 28 de diciembre de 1987, leyes que tuvieron como columna vertebral renunciamientos fiscales, subsidios y estímulos. Siempre sobre la base de tierras de aptitud forestal, es decir, aquellas que resultaban de rentabilidad negativa en producciones tradicionales como la ganadería, los granos, etc. Esto solo puesto en entredicho por decretos del período gobernado por el partido nacional entre el 90 y el 95 (febrero), cuando por decreto y para ponerlo con mucho graficismo, si de 100 hectáreas 60 eran de aptitud forestal, se dejaba abierta la posibilidad de forestar el todo. Decretos derogados por el primer gobierno del Frente Amplio.
Se considera que son 3 millones de hectáreas de aptitud forestal en el Uruguay y en números gruesos, estaríamos en el millón ya forestados. Objetivamente y más allá de las posturas de unos y otros frente al desarrollo de esta actividad la misma es viable, ha generado riquezas, ha mejorado el empleo y el emprendedurismo en los diversos eslabones de la cadena productiva. Al mismo tiempo que la oposición argumenta que nosotros, el oficialismo de hoy, éramos contrarios a ese desarrollo estratégico (porque no se votó la ley de inversiones), ahora se nos dice o se nos achaca algo así como que entregamos el país a una multinacional. Que hemos sido flojos y permisivos a la hora de negociar. Que estamos endeudando a los uruguayos para fomentar el capital multinacional, y varios pobres argumentos que ustedes han escuchado. Y se sostiene esto al mismo tiempo que se nos acusa que fomentamos la vagancia y la haraganería en relación a las políticas públicas de naturaleza social que procuran mitigar la marginalidad y la pobreza. Disminución que efectivamente hemos conseguido en los últimos 14 años.
Parece ser que el sentido común podría indicar que fundamentalmente los partidos tradicionales, que estuvieron en la cocina de las leyes que terminaron en un millón de hectáreas llenas de árboles, con los consiguientes impactos de beneficio al empleo y al ingreso de divisas, se sumaran a los “oficialistas” en la concreción de nuevas plantas. Sin embargo no, le da lo mismo argumentar que alimentamos vagos a decir que estamos endeudando el país en beneficio del capital internacional. Solo pedimos un poco de memoria histórica para ubicarnos en este proceso de casi 50 años en donde los pobres, esos que gran parte son acusados de vagos o ser sujetos de políticas públicas, contemplaban como los acusadores de hoy transferían los recursos de Rentas Generales al fomento de una producción.
Este Representante nacional, oficialista, que nació y se crió entre vacas, ovejas, caballos, trigo, lino, girasol, avena; y que muy poco le gusta los árboles con destino a la pasta de celulosa prefiere reconocer que el desarrollo forestal está llamado a ser un gran generador de empleo y de riqueza. Entrar en número por número en lo que respecta a UPM 2 no tiene sentido porque en definitiva todo esto se parece más a una pelea de indios (por aquello de “puro bolazos”); eso sí, estamos convencidos que toda la negociación (que insólitamente parte de la oposición dice que es secreta en el mismo momento que sostiene que es entreguista) ha sido muy profesional, desde el interés nacional, con riguroso tratamiento de lo ambiental y tensando la piola todo lo que se pudo. Por momentos uno tiene la impresión de que cada vez que se menciona que es la mayor inversión de la historia buena parte de la oposición está cruzando los dedos por debajo de la mesa, como deseando que la inversión no se realice. Están mirando las elecciones de octubre, están mirando sus intereses partidarios y se están olvidando de miles de puestos de trabajo; se están olvidando de miles de millones de dólares y se olvidan que la gente no es tonta.
En unos años ( ya lo vimos con las plantas de Fray Bentos y de Conchillas) todo esto será una anécdota. Se generará más y mejor trabajo, se desarrollará esa zona del corazón del país, hoy absolutamente postergada, y hasta seguramente los Intendentes de turno se apropiarán de los impactos de crecimiento que allí se generen. Lo que no estamos dispuestos por aquello de la honestidad intelectual, es seguir tolerando la hipocresía de los que han sido herederos (y muchos autores) del proceso, hoy se hagan los distraídos pretendiendo generar condiciones adversas a una negociación absolutamente responsable y legítima. UPM II no solo es la mayor inversión en la historia del Uruguay, es la mayor inversión en la historia de UPM, empresa finlandesa, con todo lo que ello implica.
INFORIO - Fray Bentos - URUGUAY 22 mayo 2019